Cry Baby • Joerick

I need you

Te necesito

Erick rio por el reciente abrazo, aún sin mirar el rostro del menor. Después de separarse de tan dulce gesto, miró aquella cara tan dulce a gusto propio, pero al observarla con detallado su expresión cambió radicalmente.
Aquel bello chico portaba grandes ojeras, acompañadas de lágrimas saladas. Sus mejillas color carmesí y aquellos ojos con falta de cierto brillo enternecedor. Su corazón se encogió, no era un sentimiento "Bonito" Mirar a la razón de tus sonrisas de aquella manera.
Joel seguía sollozando en los brazos de su amado, desahogándose, aunque no ganaba mucho; el volver a recordar las escenas, causaban más lagrimas salir, inocentemente.
Erick tomó la mano - Helada - De su acompañante, incitándolo a tomar rumbo a su habitación, sentándolo delicadamente sobre la cama.
Joel gimoteo aún más, al sentarse sintió un abundante dolor, que llegaba desde su espalda a su trasero. Erick gimió de desesperación, jalando fuertemente sus mechones de cabello. No sabía cómo reaccionar, más bien no tenía la mínima idea de lo que sucedía con su novio.
Por impulso levanto al chico de la cama, abrazándolo fuertemente. Al igual repartió caricias por el cuerpo del menor, siendo estas tiernas, sin inicios de malicia.

Erick decidió quedarse callado, podría alterar al menor con preguntas tontas y fuera de contexto. Aunque tenía mil dudas en la cabeza, se inclinó hacia aquella opción.
Por otro lado, Joel, se sentía un tanto protegido en los brazos de su Ángel. Aunque no quitaba lo traumado que se sentía, ser víctima de una violación no era nada fácil.
Aquellos pensamientos suicidas salían de su cabeza - Al menos por aquel día- Sintiéndose querido por su novio; "Apodo" que tardaría en acostumbrarse. Al menos había alguien que estaba para él, aunque la traición jamás abandonara la cabeza de Pimentel, algún día tendrá que enterarse de ello.

- ¿P-prometes jamás alejarte de mí? - Balbuceó por el aún llanto que tenía, el chico frente a él sonrió acompañando con una risa boba.

- Lo prometo, eres lo más especial de mi vida, te amo demasiado - Susurró despacio, evitando alterar al menor. Al igual limpió las lágrimas de su novio, besando aquellos labios "Los labios pertenecientes a mil hombres"

Joel sonrió, olvidando por un momento los problemas que enfrentaba, el ser violado.

- Y-yo...también...te a-amo - Habló de igual manera, por primera vez seguro de sus sentimientos, seguro de amar a Erick; lo mejor que le había pasado.

Erick lo abrazo una vez más, estrujándolo con poca fuerza. Amaba demasiado a ese pequeñuelo, tan hermoso, tan suyo.
Separándose un poco de él, y sin perder aquel cariño, lo observo tratando de descifrar que había sucedido para estar así. Lo amaba tanto que le dolía verlo ahí, con aquellos ojos que reflejaban tristeza pura.
Quería cuidarlo de todos, protegerlo en una cajita de cristal, para que los demás no pudieran tocarlo ni lastimado. Pero no podía, lo único que estaba a su alcance era estar junto a él. Si algún día lo perdía, moriría por dentro, lo amaba demasiado. Aunque al principio no podía confesar aquel secreto, ahora lo haría, como lo demostró horas antes. Pero sin importar las adversidades, estaría a su lado, sería su pequeño bebé llorón.

Centrándonos una vez más en Joel, se encontraba entre los brazos protectores de su novio, quien le decía algunas palabras bonitas, para tratar de calmarlo. Pareciera que sus manos eran lo más importante, jugaba con ellas, mientras Erick lo miraba. Su mirar podía ser penetrante, como dulce, pero justo ahora se sentía acosado, le disgustaba ser observado por los hermosos ojos verdes. Podría no ser ciertamente disgusto, sino incomodidad.
Pero como sea, necesitaba desahogarse, no más peleas entre sus ideas necesitaban ser sacadas de forma rápida, y que mejor forma hablando con el lindo chico.
Trató de hablar, pero su mandíbula se tensó, sería más difícil de lo que pensaba, pero bah necesitaba intentarlo; una vez más.