Crepúsculo en la playa

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–¿Que es eso?- grita una mujer que camina muy furiosa en dirección de Jane y Mark que se quedan "petrificados".
–¿Y usted que hace aquí?- Pregunta Mark aún asustado.
–Yo que te pregunto ¿Quien es esa tipa y qué hace aquí bailando contigo? Qué me expliques viejo Mark...- grita la mujer muy impaciente.
–¡Mi nombre es Jane, por favor!- interrumpe la otra sintiéndose atacada.
–A mi no me interesa saber quien eres... lo que me interesa saber es lo que tu haces aquí bailando con mi Mark.- dijo la mujer de una manera muy ignorante.
–Bueno pues se te interesa o no a mi poco me importa, yo sólo quiero que me llames por mi nombre y quiero también que tu me hables de una manera más respetuosa, por que yo no te conozco para aguantar tus groserías...- sigue Jane ya sin paciencia.
–Mira, lo que tú quieres o no...- iba diciendo Taylor.
Taylor es una maestra de la escuela primaria, es la "novia" que Mark se había olvidado de contar a Jane, era realmente así: Muy escandalosa.
–¡Ya basta Taylor!- grita Mark.
La mujer se queda callada con el grito, jamás había escuchado a Mark griarle de esa manera, Jane también estaba muy perpleja, en sus pocos días con la família  nunca había visto a Mark tan nervioso.
–Por favor Taylor,  usted siempre muy ignorante, siempre gritándole al mundo sus groserías, todo tiene que ser nada más que hechos a su manera... prosigue Mark.
–¿Y quien es ella, puedo saber?- dijo la mujer refiriéndose a Jane.
–¡Ella es mi amiga!-  dijo una voz entrando por la puerta tomando el partido de la discusión.
–¡Aaaaah, otra no podía ser!- desdeña Taylor- No podía esperar menos de ti...
–¡Exactamente! No podía esperar menos de nadie más, solo de mí...- ríe Kart triunfante por haber llegado en una hora maravillosa que le daba la oportunidad de expresarle a Taylor todo el desprecio que sentía por ella.
–¡Kart!- dijo Mark. 
–¡Hola Mark, hola Jane! ¿Como va?- dijo la muchacha mientras que los otros  la miraban sin entender absolutamente nada.
Mientras que saluda a Jane con un beso en la mejilla Kart susurra:
–¡Haga de cuenta que yo no estaba aquí!
–¡Ok!- responde Jane.
–Mira papá, finalmente yo encontré lo que...Ops!- dijo Julie al entrar y encontrar a Taylor.
–¡No me digas!- dijo Mark para la hija.
–Hola... Tay...lor!- dijo la niña saludando.
–¿Va a tener una dancing night por acá?- grita Taylor.
–¿Y si tener? Seguro que usted no sería invitada- dijo Kart.
–¡Y usted cállate!- iba gritandoTaylor.
–¡Permiso! Yo me voy con los niños a...- dijo Jane abandonando la discusión.
–¡Quédate! No te vayas... - continúa Taylor a Jane.
– Ya dije que me voy con los niños, porque ellos no merecen acompañar una situación como esa... responde Jane.
–¿Me quieres enseñar como cuidar los niños my honey? Yo soy una maestra de la escuela primaria...
–¡No me digas!- interrumpe Jane nuevamente- Pues bueno, entonces tengo una cosa qué decir a sus niños por favor, que ellos ignoren a sus clases de escándalo si quieren ser  personas presentables en la vida.
–Podrías haber  te quedado sin ésa...-  ríe Kart con los ojos brillantes de triunfo.
Taylor hasta intenta responder más Jane se marcha seguida por Max, Kart y Julie. Taylor trata de justificar todo su momento de "desesperación".
–¿Mark, qué quieres qué piense? Yo llego aquí y te encuentro bailando con una tipa... dijo Taylor.
–¡Taylor! Usted podría haber pedido el permiso, tocado la puerta como se debe, yo te contestaría! Usted sabe muy bien que yo odio el escándalo...- dijo Mark.
–Yo sé, pero... esa mujer, esa Jane ¿Quien es ella?- pregunta Taylor intrigada.
–¡És una amiga de la familia, amiga de Kart, mi huésped! Es la "Tía" de Max y de Julie...- responde él.
–Yo nunca había visto esa mujer, en ningún lado de esa ciudad o de esa playa, pero no me es extraña...- prosigue Taylor en "una pelea con la memoria".
