Querer decirte tanto ante el contratiempo de mi ida.. Preferí prevenir..
Observándola con esas medidas rotas..
Atención inofensiva..
Añoranza por su visibilidad..
Déjeme besarla, ante el morir de ganas, permítame volver a tocarla, anticipándome a mi despedida..
Dejame volver a verte..
Tomarte la mano aún de vergüenza llenarme..
Solamente el poder volver a rozar su tinta, pactar mis palabras en vuestra mirada.. estaría restablecida.
Poseo temores paleolíticos, raíces que han dejado su marca y no exactamente tatuada.
Mi sangre derrama cuando mi mente trastorna.
Temo asustarla..
Añoro sentirla cercana..
Aún podernos la distancia.
Temo de mi misma, del desorden mental..
Revolución neuronal..
¿Podría ser mi mente más enrevesada?
No se alarme, solo deseo volverla a ver.
Traspasa. No podemos pretender un constante bienestar, desear equilibrio de positivismo o el que nuestros progenitores pertenezcan a un valor más hayá de lo que han sido en nuestra irrealidad.
Parece una búsqueda constante de acechadores, como si sintieras culpabilidad y nuestros hogares fueran ideales.
Nos hemos conocido, encontrado en aquel laberinto lleno de acertijos y beneficios ¿Deseas adentrarte? No precede a la facilidad pero si a la alegría.
Cómo una drogadicción absorta de tranquilidad, morfina y dopamina.
Perplejo de contraste, como cuadros fluorescentes, corriendo en el transcurso de nuestro riego sanguíneo.
Un amor hippie lleno de sanidad pecante..
Besa, desvela, como un sueño tierno, enrevesante, como una dosis carente de nicotina y absorbente de muerte