Silver Moon

Capitulo 2: La escuela...

-Serenaa... levántate, se te va hacer tarde... - le decía su mamá, mientras Luna la movía, con la pata, ella solo se volteo y la aplasto - Miaaau, - grito la pobre Luna, al ser aplastada.
3O minutos mas tarde...
- ¡¡Queeee!!, Hay nooo... ya se me hizo tarde, ¡¡mamaaa!!, ¿por que no me hablaste?... Hay nooo... - y corria por todos lados dejando un desastre a su paso, Luna solo la observaba y sonreia para sus adentros. Por fin bajo a toda velocidad las escaleras, y se fue a la cocina:
- Mama ya se me hizo tarde, ya no voy a desayunar...- le decia con cara de sufrimiento-
no resistire hasta la hora del almuerzo... morire de hambre. - decia haciendo pucheros y cara de cachorrito.
-Serena eres demasiado perezosa, te hable hace mas de media hora, ten tu almuerzo... y ya vete o llegaras tarde. - Le decia Mama Ikuko, besando a su hija en la frente, y viendola alejarse corriendo. - Es increíble que en los primeros dias de clases llegue tarde... que niña. - Dijo suspirando y se fue a sus quehaceres.
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-"Jack, baja del arbol, no puedes estar jugando todo el dia..." - decía una voz en sus sueños que identificó como su madre, y el reía feliz de ver a su hermana Pippa reir a carcajadas, era un hermoso sueño cuando escucho. - Prrrrirrr prrrirrrr - Ese ruido, que molesto era, ¿De dónde venía?
-¡¡Haayyyy!!, ¿Qué ruido es ese? Quiero doooormiiiir. - Gritó y abrió sus castaños ojos para toparse con un reloj despertador en forma de muñeco de nieve con una nota que decia: - "Levantate, refrigerador, que vas a llegar tarde a la escuela."- Ni siquiera recordaba que estaba siendo humano otra vez, como extrañaba su vida inmortal, en la que podia ir a donde quisiera, a jugar con Jeimy, su lago o simplemente volar libre junto al viento, y apenas era su segundo dia de vida ordinaria, que sentiria los demas días.
Vio que eran las 7 a.m. y se metio a duchar para quitarse la pereza que le daba ir a la escuela, solo de pensarlo le daba escalofrios, salio y busco el uniforme y los zapatos, eso iba a ser una tortura, acostumbrado a sus comodos pantalones y su sudadera azul, sus pies descalzos podian sentir el pasto, definitivamente no soportaría mucho, los zapatos lo iban a matar.
Se metio en la cocina a prepararse el desayuno, se dio cuenta que moría de hambre, el ruido en su estómago se lo decía, no estaba acostumbrado a sentir hambre y por eso no se había preocupado, pero ahora era distinto.
Saco huevos, jamón y pan tostado, busco un sarten y mantequilla, encendio la estufa, hecho la mantequilla y comenzo a buscar cucharas o algo que le ayudara a moverla, cuando regreso estaba completamente quemada, arrugo la nariz y hecho el jamón. ¡¡Hay noo!! Empezaron a saltar chispas de mantequilla caliente en sus manos y gritó. - ¡¡Haaay!!... Ésto duele... pero si se ve tan fácil. - hecho los huevos al jamón y lo movió, busco sal y le hecho, lo termino de mover y lo apagó, acerco un plato y sirvio con la cuchara, no se veía muy bien, pero esperaba que su sabor fuera bueno, al tomar la sarten, solto un grito: - ¡¡Maldicioooon!! esta calienteee. - Y observo su mano que se había puesto colorada, lo levanto y lo dejo en el fregadero, y se sento en su pequeña mesa.
Se sirvio jugo y al dar el primer bocado no pudo evitar escupirlo: - ¡¡Esta salado!! esto no sirve, ¡¡rayoooos!! Tendré que comprar algo... Moon, ¿porque me haces esto? Es dificilísimo ser humano. - Grito, tomó sus cuadernos y salio apresurado.
Estaba hambriento y eso lo tenía de mal humor, esa sensación no le gustaba.
Llego faltando 5 minutos para la entrada, asi que se dirigió a la Direccion a presentarse para que le indicaran su salón de clases, la Srta. Monica, la secretaria, le indicó que se sentara que él Director Tomoe lo llevaría al grupo de 2do grado de preparatoria que le correspondía.
Se dirigieron al aula y el profesor Tomoe hablo:
- Jovenes, este año se incorpora a su grupo un alumno nuevo, el viene de America, les pido que sean amables con él y le den todo el apoyo que necesite. Me retiro, lo dejo para que se presente con ustedes... con permiso. - Y salio, topándose con alguien que venía corriendo.
