Nadie la dañará.
Soy la espada ante su injusticia.
Nadie la poseerá, pues no es ninguna propiedad.
Nadie la tocará, no es un objeto de usar y tirar.
Nadie la usará, pues soy quien os detendrá.
Nadie obtendrá de ella nada que pueda dañarla, pues yo cuidaré de sus palabras.
Nadie me detendrá, pues soy su caballero, el cual la defenderá