¿Quién soy yo?

Boa Luna

Nos encontramos en Amazon Lily, hogar de las mujeres guerreras mas poderosas del Grand Line, entre varios de los árboles de aquella isla, se veía una cabellera negra saltar a gran velocidad entre ellos, se detuvo cuando llegó a la costa, admirando el amplio mar que tenia enfrente.
Se trataba de una hermosa joven, de estatura media, con ojos color marrón oscuro con un brillo juvenil resplandeciente, vestia un top negro que detallaba sutilmente su pecho proporcionado, un shor del mismo color con unas sandalias de bota hasta las rrodillas a juego. El viento movia de manera hipnotica su lago cabello negro ondulado, que con los rayos del sol se le podian notar leves mechones naranjas.

Se sento en el tronco del árbol en el que se encontraba y meneaba las piernas levemente, mientras se imaginaba como sería el mundo mas allá de la isla, nunca antes había salido de ella, así que constantemente iba a la costa y se lo imaginaba.

Hizo un pequeño puchero y dijo~ Hmp me pregunto por que mamá no quiere llevarne con ella en sus viajes, ya soy mayor y la más fuerte de todas las guerreras, ya tengo la capacidad para ser una pirata de su tripulación.

Era lo que constantemente se preguntaba, queria aventuras, ver el amplio mar desde un barco, conocer personas, ver a un hombre con sus propios ojos, ya no le bastaba con las historias que le contaban las piratas de su madre.
Tenia 17 años por el amor a Oda, ya no era una niñita que necesitaba protección, era fuerte entonces... ¡¿PORQUÉ NO LA DEJABA SALIR DE ESA MALDITA ISLA?!.

Hebihime a regresado!!!~ se escucho un grito.

Y era cierto, a lo lejos se podia apreciar la insignia de las kujas en un gran barco.
Suspiro resignada, ultimamente su madre la veía extraño, como si le tuviera resentimiento, y le dolía, aunque no lo expresara abiertamente y siempre sonría.

Se levanto y emprendio camino hacia el castillo, trepando de árbol en árbol, cuando finalmente llego al pueblo, camino tranquilamente a su destino, mientras lo hacía recibia varios saludos por parte de las mujeres.

Hime! su madre a regresado que alegria verdad~ le dijo una mujer regordeta y de edad madura.

Haii~ respondio con una adorable sonrisa.

Awww~ exclamaron algunas.

Tan linda como Hebihime~

Rio despacio y siguió con lo suyo.
Al llegar al castillo no se hicieron esperan las raras expresiones de su madre.

¡¿PORQUÉ PONEN UN GATITO EN MI CAMINO?! YO SIEMPRE SERE PERDONADA, SABEN PORQUÉ? POR QUE SOY HERMOSA!!!~

La joven bajo la cabeza en derrota, su madre siempre habia sido así que aunque no lo diga en voz alta le parece demaciado irritante y vanidoso de su parte, en su opinión ya estaba muy grande para seguir con ese tipo de cosas.

Madre~ la llamó con respeto, a lo que la bella mujer volteó.

Ahh hola Luna~ le respondio desinteresadamente y volteo para adentrarse en sus aposentos, sin decir nada mas.

No hace falta decir que eso le dolió, durante los ultimos años habia sido así, antes solia sonreirle mucho pero de repente se volvió mesquina hacía ella, no entendia porque, siempre obedecía sus ordenes a pesar de que no le parecieran.

Lunaaa!!!~exclamo su tía Marigold, seguido de abrazarla muy fuerte.~ mi niña que alegría verte~ dijo para despues soltarla para poder verla.

Pequeñuela~ dijo su tía Sandersonia revolviendo un poco su cabello.

Tías~ les devolvio el saludo con una gran sonrisa. Las adoraba, siempre que su mamá la menospreciaba ellas llegaban a su rescate y la hacian sentir mejor, siempre justificando sus actos y diviendole que ella es así por que simplemente esta cansada.

Se dirigió con ellas al campo de entrenamiento dando ligeros brincos, se notaba a leguas que estaba contenta.

Mejore mucho mientras estaban en su viaje~ les dijo con entusiasmo.

Ah sii? Por que no nos muestras tu avance ~ dijo la mujer peliverde.

Hai~

Se posicionó en medio del campo y tomó su barra de metal, dio una serie de movimientos con este de manera salvaje pero elegante. Ambas hermanas se acercaron a ella atacandola, la joven evadia los ataques como si estuviera bailando, era un espectaculo digno de ver, por lo que varias mujeres se acercaron animando a la pequeña princesa.

Bien hecho hime!!~

Usted puede!!~ se escuchaban por parte de todas.

La joven finalizo derribando a las hermanas serpiente con un ataque produciendo un poco de haki, apuntandoles con su barra respirando con dificultad.

Bien hecho~ la felicitaron ambas mientras se levantaban sacudiendo el polvo de sus ropas.

Desde el balcón la emperatriz pirata aprecio el espectaculo, lo que noto Luna, quien le dirigió una sonrisa esperando que se sintiera orgullosa de ella, pero lo que recibió fue una mirada de desden mientras se adentraba al castillo. Bajo la cabeza sintiendose herida, no importaba cuanto lo intentara no cambiaba su actitud con ella.
Las chicas se juntaron a su alrededor felicitandola por su gran logro, no cualquiera vencia muy facilmente a las hermanas serpiente.

La cena no fue mejor, todo seria silencio si no fuera por sus tías Marigold y Sandersonia, ellas le practicaban sobre su vieje con entusiasmo y de vez en cuando veía de reojo a su madre esperando que ella le contara algo, pero simplemente comía, sin decir nada, una vez que termino se levanto sin despedirse o desearle buenas noches, ante esto solo pudo disimular su dolor con una sonrisa para que sus tías no se preocuparan. Al terminar la cena y de relatar su aventura, estas se depidieron de ella y se fueron a sus respectivos cuartos.

Camino hacia su habitación con tristeza, habia intentado hablar con su madre al respecto pero siempre evadia el tema y se alejaba, lo intento varias veces y ninguna funciono, así que decidió darse por vencida con eso y dejar las cosas como estaban.
Tan metida estaba en sus pensamientos que no noto que se debió del camino, lo noto cuando vio a su alrededor y no identifico nada conocido, curiosa por que nunca estuvo por esa parte decidio explorar, se topo con una enorme puerta y decio abrirla, se veia misteriosa y todo lo que tenia misterio para ella representaba una aventura.
Abrio lentamente la enorme puerta, que para ella no resultó ser muy pesada, y se adentro en ella.

Estaba algo obscura, asi que se acercó a las ventanas y abrió las cortinas, la luz de la luna ilumino el lugar, viendola bien era una habitación bastante triste, era como si recuerdos melancólicos estuvieran en ella. Habia varias cajas, tomo una y se sentó abriendola para poder apreciar su contenido de manera mas cómoda.

Encontro algunas fotografías, todas de un hombre, se veía bastante guapo a decir verdad, llevaba puesto un abrigo de capitan abierto dejando ver una enorme cicatriz en su pecho, tenia el cabello negro y alborotado, con unos ojos onix que deprendian un brillo inocente y aventurero. Sonrió ante la imagen, le gustaba, le tranmitia tranquilidad y cariño. Hasta que entre todas las fotografías del hombre, encontro una en la que estaba acompañado, se trataba de una mujer, bastante hermosa de cabello pelinaranja y ojos color marrón obscuro, poseía una sonrisa coqueta y refinada que le transmitia seguridad y confianza.

Abrio los ojos muy grande, no era idiota, esa mujer... era.. era.. IGUAL A ELLA.

Con rapidez tomo la foto y se acercó a al espejo mas cercano, y ya que no habia en esa habitación, salió corriendo hasta llegar al enorme espejo de la sala principal. Colocó la foto a un lado con la palma de su mano respirando agitadamente, la observó detenidamente y luego se vio a ella misma, luego a la foto y luego a ella, y así sucesivamente, hasta que ya no se pudo engañar a si misma y aceco la imagen a su rostro para apreciarla una vez mas.

¿Qué esta pasando? ¿Porqué? ~ preguntaba para si misma.

Luna~ escucho una voz a su espalda y volteo rapidamente, mostrando la foto que tenia en sus manos.

Mamá.~