- Srita. no corra por favor. - Le dijo.
- ¡Hay no... ya es muy tarde!... Y... si lo siento no volvera a pasar. - decían unas voces en el pasillo.
- Hola, mi nombre es... - No pudo terminar porque en ese momento una tromba en forma de chica rubia entro al aula y los dos calleron al suelo. - Vaya... por lo visto nuestros encuentros seran así ¿Verdad? Chonguitos. - Dijo Jack entre risas a la chica que habia entrado corriendo.
-¡¡Hay noo!! ¿Porqué?... Tú otra vez... No me digas chonguitos, mi nombre es Serena. - Dijo  lamentandose por la caída y por verlo otra vez.
Nadie se percataba que en el umbral de la puerta una chica de cabellos naranjas, tez blanca y ojos azules veía la escena sonriendo divertida.
-Srita. Tsukino... Creo que debe pasar a su lugar. - Dijo el Profesor Darién Chiba. Le había molestado mucho que se cayera, lo desesperaba que a veces fuera tan infantil y torpe, y ultimamente no podía tolerarlo.
Ella lo vio y le sorprendió la dureza de su tono, sintió una punzada de dolor en su pecho, pero la desecho, supuso que Darién no tenía buen día. Después de todo, ahí era su profesor y tenía que guardar las apariencias.
- Eh... lo siento. - Y se levanto dolorida.
- Creo que se iba a presentar joven. - Dijo el Profesor muy serio.
- E... Éste... Sí, claro... Mi nombre es Jack Fr.. Overland, soy de Burguess, Canada, estoy aquí por negocios de mi tío. - Dijo ante los ojos de las chicas que suspiraban, solo Serena lo veia con enojo.
- Ash que antipático. - Murmuraba.
De pronto el Profesor noto a "alguien". -
- Srta. ¿Se le ofrece algo? - Dijo.
- Perdón, me dijeron que este era mi grupo de clases. - Contestó.
- Perdón por tardar Srta. - Dijo él director. - Chicos... Hola otra vez, les presento a otra alumna nueva. Ella viene de intercambio, la dejo para que se presente. - Término de decir, y se volvio a ir.
- Srita, presentese por favor. - Dijo Darién, viéndola con evidente agrado, esa chica era muy peculiar. Algo que Serena noto, y obvió sintió unos celos atroces.
- Hola mi nombre es Camila Montalvo y soy de Mexico. Vengo de intercambio, espero que seamos amigos. - Dijo amablemente, con voz nerviosa.
- Bien, tomen asiento, hay dos lugares vacios. - Dijo Darién.
- Me sentare atras de ti "chonguitos", espero que me trates bien.-dijo Jack muy alegre, y Serena lo fulmino con la mirada.
- Me llamo Serena... y no me hables, eres odioso. - Gruño.
Camila se sento al lado de Jack y lo vio a los ojos y le sonrió, que guapo era.
Jack la vio y sonrio amable, pero no presto mucha atencion.
La chica en cambio estaba encantada con él, y empezó a dibujar su rostro en su cuaderno, de cuando en cuando volteaba solo para ver algún detalle, ni sabía de que hablaba el profesor,
Darién explicaba todo con mucha paciencia, no le gustaba ser maestro pero era parte de sus practicas en la universidad, en fin, sí que iba a ser pesado, pues con las chicas y Serena siendo sus alumnas, no se sentía muy cómodo, y entonces... su mirada se poso en ella... que chica tan peculiar era Camila, la miraba, y creía que estaba tomando sus lecciones, se veía tan tierna. y luego vio a Serena y su enojo le recordo que ella era su novia y futura reina, noto que el chico nuevo la miraba con interés, ¿Qué se creía? Ella era su Serena, que no se le ocurriera mirarla.
Mientras... Serena no perdía detalle de la direccion de la mirada de Darien, y al ver a quien la dirigía y la expresion de él, lo miro con furia. Que al darse cuenta cambio por completo, que le pasaba, amaba a Serena, pero la otra chica lo hizo sentir algo extraño y no le gustaba ese sentimiento, que lo hacia sentir culpable
- "¿Qué tanto le ves, Darien? Lo he notado muy distante ultimamente, ¿Qué tendra?" Pensó triste.
Jack noto que veía al profesor y a la chica y rodo los ojos con burla: - Típico, la alumna que se enamora de su profesor, que tonteria". - Pensó. - "Vaya que tal... a el le gusta Camila... esto sera interesante." -
Las chicas también notaron que Darien miraba a Camila ¿Qué no se supone que era novio de su amiga Serena? Sabían que en la escuela tenian que guardar las apariencias, pero no les gustaba la forma tan fría en que la trato al entrar.
