Capítulo 13: Celos, amigos y recuerdos.

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Los personajes son de William Joyce y Naoko Takeuchi.
Besos dejen comentarios su quieren.
Dam Frost.

- Sailor Star Maker, Sailor Star Healer y Sailor Star Fighter, ¿Que hacen aquí? - Pregunto Artemis, a las Sailor Stars Lights.
- Hola chicas ¿Nos extrañaron? - Pregunto Sailor Star Fighter.
- ¿Necesitan ayuda? - Pregunto, Sailor Star Healer.
- Chiquillas tontas, ¿Creen que me podrán vencer? Soy invencible. - Dijo el exprofesor de gimnasia.
- ¡Cállate, zombi! ¡Laser de Estrella Fugaz! - Grito Sailor Star Fighter. Al momento apareció en su mano un aro de luz rodeado de estrellas, creando un poderoso ataque que lanzo contra el hombre-sombra, que salió disparado varios metros atrás, impactándose en el suelo.
- ¡Maremoto de Neptuno!  El hombre se levantaba trabajosamente, cuando otro ataque lo lanzo nuevamente al suelo.
- ¡Hay que acabar con él! Así no causara más problemas, Estrella de Sailor Maker  Grito preparándose para lanzar su ataque, cuando una voz la detuvo.
- ¡No lo mates! ¡Detente por favor!  Grito Norte a las chicas.
- ¿Quién eres? Y ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que te atreves a interrumpirnos?  Pregunto Sailor Uranus no entendía las razones qué podría tener ese hombre, para impedir qué se deshicieran del sujeto qué tantos problemas había causado.
- Somos los Guardianes de la Infancia, y estamos aquí, para proteger a los niños y a la humanidad.- Dijo Thoot.
- ¿Guardianes de la Infancia? - Pregunto Sailor Mars.
- Si, ¿Nunca han oído hablar de nosotros? - Pregunto Norte.
- Es mejor que se vayan, no queremos que se entrometan en nuestros asuntos. - Dijo Sailor Uranus, con rabia.
- ¡También son nuestros asuntos! Niñitas, y no pueden matarlo, dentro del aún está el alma y corazón de un ser humano.  Dijo Bunnymund.
- No es humano, se ha vuelto un monstruo y tiene que morir para qué no lastimé a gente inocente. - Dijo Sailor Neptune.
- ¡No! Estoy seguro que aún hay esperanza de cambiarlo. - Volvió a decir Bunnymund.
- No eso es imposible, váyanse y no se entrometan. - Dijo Neptune.
- No es momento de pelear, chicos, si no de confiar en nosotros, ¿Creen que estaríamos aquí si no quisiéramos ayudar? - Pregunto Peter Sunshine, espíritu del Otoño y amigo de Jack.
- ¿Qué haces aquí? - Pregunto Norte.
- Me envió el Hombre de la Luna, por supuesto. - Respondió.
- ¡Basta de charla! Hay que acabar con ese monstruo, ¡Váyanse! No los necesitamos. - Dijo una vez más Sailor Uranus, pero una voz la cayó.
- ¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? Cuanta celebridad, un momento ¿Dónde está el entrometido de Frost? - Pregunto buscándolo con la mirada.
- No es asunto tuyo Pitch, ¡Lárgate! o te Pesará. - Amenazo Bunnymund mientras Sandman preparaba sus látigos, para atacarlo.
- Siguen siendo patéticos, tontos Guardianes. Pero debo decirles que no les servirá unir fuerzas con estas niñas, todo el mundo será mío y no podrá escapar de la oscuridad y de mis pesadillas, Por fin los venceré a todos. El mundo creerá en mí. - Dijo Pitch amenazante.
- Nosotras no permitiremos que te apoderes de nuestro amado planeta, lo protegeremos con nuestra vida si es necesario. - Dijo Sailor Mercury.
- ¡Niñitas estúpidas! ¿Creen que me interesa charlar con ustedes? Por supuesto que no, y ni ustedes ni nadie podrá detenerme jajajajaajajajaja ¡Vámonos imbécil! ¡Eres un inepto, incompetente! No se puede confiar en sirvientes humanos, todos hacen lo que se les da la gana, ¿crees que arriesgare mi plan por ti? - Dijo Pitch al hombre-sombra.
