¡Mi mouse se dañó! <(

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Estaba harta de comprar Mouses baratos en la miscelánea del barrio, lo máximo que me duraban era un mes. Me levanté del escritorio y cogí mi maleta decidida a irme para TecnoStore a comprarme uno que valiera la pena.

«¡Ah! ¿Pero qué estoy haciendo? La tienda queda muy lejos y tengo mucha tarea... ¡No importa, estoy harta!» —Pensé mientras guardaba las llaves del apartamento en mi maleta.

Luego del hastío de los trancones de ida y regreso, llegué feliz a mi apartamento, el 204 en el edificio Home Bacata; pero la felicidad se me esfumó como pompas de jabón al ver que equivocadamente el vendedor me había empacado una tablet:

—¡Qué estupidez! ¡Ya son las seis de la tarde! ¡No alcanzo a cambiarla!

En ese momento recordé que ayer se me había presentado un gordito simpático:

—Hola, me llamo Carlos. —Visualicé de repente en mi mente ese momento—. Vivo en el sexto piso, apartamento 603. Soy técnico en computadoras, aquí tienes mi tarjeta por si algún día necesitas algo.

Abrí apresuradamente la puerta del departamento, subí al ascensor y me encontré con don Manuel Rodríguez. —Vecino amigable que siempre tenía una sonrisa dispuesta para saludar a todos en el edificio.

—Buenas tardes señorita.

—Buenas tardes don Manuel.

—¡Qué tarde tan fría! —dijo don Manuel frotándose las manos.

—Sí, desde hace un mes todas las tardes llovizna a la misma hora y hace mucho frío —respondí.

Antes de la TragedíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora