Pinkie promise

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"Quiero seguirlo a donde vaya, pienso en él y lo sabe. Quiero que tome el control, porque cada vez que se acerca; me atrapa lo suficiente para seguir imaginándome y tal vez debería parar y confesarle."

El sol había terminado su labor del día, apareciendo la noche; la cual muchos le fascinaban, y que más con la presencia del más maravilloso astro, la luna. Además, estrellas adornaban el cielo. Haciendo lucir aquella noche aún más especial.

Varias parejas tomadas de las manos caminaban con una sonrisa en su rostro, demostrando el amor a su respectiva cita, no solo con acciones sino también con dulces y cariñosas palabras.
Los pequeños pero grande detalle en forma de un lindo regalo no era de esperarse.
Varios chicos cumplían caprichos de las mujeres, comprándoles helados u otra cosa para entretenerse comiendo, o por otro lado lo hacían porque les nacía ello.

Un par de chicos se encontraban montados en sus bicicletas, riendo a no parar. Aunque a uno de ellos se le dificultaba bastante, daba unos cuantos pedaleos y se caía.

- Oh Joel ¿No sabes andar en bicicleta? - Preguntó burlón, aunque el cariño predominaba.

- Mmm...no, más bien desde hace mucho no andaba en una de estas - Respondió señalando su bicicleta.

- Dicen que lo que bien se aprende jamás de olvida - Sonrió.

- Que puedo decir, nunca aprendí.

Después que Erick haya ayudado al pequeño de Joel, lo invito en la noche a divertirse.
Al principio el ojo verde pensaba en una fiesta, llena de alcohol, droga y claro chicas.
Pero recordó su invitado, bueno no era de ese tipo de jóvenes, puede ser que termine llorando en dicha fiesta. Pero una loca idea se le vino a la cabeza, salir a algo más calmado, que disfrutaran los dos con la compañía del otro, eligió lo más cliché; un parque. Y no, no lo veía como pareja, como andar tomados de la mano, solo era una cita, de amigos sin segundas intenciones. Y claro Erick respetaba hasta en lo más mínimo al pequeño, por así decirlo era su nueva responsabilidad. Pero pensaba en mañana, no podía ser el mejor amigo de él, su reputación caería y no era que le importaba mucho o le daba vergüenza el menor, sino es que tenía muchas dudas en la cabeza. Era claro que su grupo de amigos no lo aceptarían con su nuevo amigo, aunque esos pares de hipócritas le caían de la punta del pie. Solo quería vivir en su propio mundo, a lado de Joel, donde nadie los critique, todo era tan confuso. No podía toda la vida salvar al pequeño chico, aunque así lo quisiera no iba a estar junto a él siempre, el destino lo iba a decir, solo ello.

- ¡Ahg! No puedo, ¡Me rindo! - Estalló en furia, aunque le ayudaba en mucho el mayor seguía fallando, como un completo tonto, según él.

- Tú puedes Joel, por favor.

- No puedo, además tengo miedo, siento que me vas a tirar al suelo.

- Prometo no empujarte hacia la suciedad si tu prometes que lo intentarás

- Pinky promisse - Chilló emocionado.

- ¿Pinky y qué? - preguntó sin entender.

- Pinky promisse, promesa de meñique.

- De dónde lo sacarse o qué - Rio.

- Una canción, además la gente lo dice para sellar una promesa.

- Esta bien, está bien, prometo cuidarte siempre y nunca dejarte solo, nunca.

- Sabes que las promesas de meñique no se rompen ¿Verdad?

- Lo sé por eso te prometo algo que sé que voy a cumplir. Siempre lo haré pequeño - Sonrió revolviendo el cabello del chico.

- Bueno yo prometo ayudarte a cumplir esa promesa, ¿Esta bien? - Dijo y sonrió de vuelta.

- Muy bien chico, promesa sellada.

Y así sellaron su promesa con el meñique. Pero no siempre cumplimos lo que prometemos...

- Ya es demasiado noche, será mejor volver a casa - Dijo el pequeño con una mueca.

- Oh ya veo, no te puedes quedar un poco más, hoy la luna se ve hermosa.

- No puedo ahg, papá se va a enfadar lo más posible que ya regresó de una de sus estúpidas "Juntas".

- ¿Tus padres están juntos?

- Si, aunque sería mejor que no lo estuvieran, parece que vivimos en una casa de muñecas.

- ¿Porque lo dices?

- ¿Que cosa?

- Lo de la casa de muñecas.

- Ah, es porque una casa de muñecas la vemos perfecta, pero no sabes lo que realmente sucede, puede ser que su vida no sea de ensueño ¿Si, me explico?

- Más o menos - Rio.

- Te puedo hacer una pregunta - Susurro he hizo un lindo puchero.

- Claro, dime.

- ¿Porque me salvaste?, y ahora te comportas como mi amigo.

- Soy tú amigo, ¿No lo ves?

- Solo, ¿No te parece extraño?

- ¿Que cosa? - Ladeó la cabeza, en signo de confusión.

- Que tú siendo de los populares estés aquí conmigo, en lugar de una fiesta con tus amigos.

- No soy el más popular – Bromeó.

- Bueno casi.

- Es por qué eres un chico especial.

- Especial en que sentido ¿Raro?

- No, no solo que una persona linda, amable, gentil, ni yo sé.

- Mmm... está bien, ahora sí tengo que irme. Adiós. - Sonrió, provocando ternura en Erick.

- Adiós pequeño.

Y así se despidieron con un amistoso abrazo.
Y la última sonrisa del mayor se la llevo Joel al hacerle una linda pregunta, que no se la esperaba.

- ¿Te puedo decir mejor amigo? - Preguntó con inocencia.

- Claro chiquillo, eres mi mejor amigo.

"Dame un segundo, necesito poner mi historia en orden.
Mi amante está esperando por mí justo al otro lado del bar.
Mi puesto ha sido ocupado por unas gafas oscuras, preguntando por las cicatrices."

There's nothing holding' me back - Shawn Mendes

Training wheels - Melanie Martinez

Bombs con Monday and dollhouse - Melanie Martinez

De are Young - Fun

Cry Baby • JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora