Water 7

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El amanecer llego con rapidez, al parecer habían estado buscando por demasiado tiempo a Sanji, por lo que se pusieron en marcha, aun faltaban personas por encontrar, no es que fueran muchos, si no que se encontraban a distancias considerablemente lejanas la una de la otra y que las Kujas se encontraran haciendo demasiados viajes a lo largo del mar levantara muchas sospechas para el Gobierno Mundial y la Marina, tenían que ser precavidos y mucho mas cuando tengan que cruzar el Red Line, la base de la Marina se encontraba muy cerca de ahí.

Mantenían esos datos en secreto, a espaldas de Luna, no querían que se preocupara, ella es una persona alegre y llena de vida, no era justo que después de tener su tan ansiado viaje se lo arruinen de esa manera, claro esta que lo mismo aplicaba para Kenshi, casi nunca salía de su isla, comúnmente era a los alrededores de esta misma, por lo que no sabía la ubicación de los marines, ambos jóvenes eran unos inexpertos en el mundo, por el momento querían que siguieran así, cuando todos los mugiwuaras hallan sido reunidos sabrán la verdad y posiblemente con ello el odio se apodere de ellos, «Que disfruten mientras puedan» pensaban todos con tristeza.

Hablando de ambos jóvenes, se encontraban sentados en la cubierta platicando alegremente sobre temas de su vida, pasado o gustos; apesar de no tener aventuras increíbles que contar, siempre tenían tema de conversación.

¿Desde cuándo practicas con la katana?~ pregunto Luna curiosa.

Desde los 4 años, siempre me a gustado y además tengo la meta de superar a mi padre~ contó con orgullo.

Valla... la verdad yo no tengo idea de cuales eran los estilos de pelea de mis padres~ dijo desanimada.

Tengo entendido que Luffy-san era portador de la fruta del diablo  Gomu Gomu no mi, también que era usuario de los tres tipos de haki, y que Nami-san peleaba con ciencia y química bien aplicada, el Clima Tact le llamaban si no me equivoco, hacía ráfagas de viento y fuego, también podia crear tormentas eléctricas~ contó Kenshi al ver lo desanimada que estaba.

Wuooo sugoi! De los tres tipos de haki!! Yo solo puedo dominar dos, el Clima Tact eh? Me gustaría estudiarlo para poder utilizarlo, no se... siento que podría~ contesto entusiasmada.

Claro que podras!~ dijo revolviendole su cabello de manera juguetona.

Shihihi~ rió para después lanzarse a él y comenzar a despeinarlo también, ambos riendo a carcajadas.

Del otro lado de donde se encontraban, Hancock los veía a ambos con leve destello de celos, no por que el joven le gustara o algo por el estilo ¡tampoco era tan salta cunas! (Si, Luffy era menor que ella por muchooo), mas bien es que a ella le hubiera gustado estar de esa manera  con su amado, era una lástima que no existieran mas hombres como su Luffy; tan valiente y fuerte, amable y bondadoso, inocente y que no espera nada a cambio por todo lo que hace y un sin fin de cualidades más; suspiro rendida, ya se había rendido ante la posibilidad de volver a enamorarse.

Volvió su mirada a la parejita, sonrió con ternura al verlos recargarse el uno al otro con los ojos cerrados y con una ligera sonrisa, tan en paz.

Fruncio el ceño al caer en cuenta, no seria así por siempre, cuando todo termine tendrán que separarse, ya que aún no estaban completamente listos para salir al mar y emprender su propia aventura, Luna regresará a Amazon Lily y Kenshi a su isla; le entristece tener que separarlos pero el mundo estaba lleno de gente poderosa que esta dispuesta a todo, y ellos siendo hijos de piratas reconocidos, aunque no hallan hecho absolutamente ningún crimen, serán condenados como si lo fueran, aún si Kenshi era hijo de un Shichibukai, no lo quitaba del peligro de los caza recompensas o que el mismo gobierno intente hacer algo a espaldas de Zoro, y ya ni hablar de Luna! Ella era hija del hombre que puso al mundo de cabeza el Rey Pirata y de la mujer más peligrosa de todas, no por fuerza sino inteligencia y conocimiento; si la llegaran a capturar.... le darían sentencia inmediata, no le harían juicio alguno; en este mundo nunca se sabe cuando todo se puede ir cuesta abajo, toda la banda Mugiwuara lo entendió por las malas hace tiempo; esa era su triste, pero cierta, realidad.

¿Quién soy yo? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora