Señorita, él me gusta ~ YOONMIN🐝

Capítulo XII

Nuevamente sentado en esa silla, otra vez en aquella mesa, recibiendo el mismo deslumbrante desayuno, todo era igual y agradable, como el resto de días que pasaba en esa gran mansión, lo único diferente era aquel jardinero corriendo por toda la casa con una carta en sus manos. Interrumpió bruscamente el desayuno familiar y entró casi golpeando las puertas. Namjoon se levantó casi por impulso de su asiento para verificar si algo malo sucedía con el mayor, pero inesperadamente, este se acercó al castaño y lo abrazó muy fuerte susurrandole cosas que no comprendía.

-Lo siento mucho pequeño, lo siento. -¿Por qué lo estaba abrazando? Y lo más importante, ¿A que se deben sus "lo siento"? Todos veían ese cuadro y no lograban comprender que sucedía, hasta que un sobre negro fue entregado en las manos del pequeño. Jimin lo vio detenidamente, leyó las pequeñas letras escritas en la parte de afuera y lo abrió, al captar cada una de las palabras escritas en el papel, negó con su cabeza cientos de veces, no lo creía. Namjoon, quien estaba alado del menor, tomó el sobre del niño que no emitía ninguna palabra y tenia un semblante en shook.

-"Señorita Park 1962-2017➕" leyó en voz alta ganándose la mirada de todos. Jimin al escucharlas de la boca de su hyung, no logró entender la realidad, todo le parecía irreal o una escena sacada de esos triste libros que ama leer Yoongi hyung, su corazón se oprimió tanto que sentía un nudo en el pecho, le impedía respirar, pero aún así no lloro, no pudo hacerlo, aún no lo creía... aún estaba en shook.

Subió a su cuarto en pisadas bruscas cual máquina, para apartar aquellas incómodas miradas que se posaban en su persona, sin notar que lo seguían. No sintió cuando le hablaron o cuando delgados brazos enrollaron su cuerpo.

-Puedes llorar Jimin.-era su hyung. -Hazlo -Yoongi lo estaba consolando.

Como si de una orden se tratase, Jimin expulsó todas y cada una de sus lágrimas, todos los sollozos empezaban en sus cuerdas vocales y terminaban chocando en el pecho de Yoongi. Esa mañana, Jimin sintió como el sol perdía su gracia, cómo el calor no calentaba su corazón, cómo se sentía refugiado entre aquellos brazos. Esa mañana, Jimin lloró hasta que su mente se nubló, hasta desmayarse.

[🐽]

El entierro fue la peor experiencia que pudo experimentar.

El pequeño tenía sus párpados tan lastimando e irritados por su frotar constante que ejercía con sus manitas en un intento de secar aquellas lágrimas que salía humedeciendo su rostro.

-Jimin ¿No saldrás? -preguntó la joven sirvienta en la puerta del menor, quien se había encerrado en su cuarto y ya llevaba dos días sin comer. Al no escuchar respuesta alguna, dejó una bandeja llena de alimentos para el almuerzo del castaño. -Jimin, por favor come algo, te dejaré esto. -y así se fue.

El menor se sentía mal, muy mal, estaba triste y desconsolado, ¿Por qué nunca se dio cuenta que esto podría pasar? ¿Por qué no disfrutó un poco más la presencia de ella?... Imposible, él siempre impregnaba cada segundo que pasaba en su corazón. El hecho de que la única persona que realmente lo había amado era desechador e intranquilizante.

-Murió... -se repetía seguido y pellizcaba su brazo con sus deditos para ver si no era un sueño. -Sí...

En torpes pasos se levantó de su cama y tomó una cajita marrón que era de madera, la cual había sido obsequiada por una de las hermanas del orfanato, era su "caja de recuerdos".

La abrió y observo su contenido: muchas fotos de sus tiempos en el orfanato en las que él y la señorita salían, algunas cartas, unas piedritas de colores que se las había dado su amigo Tae, un diario a poco rayar y un collar que anteriormente se lo había dado su hyung. Tomó el colgante y lo miró fijamente, aquella vez Jimin le contó sobre Yoongi a su señorita y al parecer le agradó mucho aunque no lo conociera, realmente era una gran persona. Como si de una larga despedida se tratase, observó aquel sobre negro que estaba en el escritorio. Lo tomó en sus gorditas manos y la palpó. Leyó la carta por última vez.