Horas, días, semanas sin comer.
Yoongi no quiere nada, no desea seguir cuidando de sí mismo. Quería terminar con su vida aunque esta no haya sido tan extensa que digamos, después de todo, nueve años no era una gran cantidad.Odiaba ser una molestia, no quería que nadie se preocupara, por el contrario, deseaba ser invisible con sus estúpidos problemas mentales.
Se recostó en su amplia cama, sintiendo el frío de la habitación.
Aun recuerda las palabras que su mamá de había dicho hace dos meses, le reclamaba cada una de ellas, le pedía explicaciones aunque ya nadie estuviera con él en aquella habitación.
"Yoongi, es lo mejor." No, no lo es.
"Nuestra vida será mejor que esta.". Créeme, no es como piensas.
"Tendrás un buen futuro, solo espera". Ya no quiero esperar.
"Regresaré por ti, pequeño." No lo hiciste.
Siempre creció entre dudas, siempre deseó saber mucho más de lo que las personas le comentaban, pero era imposible ya que lo veían incapaz de asimilar su propia historia.
-Mamá, ¿Papá es malo?
-Cariño, tu papá es la mejor persona del mundo.
-Entonces... ¿Por qué nunca me ha visitado?¿Por qué nunca se ha preocupado por nosotros?
-Ay... tienes un cerebrito tan confuso, algún día lo entenderás.
Tenía razón, para él todo era confuso, no entendía por qué su madre amaba tanto a ese hombre aunque el pálido nunca lo halla visto.
-Mamá ¿Algún día conoceré a papá?
-No lo sé, tal vez si... tal vez nunca.
Yoongi siempre quiso excavar con profundidad ese secreto que era tan profundo, pero nunca entendió más allá, aunque su madre se lo contara con mucha paciencia.
Todo era una hermosa historia cual romántico libro, hablaba de un amor prohibido entre una persona adinerada y una joven muchacha que trabajaba puertas abiertas para poder cuidar de su madre y a su enfermo padre. Poco después de tener un trabajo estable en la mansión Min y la amistad de los dueños de casa, el dinero no fue un problema, pero lamentablemente, el padre de la mujer falleció dejando a una familia llena de añoranza. El señor Min, que siempre ha sido sensible y comprensivo, entendió los problemas por los que cruzaba la joven y siempre estuvo dispuesto a brindarle su hombro. Ellos lo sabían, sabían que era incorrecto, sabían que el hombre tenía una esposa y que la mujer era una simple sirvienta, pero aun así, la pasión fue más fuerte, los besos quemaban en aquella habitación y las caricias fueron un deliciosos éxtasis que decidieron reproducir durante varios meses. El amor creció, no sólo era una atracción sexual, ya que el respeto siempre estuvo presente. Poco después de cumplir ocho meses de su prohibida relación, la abuela Min descubrió todos los hechos, consiguiendo una guerra en aquella casa. Las consecuencias fueron corazones rotos, tanto por la pareja y por la esposa, la señora Min. El plan de la anciana se completó, la sirvienta se había marchado de la mansión y el señor continuaba su vida. Creía que todo marchaba normal, hasta que después de 5 años, los imanes se encontraron atrayendose como si de física se tratase. El señor Min volvió a unir sus ojos con aquel amor que no estaba escrito en su destino. La joven, quien ocultó la existencia de un tercero, decidió revivir aquella historia que no era bien vista en aquella sociedad. Pasaron dos años más con aquella baga relación a escondidas, el señor Min ya sabia la existencia de Yoongi, pero lamentablemente, alguien más también se enteró, y no sólo de eso, sino toda la historia de varios años. Tras ver el peligro que corría en sus vidas con el poder que emitía la abuela Min, la joven decidió vivir lejos, llevarse a su madre y a su pequeño hijo, pero no contó con que el menor enfermera, así que decidió viajar sola, y enviar dinero a su hogar. En el primer día de noviembre, tomó un vuelo a otro país donde sus necesidades económicas fueran saciadas con trabajo. Nadie espero que ese avión nunca llegara a su destino y que de perdiera en el mar. Al llegar esa desgarradora historia a lo oídos de sus familiares, la depresión fue inmensa, en especia para la mujer que había prometido cuidar a su amado nieto. Poco después, la tristeza la mató.
Yoongi estaba solo, nadie velaba por el, las únicas personas que cuidaban de él ya había partido a donde de seguro las necesitaba. Siempre creyó que esas personas eran tan buenas que Dios decidió llevárselas para que no sufrieran... siempre creyó que si se portaba bien, podría llegar reencontrarse con ellas.
Tenia dos días de la muerte de su abuela, y aun lloraba por si regreso. Un hombre, aun con la juventud en sus pupilas, alegó ser su padre y decidió llevárselo a vivir con él. Más que todo, Yoongi aceptó, el hambre lo estaba matando y además, creer que aquella persona era su padre fue la mejor ya que siempre imagino mil historias de como seria ese hombre, historias donde eran felices con su madre y abuela... pero era imposible, sus personas favoritas habían muerto y su padre era un hombre muy ocupado. Lo peor fue encontrase con la anciana de ojos aniquilantes, quién se encargó de recalcar la muerte de su única familia y de lo poco necesitado que era en esa casa. Su hermano menor también era cruel, pero lo entendía, nadie lo había criado, siempre lo veía ser cargado por un apuesto chico que la parecer era cinco años mayor que el moreno.Si, aunque su madre le haya contado su historia pocos días antes antes de morir, nunca entendió porque el mundo se había encargado de destruirlos, porque el destino había cortado las venas de su felicidad.
Aun no comprendía porque ellas tenían que marcharse.
"Yoongi tengo que irme, pero prometo que regresaré por ti, prometo que tendrás una mejor vida"
Sin duda anhelaba ese día.
[🐽]
Se despertó un lágrimas en sus ojos, el frío era catastrófico en su cuerpo, pero el peso en su pecho lo hizo llegar a la realidad, el castaño dormía plácidamente mientras se aferraba a él.
Besó su frente y se arropó a ambos, sintiendo como el calor inundaba el ambiente.
Con las tenues luces que regalaba la luna, vio los rastros de lágrimas que había pasado por la regordetas mejillas del menor.
Yoongi se prometió ayudaron, prometió que no dejaría que el mejor cayera en una gran depresión con el lo había hecho hace algunos años atrás cuando lo único que necesitaba era un abrazo de su abuela o un beso de su madre.
El menor se removió, amenazando despertar, el azabache hizo que se calmara mientras acariciaba su cabello.
-Tranquilo Minnie, duerme.
Recordó la pérdida de su madre y la comparó con lo de había pasado con su señorita.
-Hyung te cuidará. -susurró nuevamente.
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Señorita, él me gusta ~ YOONMIN🐝
Fanfic"Donde Jimin vive en un orfanato y la única persona que lo ha podido amar es su "señorita", una monja del orfanato, la cual lo cuida como si fuera su hijo, y una promesa marca la historia del menor de redondas mejillas." ✿+18 Lemon. ❀Boy×Boy ✿Las de...