BRING HIM BACK ༄ MARVEL

•CAPÍTULO 10•

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•CAPÍTULO 10•

¿CONFIANZA O 

DESCONFIANZA? 

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Wanda miro nuevamente dudosa a su hermano y negó. Pietro era todo para ella, le confiaría hasta su propia vida.

—Eres mi hermano. Jamás podría desconfiar de ti —ella digo confiando ciegamente.

Pietro sonrió tratando de ser sincero. Cosa que ella creyó sin problema alguno.

—¿Entonces no me quitarás esto? Vamos Wanda. Creí que confiabas... —comenzó a persuadir.

Ella le miró, él hacía cara de cachorrito, moviendo las esposas en sus manos.

—¡Y lo hago! —ella se defendió, sintiéndose culpable.

No quería que su hermano pasara por eso, él no era un prisionero. Eso era lo que él sembró. Esa duda que ella ahora tenía en su cabeza.

¿Obedecer o no obedecer?

Sabía que sus compañeros se molestarían mucho si ella hacía aquello. Pero la mirada expectante y de cachorro que Pietro le estaba mostrando pudo con ella.

Movió sus dedos y el agarre se deshizo. Pietro sonrió triunfante.

—Gracias hermana, sabes que te amo —dijo.

—También te amo Pietro —ella tomó su mano y entrelazó los dedos.

Pobre e ilusa Wanda, ella aún creía que ese era su Pietro, cuando en verdad él estaba aún enterrado y probablemente nunca volvería.

[...]

—¡Eso era exactamente lo que no tenías que hacer, Wanda! —le gritó Steve.

Los Vengadores ya estaban al tanto de que Pietro podía moverse libremente cuando se le apeteciera.

Steve, más que ningún otro, estaba muy enojado con Wanda y no lo ocultaba. Había estado aguantando bastante por ella, conocía que pasaba por muchas cosas, pero eso ya era el colmo.

—Lo siento, pero es mi hermano y no es un prisionero, Steve —ella lo miró con molestia.

—Quieras o no, hermano o no, es un peligro para todas las personas del edificio. No sabes si le puede dar otro ataque de locura. ¡Casi te mata! —exclamó verdaderamente preocupado.

Aunque él ya era de por si bastante protector con sus amigos, quería y protegía aún más a Wanda. Sentía que debía hacerlo. Ella estaba bastante sola en el mundo, así como él, así como todos en el fondo.

Por eso eran un grupo, todos se apoyaban, estaban ahí para cuidarse mutuamente las espaldas, no para atacarse.

—Él no es así. Sólo estaba asustado, es todo. Es el mismo Pietro que conociste en Sokovia —dijo cruzada de brazos.

Ella conocía lo suficientemente bien a Pietro, más que todos ellos juntos. Sabía cuándo su gemelo tenía un problema, cuando estaba triste o verdaderamente feliz. Incluso si no podía controlar su hiperactividad, ella también sentía su frustración.

Le extrañó que no haya sentido nada de eso. Como si esa conexión de gemelos se haya roto.

No quería pensar en eso, creía que sólo era el hecho de que Pietro recién estaba regresando en si, aún lo suficientemente abrumado como para sentir algo específico.

Steve había dejado la habitación, ya no podía permitirse seguir en una discusión que no llevaría a nada más que problemas.

Se dirigió hacia donde su amigo moreno estaba, necesitaba realmente hablar con alguien del tema.

—¿Sin suertes por allá? —él preguntó al ver la cara de frustración de Steve.

—Es su hermano, lo va a proteger antes que a nada —bufó un poco.

Sam palmeó su espalda eligiendo sus palabras cuidadosamente, como todos hacían recientemente. Estaban todos demasiado sensibles.

—Sólo dale tiempo a que se acostumbre de nuevo a vivir, quien sabe que vio en el más allá —dijo tratando de ser lo más comprensivo con el sokoviano.

El capitán asintió estando de acuerdo. Pero vigilaría muy de cerca a ese par de extranjeros. Al más mínimo descarrile en verdad iba a poner los puntos sobre las íes.

No dejaría que nada sucediera estando bajo el cuidado del mismísimo Capitán América.

[...]

Las clases de América habían seguido con normalidad mientras aún la tensión se podía sentir en la mansión.

Storm no había ido a las clases que tenía pautada, al parecer había tenido que salir, como explicaron a sus alumnos.

La chica tenía una vaga idea de a donde ella podría ir, pero no quiso decir nada a nadie. Seria mejor que ninguno supiera exactamente lo que había sucedido hacia ya algunos días.

No le habían dicho nada más acerca del joven que ella revivió. La verdad es que estaba verdaderamente intrigada por él. Quería saber si estaba bien, si recordaba algo, si no había resultado del todo bien.

Se sentía rara, desde ese día, cómo si tuviera una conexión con él, era extraño de explicar, pero así sucedía.

Al fin y al cabo, ella había sido la causante de su regreso al mundo de los vivos y lo menos que podían hacer era comentarle su avance. Pero eso no pasó.

Cuando quiso hablar con el profesor o Jean ambos habían dicho que estaban muy ocupados. Podía entender que algo estaba ocurriendo.

Quizá algo grande estaba por venir.