Tommo sabía que no podía pensar con claridad. Era como si un nubarrón se hubiese asentado en su mente, oscureciendo todo a su paso. El agobio seguía enredado bajo su pecho, al igual que la dificultad de tomar bocanadas de aire con regularidad.
Porque todo molestaba, casi tanto como su erección.
No dijo nada cuando Harry abrió la puerta del baño masculino con un codo y echó un vistazo a los lavamanos, donde dos hombres se besaban. Luego, enarcó una ceja mientras se dirigía a los cubículos individuales. Dio un par de golpes con el puño en unos cuantos, vociferando algo sobre que otros tenían derecho a lo mismo. Bufó también cuando lo mandaron a la mierda. En cambio, fueron sus ojos verdes los que centellearon cuando se fijó en el último cubículo del pasillo; al fondo a la izquierda. Entró, tiró a Tommo con él y cerró la puerta. Con pestillo.
Se relamió los labios y el otro no se asfixió.
Harry bajó la tapa del inodoro y se pegó a la puerta, llevando las manos hacia atrás mientras miraba a Tommo de arriba abajo. Pestañeaba despacio, ensalivando sus labios llenos.
El tatuador no sabía cómo obrar. Se le estaba yendo de las manos. Una parte de él le gritaba que saliera de allí. Y por supuesto esa parte no era su polla.
Se sentía frustrado, confuso... Paralizado cuando Harry lo besó.
Dejó los labios quietos cuando sintió un lametón y luego el tirón en sus hombros. La lengua tibia del más alto se coló de repente en su boca mientras aprovechaba para mordisquearle el labio inferior.
Tommo sólo podía exhalar.
Fue Harry el que volvió a tomar sus manos para llevarlas a su trasero. Era tentadora la idea de cerrar los ojos y dejarse llevar... No tenía por qué ser diferente a besarse con una chica. Harry no raspaba, sus labios resbalaban y, mierda, su lengua sabía exactamente cómo moverse para chocar con la suya. Sus nalgas se alzaban a su antojo, así que no dudó en mangonearlas de nuevo. A parte, su perfume era dulzón; ligeramente cítrico.
Tuvo que abrir la boca cuando una mano del chico también toqueteó su entrepierna.
Harry le succionaba la lengua y le recorría con la otra mano la nuca hasta enterrarla en su pelo, le desabrochaba la bragueta... Tommo gruñó cuando le bajó el pantalón, apartó el bóxer y encerró su miembro en la palma de la mano, bombeando. Estaba duro y el otro sonreía sobre sus labios por eso. Él entonces le apretaba más el culo.
Las manos le comenzaban a hormiguear y el calor se volvía insoportable. Aquellos baños no olían especialmente bien, así que tener a Harry cerca era la mejor opción. Harry masturbándolo era muy buena opción.
Tiró de la camisa amarilla de flores cuando esa vez fue él el que le chupó la lengua. Harry gimió cuando Tommo le jaló incluso del pelo. Y habló:
—Date la vuelta.
Los ojos verdes se abrieron y el tatuador tensó su mandíbula tras articular las tres palabras.
Harry se desabrochó el pantalón, haciendo sonar la cremallera y el jalón en su ropa interior. Y lo hizo, se dio la vuelta. Apoyó una mano en la puerta del baño al inclinarse.
Tommo sudó cuando las nalgas pálidas quedaron a su exposición. Cuando las pudo tocar sin ropa y tantear al separar sus pliegues. Debía ser tan apretado... Y Harry sabía cómo toquetearse a sí mismo para exponerse...
—Tengo condones —musitó el tatuador.
—Y yo.
Se sintió estúpido cuando intentó rebuscar en su pantalón para dar con su billetera. El condón llevaba allí un par de meses, pero ya se había percatado hacía unas semanas de que su caducidad estaba prevista para el año siguiente. Agradeció en ese momento haberse compadecido de sí mismo viendo la puñetera fecha de un preservativo. Joder que sí.

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PASSIONFRUIT
Fanfiction«Cariño, si lo que te gusta es dar por detrás, quizás deberías probarlo con un hombre. Tú también deberías probarlo, al menos así disfrutáis los dos». La prostituta le mandó un beso y guiñó un ojo antes de salir de la habitación de hotel. La jodida...