Caricias tan suaves como el té de su mirada..
Contraste cual maquillaje..
Aislante, detonante..
Fabulas de romance divino..
Discusiones ficticias..
Ojera prevalecía..
Sus yemas por mis costillas..
Hagame suya, no mía..
De malentendidos se vive, no se fluye..
Los milagros se crean, no se discuten..
Ámeme sin miedo a perder..
Pierdase enredándose.. Encrucijada entre mis sábanas..
Prevalecía intacta, desatada de reproches..
Inundada de drama..
Fluyente de creencia..
Sonrojada al ser besada..
Y si de mis labios se crea..
Luzca su vestido rojo de seda..