- "Tendré que hablar con el " - Penso Amy, ella era tan tierna, noble, alegre, leal, llorona y perezosa, bueno no era perfecta pero era la persona mas amable y generosa que conocía, siempre dispuesta a apoyarlas, su gran corazón la hacía tener un aura blanco, puro y luminoso, sabía que era una chica especial, se conocían desde secundaria y fue la primera en ofrecerle su amistad cuando todos se burlaban de ella por sacar siempre el primer lugar, y con Lita cuando todos le temían, se acerco a ella, siempre confiaba en la gente, igual paso con Rei y Mina, era la mejor amiga que conocía y la que las unio para siempre, no podia permitir que Darién la lastimara.
Sono el timbre para el almuerzo y Serena salio presurosa, moría de hambre, Jack la siguió, tambien estaba hambriento, al salir le pregunto:
-Oye, ¿Crees que me puedas decir donde compro algo? Muero de hambre, no he comido nada.- Le pregunto, con pucheros.
- ¡Haay esta bien! Te invitaré de mi almuerzo, si quieres te presento a mi amiga Lita, es una gran cocinera, ella te puede ayudar. - Dijo viéndolo con una sonrisa.
- ¡En serio! ¡Será genial! Me encantará conocerla, pero... ¿Seguro que me invitaras? Si quieres podemos ir a mi casa a la salida. - Dijo muy contento.
- Ok, vamos a buscarla debe estar con las chicas. - Dijo resignada, haciendo ademán de que la siguiera.
- Chicas, este es Jack, Jack ellas son: Mina, Amy y Lita, después te presento a Rei, aunque es bastante mala conmigo, siempre me esta molestando. - Dijo sonriendo. - Lita, quiere que le enseñes a cocinar. - Término de decir.
- Hola srtas. soy Jack, son muy amables, si Lita, puedo tutearte, ¿verdad? - Preguntó.
- Claro. - Dijo ella como un tomate.
- Gracias, bueno como te decía, me urgen esas clases, hoy no desayune nada y muero de hambre. -
- Yo te doy mi almuerzo. - Dijeron Mina y Lita al mismo tiempo.
- Chicas no lo abrumen, comportense. - Dijo Amy.
- Son muy amables pero no podria hacerlo. - Dijo apenado.
- Si no hay problema. - Volvieron a decir.
- Las dejo, tengo que hacer algo, las veo adentro. - Dijo Serena, y se dirigió al grupo para hablar con Darien.
A lo lejos Camila la observaba, era tan linda, y se veía que era una gran chica. - Si tan solo pudiera ser tan alegré como ella, talvez asi Jack me vería." _ Pensó.
- Darien, tengo que hablar contigo. - Dijo Serena.
Él la miró y al verla tan seria se puso rígido, era la primera vez que la veía asi, debia ser algo serio.
- Digame Srta. Tsukino ¿Qué se le ofrece? - Contestó en tono frío e impersonal.
Ella se sintió mal por su forma fría de contestarle, le dolió mucho su actitud.
- Darien ¿Porqué me hablas así? ¿Te hice algo? Si necesitas algo solo dímelo, sabes que te apoyare. - Dijo en tono triste.
- Srta. Tsukino no se porque me habla con tanta confianza, no me pasa nada, salga a tomar su descanso con los demas por favor. - Contesto molesto.
Estaba celoso porque vio a Jack hablando con ella y a ella darle uno de sus sandwiches, ella era muy celosa con la comida, ¿Porqué  lo hizo? ¿Acaso le gustaba? Le dolió y al ver sus ojos al borde de las lagrimas, se sintio avergonzado por su forma de tratarla, pero tenía que sacar siu enojo, y disculparse por haber estado viendo a Camila con ojos de amor.
- Le ruego que me deje trabajar, salga. - Término de decir y le dio la espalda, sintiéndose muy ruin por herirla de ese modo.
Ella salio llorando y no se percato que Jack habia visto todo, pues al despedirse ella, él se despidió y la siguió, no le gusto la forma en que Darién trató a Serena, y asi lo expreso.
- Creo que no es de hombres tratar así a una chica. - Dijo con furia.
Darien volteo rápidamente y se encontró con unos ojos castaños que lo miraban con dureza y enojo. - Creo que tampoco es de hombres oír conversaciones ajenas, jovencito, le ruego que salga del salon al igual que la Srta. Tsukino. - Contesto de forma retadora.
- No se me da muy bien el seguir ordenes profesor. - Y se dirigió a su asiento sentándose en forma desenfadada y retadora.
Darién lo vio y apreto los puños con furia, ambos se vieron retadoramente, como si presintieran que terminarían siendo enemigos.