Carlos me volvió a dar unos golpecitos en la espalda, pero en vez de tranquilizarme, me sentí acorralada; sólo pude pensar rápidamente en dejar abierta la puerta del apartamento y mantenerme a distancia del extraño que quería entrar en mi casa; dejé pasar a Carlos y le señalé el escritorio donde estaba el computador.
—El computador está por allá. ¿Quieres gaseosa?
Carlos no respondió, solo conectó el mouse en la torre y empezó a realizar unas pruebas; yo lo observaba desde la cocina y empecé a servir las gaseosas muy lentamente, mientras analizaba sus movimientos.
—El puerto donde conectas el Mouse tiene un corto, te lo coloqué en otro, ahí te quedó bien —dijo Carlos, mientras se paraba del escritorio y salía del apartamento.
—Gracias. Espera... Tu gaseosa —respondí mientras extendía mi brazo con el vaso─. Carlos no me volteó a mirar. Tal vez se dio cuenta del amague que hice para servir, y ahora se iba sin más. ─Pensé mientras escuchaba que la puerta del apartamento se cerraba.
Me sentí un poco mal y dejé los vasos con gaseosa encima de la mesa del comedor. Salí corriendo a decirle que mañana sin falta le devolvía el mouse, un poco para reparar mi descortesía, pero cuando abrí la puerta... no ví a nadie. Volví a sentir un fugaz escalofrío, pues la puerta de mi apartamento quedaba lateral al ascensor y desde allí podía ver que éste se encontraba en el doceavo piso del edificio.
—¡Pero qué tonta soy! Tal vez se fue por las escaleras. —Pensé.
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Antes de la Tragedía
ContoEn el apartamento de Camila están sucediendo cosas extrañas desde que pidió ayuda a un vecino. El acoso pronto tomará forma de tragedia y tendrá un final sorprendente. 3.947 Palabras y 16 capítulos cortos para facilitar la lectura. Espero que la dis...