capítulo 19 pesadillas parte 3

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Hola... Un saludo y una disculpa, aquí mi continuación.
Muchas gracias a los que me leen y dejan reviews o comentarios, y a los que no también.
OJO... Esta última parte es un poco fuerte, así que espero que no me maten.
Los personajes no me pertenecen, son de William Joyce y Naoko Takeuchi. Mystery ya sigo con tus ideas y Any Gomez igual las tuyas.

Capítulo 19
Pesadillas (tercer y última parte)

— Hola... Buenas tardes... La puerta estaba abierta y me atreví a entrar... ¿Pero que significa esto? ¿Es por "este" que dejaste a Jack? — Dijo Bunny con indignación al ver a Seiya abrazando a Serena.
Ambos se volvieron a verlo sorprendidos, y Bunny se acercó a Serena mirándola con ojos implacables, llenos de asco y repugnancia, ella sintió miedo a esos terribles ojos verdes, pero se sobrepuso.
— Aster... No es lo que piensa... Por favor... Yo no hice nada malo... Escúcheme — Suplicó.
— ¿No es lo que pienso? ¡Te vi abrazada a él! Eso solo quiere decir que dejaste a Jack porque te aburrió y quisiste probar con "este", es normal en ti, debí sospecharlo, si dejaste a Darién por Jack... Eres de lo peor. — Dijo insultandola lleno de rabia.
— No le permito que la trate así. Ella es una dama y la chica más bondadosa que jamás haya conocido, Jack es muy afortunado de tener su corazón. — Dijo Seiya con furia.
—La trato como se lo merece una chica como ella, alguien así no puede estar con él... No merece ni su amor ni sus sufrimientos. Y pensar que yo ingenuamente vine a pedír tu ayuda. — Dijo con amargura.
— ¿Ayuda? ¿Le ocurrió algo a Jack? — Preguntó ansiosa.
— Eso ya no es asunto tuyo. Fue un error venir aquí. — Dijo dándose la vuelta para salir de ahí.
—¡Por favor! Dígame que le pasa, que no ve que me estoy muriendo por dentro. — Suplico Serena de teniéndolo del brazo para que no se fuera.
Seiya sintió pena por ella, al verla así, aferrada al Profesor como quien se aferra a una tabla de salvación, con ojos llenos de dudas y miedos, así era su Bombón, de hermoso y cálido resplandor, capaz de sacrificar el amor por el bien de la humanidad. Y sintió pena por Jack que al igual que él también la adoraba, y tenía que alejarse de ella sin una razón aparente que explicarán su renuncia al verdadero amor, y pena por él mismo, al comprender que el jamás sería el dueño de su amor, ella jamás le daría a él esa mirada que asomaba a sus ojos en esos momentos, llena de preocupación y amor hasta el extremo.
Bunny la miro y reconoció en sus ojos la verdad de su amor por él, esa niña estaba sufriendo tanto o más que Jack. Pero ¿Porqué lo dejo si lo amaba? Era algo que no comprendía, que razón podría ser tan poderosa que la obligará a renunciar al amor de Jack.
— El esta muy mal, no se puede levantar, no abre los ojos, esta como muerto. — Dijo por fin.
— ¡No! ¡Eso no! ¡No puede ser! Él... Estará bien. Tengo que ir a verlo. — Dijo con el alma hecha pedazos y la mirada pérdida.
— Lo siento, pero eso ya no es de tu incumbencia. Adiós. — Dijo saliendo de ahí sin mirar atrás.
— No escucha... Por favor — Pero él no la escucho.
— Bombón, cálmate todo estará bien. —
— Pero... Es que él, está... —
— Tranquila, todo estará bien, yo te llevaré con él. — Dijo abrazándola, demostrando en ese acto un amor tan grande que lo rebasaba. Y Con la seguridad de que ella nunca lo amaría como el deseaba.
Bunny se fue de ahí con los puños apretados. Cabizbajo y con la sensación de impotencia por no poder hacer nada por Jack.
El atardecer estaba llegando con la certeza de que sí no hacían nada por Jack el no despertaría jamás, si tan solo el Hombre de la Luna les dijera que hacer, pensaba con impotencia.
***
Llegaron a la casa de Jack y Serena tocó ansiosa.
— ¿Qué quieres aquí? — Dijo Bunny en la entrada.
— Vine a ver a Jack. —
— Te dije que no es asunto tuyo. ¡Vete! —
—Por favor déjela estar con él... ¿No ve como sufre? Ella lo ama. — Dijo por fin, sintiendo con cada palabra un dolor inmenso, pero sabiendo que el amor como la misma Serena le había enseñado, equivalía a sacrificio también.
Bunny lo miro con ojos dudosos, y al mirar los ojos azul oscuro de él, encontró todo lo que necesitaba saber, ese chico la amaba igual o más que Jack, y sufría terriblemente al pronunciar esas palabras, y al saber que ella solo sentía un importante afecto de amigos hacia él, y que jamás lo amaría de la forma que el deseaba.
— Esta bien, pasa. — Dijo sin decir nada más, porque en realidad no era algo que tuviera mucha importancia en esos momentos.
— Bombón... Todo estará bien, confía en mi, yo haré todo lo posible por verte feliz. Te veo mañana. — Dijo Seiya saliendo de la casa, Serena asintió y entro presurosa.
Al ver a Jack, sintió que su corazón se detuvo un instante que le parecieron horas, por el impacto de ver al chico de sus sueños postrado en la cama, inmóvil, como si fuera una estatua de cera, se acercó a él y a sus ojos asomaron algunas lágrimas que lucho por contener.
— ¿Qué tiene? —Le pregunto a Norte que estaba parado en la puerta.
— No sabemos que le paso, si se cayó o se pego en la cabeza, no hay una causa aparente. — Respondió Norte observándola con detenimiento.
— Y el doctor... ¿Qué ha dicho? ¡Hay que llevarlo a un hospital! No puede estar aquí, así en ese estado. — Les dijo con preocupación.
Bunny y Norte cruzaron miradas.
— Este... No es necesario, ya vino un doctor y dijo que no había necesidad, que sus signos vitales eran estables. Que el podía estar en casa y notificarle cualquier cambio. — Respondió Norte con nerviosismo.
— Vamos afuera Aster, dejala con él. — Dijo Norte sacándole a fuerzas.
— Pero... Es que... — Dijo con resistencia.
— Anda, déjala con él, ya vamos. — Dijo obligándolo a salir.
— Esta bien, pero dejaré la puerta abierta. —
— ¡Jack! ¡Tienes que despertar! — Le decía sentada en su cama. Tocando sus manos y cubriendolas de besos, sus lágrimas caían sobre ellas mientras las acariciaba con ternura, sintió su cuerpo frío, eso la asustó, siempre había sentido su temperatura más fría que la de ella, pero en este momento estaba helado. Se recostó junto a él, tratando de infundirle algo de su calor, tratando a la vez de dar a su propio corazón esa calidez que la separación había marchitado, sentía que su cercanía iba tranquilizado su corazón, que tal vez, aun existiera una posibilidad de estar juntos, y sin darse cuenta se quedó profundamente dormida.
Se sentaron en la sala dispuestos a esperar, mirándose unos a otros, pensativos, negándose a dejar a Jack en ese estado.
— Norte, ¿No has pensado que tal vez un beso de ella lo haga despertar? — Dijo Thoot después de mucho tiempo, con la mirada iluminada por esa idea.
— Como crees... Eso es imposible Thoot. Eres una romántica, pero este no es el momento de pensar en eso. — Dijo Bunny.
— Bunny... ¡Callate! Tal vez ella tiene razón. Si lo que dijo Sandman es cierto, y él no quiere volver a la realidad, talvez sentir su presencia y escuchar su voz lo haga despertar. Anda vamos a hablar con ella. —
Bunny los siguió con escepticismo, pero deseando en el fondo de su corazón, que tuvieran razón.
Entraron y la vieron acostada junto a él, durmiendo, su rostro se había transformado, y reflejaba la tranquilidad y felicidad que proporciona el estar junto al ser amado, y sonrieron. Se acercaron a Jack y su temperatura corporal también había cambiado, como si supiera que junto a él estaba la chica que adoraba.
— ¡Niña! ¡Despierta! — Le susurró al oído Norte.
— ¡He! ¿Qué? ¿Qué pasa? — Abrió los ojos con sorpresa.
— Tenemos una idea. — Dijo Norte.
— ¿Cual? Haré lo que sea por ayudarlo. — Fue su Respuesta.
— Tienes que hablarle, decirle que lo amas... Y... —
— Norte no te andes con rodeos, besalo, niña, tengo la esperanza de que eso lo haga volver. — Interrumpió Bunny.
Serena asintió.
— ¡Jack! ¡Escuchame! ¡Soy yo... Serena... Tu amor de verdad, la chica que se muere sin ti, sin ver tu mirada, tus sonrisas, abre los ojos, mírame, estoy aquí contigo... A tu lado¡ — Dijo acercándose a su rostro con lentitud. Posó sus labios en los de Jack con suavidad, tratando de darle un poco de su calor.
Todos estaban atentos, examinando escrupulosamente la reacción de Jack.
Bunny abrió los ojos con asombro, le pareció percibir un ligero movimiento en sus dedos casi imperceptible. Pero solo fue eso. Tras ese momento su mano volvió a quedar inmóvil.
Ella se separó y lo observó detenidamente, no hubo reacción alguna y sus ojos se llenaron de lágrimas.
— ¡No funcionó! Yo creí que eso ayudaría. — Dijo Norte.
— Te lo dije, pero tenía que escuchar tus cursilerias. Niña es mejor que te vayas, te llevare a casa. Es muy tarde ya. Tus padres estarán preocupados. — Dijo Bunny tomándola del brazo, sin darle tiempo a reaccionar ni importarle su cara llena de lágrimas.
***
La subió al auto de Norte y condujo en silencio. Ella lo miraba de reojo pero tampoco decía nada, ya ni siquiera lloraba, sus lágrimas se habían agotado.
Llegaron pasada las 10 de la noche, se bajo en silencio y el no dijo nada, tan pronto se bajo, arrancó a toda velocidad, ella solo lo vio irse y se metió en silencio, todo estaba a oscuras, así que le costó trabajo llegar a su habitación, Luna se levanto y corrió junto a ella, Serena la abrazo en silencio y Luna solo se acomodó en sus brazos, tratando de darle animó.
— Estoy bien Luna, no te preocupes, anda ve a dormir, yo me cambiaré y me dormiré. — Dijo entrando al cuarto de baño con su pijama. Salió y se acostó junto a Luna y fingió dormir. Esta que la conocía muy bien sabia que estaba fingiendo, pero no le dijo nada.
***
Darién estaba en su habitación, durmiendo plácidamente, desde un sillón al fondo Sailor Galaxia lo veía con atención, se levanto y se acercó a él lentamente, observándolo con detenimiento, era tan guapo y sensual, que no pudo reprimir el impulso de tocar su rostro. Delineó con sus dedos la curva de sus labios, extasiada en la perfección de sus facciones. En un impulso pasional, paso su lengua por su mejilla, probando su piel perfecta y aspirando el delicioso aroma de su loción de afeitar.
Darién abrió los ojos de golpe y la aventó lejos de él, asombrado por la intromisión a su persona y vio a la hermosa mujer de ojos color de oro y cabellera larga bicolor, mirándolo como leona en celo.
— ¡Endymion! ¿Porqué tanta agresividad? — Dijo burlonamente.
— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Porqué me dices Endymion? —
— ¡Vamos! No finjas, se quien eres no tienes porque fingir ante mí, tu porte y belleza demuestra que eres un Rey, la realeza no se puede ocultar. Soy Sailor Galaxia. Vine a proponerte una alianza. —
— ¿Qué clase de alianza? —
— ¡Vamos! No te pongas tenso, estoy seguro que te encantará cuando me escuches. — Dijo acercándose provocativamente.
El la vio acercarse con la mirada fija en sus labios, y muy a pesar suyo sintió el deseo de besar los de ella, finos y delicados, el breve vestido que portaba le daba el aspecto de una ninfa de las aguas, provocando un primitivo deseo en su interior. — Quiero que gobernemos juntos este planeta y el universo entero, si es preciso. Olvida a la Princesa, ella no merece un hombre como tú. Tú mereces una verdadera mujer como yo. Alguien dispuesta a darte toda la pasión que mereces, capaz de complacer el más mínimo de tus deseos. —Dijo besándolo con pasión.
Venciendo el deseo que le provocaba, la empujó con fuerza y ella calló al suelo. Lo miro y lejos de inmutarse, sonrió provocativamente. Se levanto sensualmente y se lanzó sobre él tirándolo al suelo, sujeto sus brazos sobre su cabeza y lo volvió a besar con una pasión tan grande que Darién sentía que lo arrasada a él también. Se movió con fuerza y la volteo quedando debajo de él. Moviendo la cabeza negativamente, resistiendosé aun a dejarse llevar por ella.
— No te resistas, tú lo deseas igual o más que yo. Dejame demostrarte que soy la única mujer para ti. Anda bésame. — Dijo mirándolo a los ojos y pasando la lengua por sus labios en señal de invitación.
— ¡No! — Grito levantándose de un salto, recordando a Serena, recordando más que su amor el poder que implicaba ser su marido.
Ella se levanto y lo abrazo por la espalda. — No te resistas, tú lo deseas, anda, bésame. — Dijo acariciando su cuerpo, provocando en él una pasión salvaje, que le nubló la mente disolviendo en la oscuridad, los tiernos besos de Serena, se volvió hacia ella y posó sus labios en los de ella con fiereza, en una guerra de poder y voluntades, en la que él sometería a ella, la haría su esclava y una esclava jamás se opone a los deseos de su amo, pensaba mientras la aventaba a la cama.
No aceptaría su alianza, fingiría que la aceptaba y tomaría lo que ella le ofrecía tan generosamente, las veces que él quisiera, él jamás renunciaría a Serena, ni al poder que recibiría siendo su esposo, pensaba mientras le arrancaba el diminuto vestido, mirándola con ojos de lujuría, extasiado en su belleza, se acercó y probó las mieles de sus labios ansiosos, dejándose llevar por el instinto, que había permanecido dormido en todo el tiempo que duro su relación con Serena, en el que a él le había bastado su dulzura y sus continuos ataques de celos, pero que ahora despertaban como un huracán arrasando todo a su pasó.
Galaxia lo miro con una sonrisa de triunfo, él era suyo, lo encadenaría a ella con sus caricias y bajas pasiones, fingiendo al igual que él que se sometía a sus deseos.
— "Solo espero que el imbécil de Pitch, aproveche esta oportunidad que le estoy dando, entreteniendo al Guardián de la Tierra, y que obtenga toda la energía que necesitamos." — Pensaba mientras dejaba que Darién recorriera su cuerpo con sus labios y ella probaba su piel, suave y aspiraba su aroma varonil, entregándose a los deseos de ese hombre tan sensual, usándose uno al otro con salvaje deseo.
***
El hombre-pesadilla enviado por Pitch, se encontraba en el parque numero 10, sonriendo con malicia, dispuesto a cumplir con las ordenes de su amo.
Se elevó en el cielo y de lo alto empezó a lanzar sus arenas negras hacia toda la ciudad.
Gritos y lamentos se escucharon de las casas, esa arena estaba afectando a todos los adultos, llenándolos de las más horrendas Pesadillas.
— Serena... ¿Escuchás? Tus padres están gritando. — Dijo Luna.
Ella se levanto de un salto y corrió a la habitación de sus padres que gritaban y se retorcian llenos de miedo.
— Tienes que ir a ver de donde proviene esa arena negra. Anda no te quedes ahí mirando. — Le grito Luna, Serena asintió y salió corriendo de su casa, siguiendo el rastro de arena negra que ondulada en el cielo.
— Chicas, hay un enemigo en el parque número 10, vengan pronto. — Decía Luna en su transmisor.
— ¡Si! Vamos en camino, esto esta horrible, todas las personas están gritando con horror y miedo, no sabemos que es lo que pasa. — Dijo Amy.
— Chicas es el mismo hombre que las atacó antes, corran no se tarden. — Les respondió con angustia mirando al tipo, aun más monstruoso que la vez anterior. — Serena transformáte. Anda, apresurate. —
— Si. ¡Eternal Sailor Moon. Transformación!. — Grito mientras su cuerpo se elevaba en plumas de colores envolvían su cuerpo llenándolo de luz.
***
Holaaaa... Aquí está el final del capítulo anterior, ojalá les haya gustado este capítulo, que va dedicado a mi amiga Any Gomez que ayer fue su cumpleaños, espero que se la haya pasado muy bien y una disculpa por no subirlo ayer.
Besos y abrazos, los quiero...
Dam Frost.
P.D. Dejen review o comentario que de eso vivo. Jejejeje, ah y una disculpa a las admiradoras de Darién, jejejeje. Y una disculpa si fue un poco fuerte por lo de Galaxia, esperó que no haya sido muy vulgar.
Ahora si adiós.

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