- ¡Alto ahí! Espera ¿Quién eres y quien es tu aliado? - Dijo Sailor Júpiter.
- ¡Hay pero que descortés soy! No me he presentado, mi nombre es Pitch Black, mejor conocido como El coco y soy la razón por la que los niños tenían miedo de asomarse bajo la cama en las noches, ¡Ahhh! Que época tan maravillosa para mí, todos me tenían miedo, y creían en mí, pero todo cambio cuando el Hombre de la Luna los eligió a ellos, para protegerlos, pero no importa,  ahora me apoderare del mundo. - Grito con burla.
- ¡Pitch! Date por vencido antes que te acabemos igual que la última vez, sabes que no ganaras esta pelea, ¡Ríndete! - Dijo Norte.
- Lo siento pero eso no ocurrirá, ahora soy más fuerte, y no necesito el miedo tanto como antes, tengo otros poderes, y ¡Basta de charla! Ustedes, me aburren tontos fenómenos ¡Vámonos! Ya me estas colmando la paciencia, inepto. - Dijo desapareciendo entre un espeso humo negro, llevándose al maltrecho hombre con él.
- Tenemos que irnos, las veremos en otra ocasión. - Dijo Thoot, elevándose para volar, seguida de Peter que también se fue volando, Sandman se elevó en su nube dorada, Norte lanzo una esfera de nieve y se perdió tras un portal, y Bunny solo golpeo el suelo perdiéndose en uno de sus túneles.
Las chicas observaban todo sorprendidas, no entendían quiénes eran esos personajes tan peculiares.
- Pero ¿Quiénes eran esos tipos tan raros?  Dijo Reí.
- No lo sé, pero eso de Guardianes de la Infancia se me hizo conocido, tengo la impresión que los he visto antes.- Dijo Amy.  De cualquier forma investigare sobre ellos.
- Nosotras también nos retiramos.  Dijo Taiki.
- Chicas ¿Dónde está bombón? - Pregunto Seiya. Que se moría por verla y le extraño que no estuviera en la pelea.
- Este en en su casa si ahí. - Dijo Mina nerviosa.
- ¡Genial! Entonces iré a verla.  Dijo alegre.
- ¡Nooo!  Dijeron todas a un tiempo.
- ¿Por qué? ¿Qué ocurre?  Pregunto.
- Es que no se sentía bien y por eso no está aquí con nosotras.  Dijo Lita, con nerviosismo.
- Pues con mayor, razón tengo que ir a verla.  Respondió.
- Seiya, por favor, no vayas - Dijo Luna con nerviosismo.
- ¿Qué es lo que ocurre? Me están asustando.  Pregunto.
- Es que ella... ella no te recuerda  - Dijo Artemis.
- ¿Queee? ¿Cómo es eso posible?  Pregunto Taiki.
- Luna nos había borrado todos los recuerdos, no recordábamos nada de la pelea contra Galaxia, pero en vista de los nuevos enemigos, Luna nos acaba de devolver nuestros poderes.  Dijo Amy.
- Pero, si se los devolvió, entonces si me recuerda.  Dijo esperanzado.
- No Seiya, Luna nos devolvió los recuerdos a nosotras, pero a ella no.  Dijo Mina.
- Pero ¿Por qué hiciste eso? Es injusto, no está bien, ¿Cuánto tiempo pensabas tener en secreto que es la Princesa de la Luna?  Respondió Seiya con rabia y frustración.
- Seiya, no te pongas así, fue por el bien de ella, ¿Crees que, no se me partía el corazón cuando la miraba observar las estrellas con tristeza? Te recordaba y sufría por eso, siempre fuiste alguien especial en su corazón, y ni siquiera Darién podía hacer que su dolor disminuyera, así que decidí borrarle todos los recuerdos de que Eternal Sailor Moon, peleo contra Sailor Galaxia, y así ella pudo llevar una vida feliz en este tiempo. - Respondió Luna con tono desesperado.
- Pero es que eso no es justo, quiero verla, y recuperar su amistad, volver a sentir el hermoso resplandor que emana de ella, nunca en todo el universo conocí alguien como ella, y me estoy muriendo por verla y decirle cuanto la extrañe y tu ¿Me dices que no puedo verla? No es justo, me oyes ¡No es justo! - Dijo apretando los puños con fiereza.
- Seiya, no te pongas así, por favor, ¡Cálmate!- Dijo Yaten.
- ¿Cómo me pides que me calme? ¿No entiendes lo que me dijo?  Le pregunto con rabia.
- Seiya te prometo que pronto la hare recordar todo, pero no me trates así, por favor, te pido paciencia, sé que no podre seguir postergando este momento por más tiempo, que necesitamos a Eternal Sailor Moon para esta batalla, solo ella podrá devolver a ese hombre a la vida normal. Solo te pido unos días.  Dijo con voz suplicante.
- Esta bien, no tengo otro remedio, vámonos no tenemos nada que hacer aquí.  Dijo con voz temblorosa, y amarga, y dándoles la espalda a todos, para que no vieran las gruesas lágrimas que empezaban a resbalar de sus ojos, Taiki y Yaten se despidieron también, siguiendo a Seiya con preocupación, parecía que él siempre tendrían algo que se interponía entre él y Serena.
- Nos veremos pronto y Luna, no te tardes por favor.  Dijo Taiki, mirando a Seiya con preocupación.
- Creo que es mejor que vayamos a descansar ha sido un día muy pesado.  Dijo Luna a las chicas, todas se despidieron pensativas y aun sorprendidas por los grandes acontecimientos que habían ocurrido, sobre todo tenían que investigar quien era ese extraño hombre de piel grisácea que los había amenazado y los extraños personajes que llegaron a impedir que mataran al hombre-sombra. Fue una noche de insomnio para todos, preguntándose cuando seria el día que no tendrían que pelear contra nadie.
OoO
Serena estaba en su habitación, cepillando sus largos y rubios cabellos, pensando en la agradable tarde que paso con Jack, jugando y comiendo golosinas, se ruborizo al recordar el apasionado beso que se dieron,
- "Sé que para Jack también ha sido muy especial". - pensaba mientras abría uno de los cajones para guardar el cepillo, se sorprendió al encontrar una pequeña cajita, tenía mucho tiempo que la había guardado (desde que rompió con Darién) y ya no se había vuelto a ocupar de ella, la abrió y vio el hermoso anillo en forma de corazón, que Darién, le obsequio cuando iba a Estados Unidos, el verlo le hizo sentir un poco de melancolía, y silenciosas lágrimas, resbalaron por sus mejillas al recordar cuando lo despidió en el aeropuerto, completamente enamorada, y lo feliz que era a su lado y él era distinto, la amaba y la trataba como a su reina, como si fuera la mujer más importante, en su vida, pero eso había cambiado, sin que se diera cuenta en qué momento se volvió un extraño para ella.
Sintió un vacío en el pecho, sentía que algo o alguien le faltaba, que algo no encajaba bien en su mente, era una sensación que no sabía descifrar, siempre que intentaba recordar el regreso de Darién, algo le impedía hacerlo y eso había momentos que la desesperaba, limpio sus lágrimas y volvió a guardar el anillo en el cajón, después lo devolvería a Darién.
Después observo el hermoso anillo de zafiro que le dio Jack y una dulce sonrisa se posó en sus labios, recordando el tierno primer beso que le había dado cuando fueron a patinar, y justo en ese momento se lo dio, ahora si sabía lo que quería decir ese anillo, y no era la misma tonta que Darién conocía, sabia del inmenso amor que Jack sentía por ella, tenía la sensación que Jack había estado muy solo antes de conocerla, y que desde que estaban juntos en su mirada había surgido un brillo de felicidad, que no se podía ocultar, y era algo que la hacía feliz, pues sabía que ella era el motivo de tanta felicidad, y eso a la vez le daba miedo, porque Darién en un principio era igual de tierno y amoroso y después cambio completamente convirtiéndose en una persona fría e insensible con ella, Desecho esos pensamientos y se dispuso a dormir, pues al día siguiente tenía escuela.
Luna la observaba en silencio, desde que le había borrado los recuerdos no volvió a hablar con ella, y sabía que a pesar del amor de Jack había momentos en que ella tenía miedo de que Jack cambiara y la abandonara igual que Darién, y sabía que ese golpe sería más difícil de superar. También sabía que no podía seguir atrasando más el momento de que ella volviera a ser Eternal Sailor Moon, pero no tenía el valor de acabar con la paz que ahora tenía. Pensaba mientras la observaba dormir tranquilamente.
OoO
Al día siguiente...
- ¡Hay no! ¡Ya se me hizo tarde! Mamá... ¿Por qué no me hablaste antes? - Preguntaba mientras corría por todos lados.
- Serena, eres una niña demasiado perezosa. ¡Te hable hace media hora! Ya no te dará tiempo de desayunar.- Le gritaba mamá Ikuko desde la cocina.
- ¡Hay mamá! No me regañes por favor - Dijo mientras bajaba velozmente.- Nos vemos al rato, tal vez salga con Jack a tomar un helado. - Le grito dirigiéndose a la puerta.
- ¡Pero no llegues tarde! ¡Ten tu almuerzo! - Le grito antes de que saliera.
- ¡Cielos! ¡Gracias mamá! Casi se me olvida, ¿Echaste algo para Jack? - Pregunto caminando nuevamente a la puerta.
- ¡Claro qué sí! Ese chico es un amor, invítalo a cenar uno de estos días, prometo cocinar algo delicioso. Y no le diré a papá qué es tú novio. - Respondió la Sra. Tsukino.
- ¡Ya escuché Serena tonta, y me debes muchos favores! - Grito Sammy bajando las escaleras,
- ¡Sammy cállate! Dices puras tonterías, ¡Mamá dile qué me deje en paz! - Le dijo Serena.
- Anda ya apúrate y olvida a este zonzo. - Le dijo su madre, sonriendo amorosa.
- Está bien, nos vemos más tarde. - Dijo y salió corriendo a toda velocidad.
OoO
- Veo qué no has cambiado bombón, siempre llegando tarde. - Dijo una alegre voz a sus espaldas. Se le hizo familiar, aunque no sabía de donde, se volvió a verlo y su mirada reflejo sorpresa, pues se encontró con un apuesto chico vestido con el uniforme escolar, de cabello negro, sujeto en una larga coleta, qué la miraba sonriendo.
- ¿Cómo te atreves a hablarme? Eres un grosero, impertinente, latoso y y ni siquiera te conozco. - Respondió enfadada, aunque tenía la impresión de qué eso ya lo había vivido.
- Sí... Definitivamente no has cambiado. - Dijo él chico recordando la primera vez que hablaron. Pues la situación fue la misma. Y a la vez sintió una punzada en él corazón al saber qué esa amistad tan especial qué tenían se había olvidado.
- No me molestes. Muchachito creído. - Dijo dándole la espalda y cruzando los brazos al frente de ella en señal de molestia.
- ¿Te está molestando este sujeto, chiquita? - Preguntó Jack abrazándola posesivo y celoso.
- ¡Jack! ¿También se te hizo tarde? - Le preguntó mirándolo con ojos radiantes.
- Hmmm sí... Un poco. - Dijo rascándose la cabeza con nerviosismo, después se puso serio. - Pero ¿Te está molestando este? - Preguntó mirando a Seiya receloso.
- ¡Ha este! No para nada, ni siquiera lo conozco.  Dijo dándole la mano y entrando a la escuela.
Seiya no entendía lo que estaba viendo ¿Que no se suponía que Darién era su novio y que prometió cuidarla? Algo no estaba bien, esas sorpresas no le gustaban nada.
Entraron al salón de clases y se sentaron como siempre, Darién no podía evitar sentir celos de verlos tan felices, y rabia con el mismo, pues había tenido a ese diamante en sus manos y no supo valorar su genuina belleza. Una voz en la entrada lo distrajo de sus pensamientos.
- Profesor Chiba, aquí están tres estudiantes que se integraran a este grupo.  Dijo el Director Tomoe en la entrada, y dándole el paso a tres jóvenes que él conocía muy bien, rodo los ojos con molestia y se levantó.
- Pasen chicos, preséntense con el grupo. - Dijo sonriendo con malicia pues una idea estaba llegando a su cabeza.
- No es necesario, ellos estudiaron aquí el año pasado y se fueron por asuntos personales, pero ahora este año, nos honran con su regreso, bueno me despido. - Dijo el Director saliendo presuroso.
Seiya lo miro con sorpresa, definitivamente algo no estaba marchando bien, lo menos que esperaba era que Darién fuera su profesor. Nada tenía sentido su bombón con otro chico y el que se suponía el amor de su vida estaba ahí tan campante.
A Serena le sorprendió escuchar al Director y se puso pálida, no lo entendía, si realmente ellos habían estudiado ahí, debería recordarlo pero algo bloqueaba su mente. Se puso las manos en la cabeza con desesperación, no lo entendía, las chicas la miraron y cruzaron miradas, pero guardaron silencio, y Jack le pregunto.
- ¿Te sientes bien? -
- Este si claro, no es nada. - Respondió con voz insegura. La voz de Darién la saco de sus pensamientos.
- Overland, pase al asiento junto a la Srta., Montalvo. - Dijo con tono burlón.
- Si Profesor, lo que diga.  Respondió Jack mirándolo con rabia mal contenida.
- ¡Hola bombón!, me sentare junto a ti, así que trátame bien. - Le dijo con voz alegre.
- Mi nombre es Serena ¿Me oyes? Serena, no bombón. - Respondió enojada.
- Muy bien Serena bombón aunque eso ya lo sé.  Contesto risueño.
- ¡Guarden silencio! Jovencitos.  Dijo Darién, con mal disimulada burla, al ver a Jack.
Jack los observaba con rabia y en toda la clase no pudo poner atención, pues Seiya distraía a su novia continuamente.
- Jóvenes, - Hablo Bunny en la entrada ante los suspiros de las jovencitas del grupo. - El tan esperado torneo de Voleibol es mañana y me complace anunciar que el grupo Tree Ligths nos honrara con cantar al cierre del torneo.- Dijo con entusiasmo, miro a Jack y la rabia en sus ojos no era buen augurio, después miro a Serena y comprendió todo. Sonrió burlón y lo miro,
- Date por muerto. - Pensó Jack, que solo le hizo una seña pasando una mano por su cuello.
- ¡Siiiii!  Exclamaron todas a coro, con felicidad.
Las clases concluyeron y Jack espero a Serena a que saliera del aula.
- Hola chiquilla te estaba esperando  Dijo pasándole el brazo por los hombros y encaminándose a la salida.
- Jack ¿Qué vamos a hacer hoy?  Pregunto sonriendo.
- Pues ya lo veras, es una sorpresa, ve a tu casa para que te cambies y te traes ropa para nadar, yo iré a la mía, y paso por ti. - Respondió despidiéndose de ella con un tierno beso en la mejilla, y corriendo a su casa.
- Bombón ¿Porque no estas con Darién? - Pregunto, Seiya a Serena, mientras caminaba junto a ella.
- No me estés persiguiendo, pervertido.  Dijo Serena sin dignarse a mirarlo.
- ¡Quee! ¡Oye! Claro que no, solo que por aquí vivo. - Respondió ruborizándose.
- Pues entonces, mejor vete y déjame en paz. No me gusta hablar de Darién.  Dijo con evidente molestia, ese guapo chico la ponía nerviosa.
- Lo siento, no fue mi intención molestarte.  Dijo avergonzado.
Serena guardo silencio cabizbaja y Seiya la dejo sola, se daba cuenta que no era algo de lo que le gustara hablar.
OoO
- ¿Qué demonios le hiciste a Serena, Darién? te pedí que la cuidaras y la hicieras feliz porque ella te amaba y ¿No pudiste cumplir algo tan simple? - Dijo Seiya sujetándolo de la camisa con fuerza.
Darién lo miro sorprendido, no conforme con lidiar con Jack ahora tenía que soportar a Seiya, el verlo le había dado gusto, era un buen amigo, pero no le gustaba que no ocultara el amor que sentía por su princesa.
- ¿De qué hablas? ¿No entiendo?  Le pregunto haciéndose el loco.
- ¿De qué hablo? Pues de Serena y ese muchachito, ¿Por qué no está contigo? Se supone que tú la cuidarías.  Dijo furioso.
- Si la tenía que cuidar pero ella no quiso seguir conmigo, y prefirió a ese, ¿Crees que no me duele? Si me duele y ¿Sabes porque? La amo y no está conmigo, sino con ese muchachito, ya no me ama, me olvido.  Dijo con rabia.
- Darién no me quieras engañar, ella te amaba más que a nadie en el mundo, y no creo que eso cambiara así porque sí. Algo grave debió hacer para que se enojara y terminara contigo.  Dijo, esperando que le dijera la verdad.
- Es la verdad, y ya déjame solo tengo cosas que hacer.  Dijo haciéndolo a un lado con rabia, mientras salía afuera del aula.
- No te quitare los ojos de encima, y si tan solo haces algo para lastimar a Serena, te pesara, no merecías su amor antes y no lo mereces ahora. ¿No entiendo porque ella te amaba tanto?  Dijo saliendo también y dirigiéndose a la salida donde Yaten y Taiki lo esperaban.
- ¿Por qué te regresaste?  Dijo Taiki.
- Tenía un asunto que arreglar.  Dijo con voz molesta.
- ¿No se tratara de esa niña? ¿Verdad?  Pregunto Yaten con molestia.
- Si, es sobre ella, quería saber porque no está con su novio, y quien era ese muchachito.  Respondió a Yaten.
- Otra vez habrá problemas con eso, estoy seguro. Recuerda que sus amigas no te querían cerca de ella.  Dijo Taiki, pensativo.
- Ahora es distinto, pero no creo que ellas sean el problema. - Dijo pesaroso.
- Mejor vamos a comer algo.  Dijo cambiando súbitamente de humor Seiya, sin Darién ahora tenía el derecho a luchar por su amor. Sonrió para sí mismo con actitud optimista ante la mirada sorprendida de Yaten y Taiki.
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Jack y Serena llegaron a la playa, y se metieron a nadar felices, jugando, y chapoteando, después de un rato se sentaron en la arena a descansar y comer los sándwiches que Jack había llevado.
- ¿Sabes, chiquita? Te amo, por sobre todas las cosas, y no soportaría separarme de ti.  Dijo Jack con voz tierna mientras le pasaba un brazo por el hombro y la abrazaba.
Serena lo miro y se dio cuenta que ya no sentía nada por Darién, que Jack con su dulzura y sus cuidados había conseguido sanar las heridas que él había dejado y ahora no quedaba ningún rastro de ella. Lo beso con ternura y se abrazó a él con delicadeza.
A lo lejos los Guardianes, los observaban, sonriendo felices de ver que por fin Jack tendría la felicidad que tanto merecía y que ellos no habían podido darle a pesar de tratar de que se sintiera en familia, era algo que solo una chica tierna y dulce como Serena pudo lograr.
- Se ven felices.  Exclamo Thoot.
- Si, por fin, ha encontrado el amor.  Dijo Norte con una sonrisa.
- Se les olvida que tenemos que acabar con Pitch, si se entera que Jack es el que está ahí, intentara quitarle a esa niña, y el sufrirá muchísimo por eso.  Dijo Bunnymund, que hasta el momento había sido el más realista.
- Bunny, no lo arruines por favor. Se ven tan tiernos, tenemos que hacer algo para que esta felicidad no se la arrebaten a Jack.  Dijo Thoot.
- Pues, aparte de que Pitch se la quiera quitar, está el cretino de su ex novio, y otro niño, que acaba de ingresar a la escuela. Lo he observado y él también la ama, ¿Qué tendrá esa niña que los enamora así? Se ve tan ordinaria.  Dijo mirándola con suspicacia.
- ¡No es ordinaria! ¡Si Jack se enamoró de ella es porque es muy especial!  Dijo Thoot con molestia.
- ¡Basta! No me dejan pensar.  Grito Norte.
Sandman los miraba con evidente enfado. No le gustaba estar espiando a Jack aunque debía reconocer que se veía radiante y feliz como nunca lo había visto, ni siquiera cuando los niños lograron verlo por fin.
- Si tienes razón ¡Vámonos! Hay que hablar con El Hombre de la Luna, han surgido tantos problemas que necesitamos ver qué solución nos da.  Dijo Norte.
- Si, pero no creas que usare el portal. Yo los veré en el Polo.  Dijo Bunny golpeando su pata en el suelo y abriendo un túnel.
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