–Taylor, no es solo por qué usted nunca ha tocado el fondo del mar, que debes creer que él no existe, tiene cosas qué...Mira, Jane va a vivir aquí, y aquella hora que usted nos vio danzando, yo estaba nada más que bailando... comenzamos con uno de los juguetes de Julie...- iba diciendo Mark.
–Ah, bueno ¿No me vas a decir qué bailaban por Julie? Ella ni siquiera estaba aquí...- rebate Taylor.
–Usted sabe muy bien como Julie ama la danza, ama la música y ama princesa, ella me pidió... nosotros apenas bailamos, no hay justificación para tanto escándalo...- dijo Mark mirando a la ventana.
–Oye Mark ¡Para mi ya basta!- dijo finalmente Taylor bajando la guardia-A mi no me importa se ella es tía, abuela o madre de esos niños, lo que importa es qué mi novio vive aquí y yo no quiero otra mujer viviendo en la misma casa que él...
–¿Qué quieres decir con eso?- Pregunta Mark intrigado.
–¡O me quedo yo, o se queda ella, LAS DOS NO! USTED VA A TENER QUE RECOGER, es contigo viejo Mark... la decisión es tuya...- dijo Taylor finalizando el asunto.
–Taylor yo no voy a desamparar a Jane por un capricho tuyo...
–¡Ok, ya entendí! Entonces salgo yo y quien quien queda es Jane...Todo bien viejo Mark...dijo Taylor aplaudiendo sarcástica- Con su permiso... me voy.
–Taylor... no es qué...- sustenta Mark tratando de aliviar la situación.
–¡Déjame Mark, vete con su Jane!- dijo la mujer saliendo puerta afuera y desapareciendo en alta velocidad.
Taylor no escuchaba completamente nada de lo que Mark seguía hablando, su rabia era tan tamaña que sus oídos estaban sordos. La mujer sale en su coche como un rayo mientras que Mark observaba atónito la situación. No qué Taylor fuera una grand perdida pero era extraña su partida, sentía un alivio, ella no era tan compañera, era más una amiga qué novia. Él sentía que no la tenía por completo y qué el corazón de ella no le pertenecía, pero lo qué que los unía era el orgullo de no querer perder de ambos los lados.
Pero ese orgullo ya se había deshecho como polvo en el viento, así que Taylor atravesó el medio fío de la puerta afuera en dirección al coche que significaba para ella más que su proprio novio.
–¿Ella ya se fue?- Pregunta Kart surgiendo por detrás de un vaso de flores.
–¿Usted estaba ahí todo el tempo?- Pregunda Mark impresionado.
–Bien que me encantaría... pero no, yo estaba en la playa con  Jane y los niños...- dijo Kart señalando para los tres sentados en la arena un poco a la frente.
–Yo necesito hablar con ella!- dijo Mark preocupado.
–Voy por los niños y nos vamos a  tomar un café y usted vete y sea gentil con ella, no me decepcione otra vez...- dijo Kart.
–¿Otra vez? ¿Yo ya te había decepcionado alguma vez vieja Kart?- Dijo Mark.
–No, sólo en el momento en qué dejaste la bruja de Taylor gritar groserías a Jane!- dijo ella dándole las espaldas. 
Kart recoge los niños y desaparece en la casa.
El tiempo estaba aún estaba claro, pero la noche ya estaba casi hecha. Era un crepúsculo bonito y un poco frío y allá estaba sentada en la arena del mar una pensativa Jane.
–¿Puedo sentarme aquí?- pregunta Mark acercándose lentamente.
–¡Siéntate! Al menos que Taylor...- iba diciendo Jane con los ojos fijos en las olas.
–Taylor ya fue... es justamente de eso que quiero hablar contigo...- dijo él sentándose  y fijándose en las olas.
–¡Puedes hablar Mark!- dijo Jane sin desprenderse de las olas.
– Taylor era mi novia...- dijo él.
–¡Es lo que había imaginado!- susurra ellla dibujando alguna cosa en la arena.
–Ella fue muy grosera y a mi no me gustó, la culpa fue mía, yo debería haberte dicho qué ...- iba diciéndo él.
–¡La verdad es que usted no me debe satisfacción alguna Mark, usted me ayudó, si no me contó es por que debe tener un motivo...- dijo ella mirándolo.
–Pero debería haberte dicho, usted  no merecía eso. Yo sé qué ... quiero decir...- dijo él.
–¿Decir qué?- Pregunta ella.

Fin del capítulo

Ojos que no ven, corazón que no sienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora