El Stripper-[Aguslina]-[Hot]-[Adaptada].

Capítulo 17.

La música retumbaba fuertemente en sus oídos. Y los magníficos strippers, se encontraban bailando exactamente como ella lo recordaba. El griterío de mujeres se escuchaba por todos lados. Hombres semidesnudos se paseaban por todo el club, y ella, se sentía cada vez más incomoda. 

- Espérame aquí.- dijo Malena, señalando una silla que había en la encimera del puesto del bar.

Carolina solo asintió y vio a Malena pedir algo al barman. Cuando volvió hacia ella, dejó frente a sus ojos un vaso llenísimo que parecía contener, ¿Agua? 

- ¿Qué es?- preguntó Carolina, acercándose para olfatearlo un poco. El olor era fuertísimo.

- Vodka.- sonrió.- pruébala, te gustará.

La oferta era tentadora. Esbozando una sonrisa, Carolina cogió el vaso y cuando lo probó, sintió la adrenalina correr por sus venas. El líquido quemaba por su garganta, y era una sensación grandiosa.

- ¿Más?- dijo Malena, sonriéndole.

Carolina terminó de beberse el vaso al seco y antes de responder, se pasó la mano por los labios, quitando el exceso de espuma. 

- Si.- dijo, jadeando por más.

Malena pidió otros dos vasos más al barman. Dejó uno al frente de Carolina.

- Vamos, Carolina. Emborrachémonos. 

Cinco copas más tarde, Carolina ya ni recordaba donde se encontraba. Se reía a carcajadas descontroladamente. Malena sabía que una vez que Carolina probaba el alcohol, no podía controlarse. La conocía perfectamente y sabía que era un peligro una vez que bebía. Pero no le importaba, le gustaba verla así, totalmente despreocupada. Merecía siquiera un momento de diversión.

De repente, el griterío de mujeres se hizo aun más fuerte. Carolina se volteó para ver que era lo que pasaba. Sonrió, los ojos le brillaron. Su sexy stripper estaba ahí, bailando arriba en el escenario. Tan atractivo. Tan masculino. Tan Agustín Bernasconi. 

Antes de que pudiera pensar que era lo que estaba haciendo, se levantó y tambaleándose, caminó hacia el montón de mujeres quienes expectantes, miraban con adoración la actuación. Carolina observó con detenimiento a Agustín bailar y mientras lo veía desvestirse al ritmo de la música, como si fuese posible, el griterío de las mujeres aumentó. Agustín sonrió, disfrutando de sus gritos y siguió moviéndose. Carolina se mordió el labio inferior y antes de que pensara con claridad, se encontraba sacando unos billetes de su bolso y estirando la mano hacia él, uniéndose a las mujeres que ofrecían todo su dinero por él. 

- ¡Eso es! ¡Muévete, guapo!

Carolina no podía creer que de sus labios haya salido esa frase. Ni ella misma se reconocía. Pero todo su cuerpo le exigía ir donde él. Tan solo pedirle que le bailara una vez más...

Agustín jaló la corbata que traía en su cuello color rojo carmesí y la tiró a la multitud. Casi al instante Carolina estiró su brazo y en un ágil movimiento, la capturó. Aunque no con tanta suerte. Una rubia la había tomado del otro extremo de la corbata también, y no tenía la intención de soltarla. 

- Es mía.- gruñó la rubia.

- Ni te lo creas. Suéltala, perra.- dijo y la empujó. 

La rubia chilló y cayó al suelo, pero casi al instante se levantó para salir corriendo de allí. Carolina sonrió con satisfacción y se enrolló la corbata alrededor de su cuello, a modo de premiación. Se llevó la punta de la corbata a la nariz y aspiró, embriagándose con su exquisito olor. Ágilmente, Carolina se coló hasta quedar a primera fila y estar al frente del escenario. Tenía de frente a Agustín y a su escultural cuerpo. Podía ver con claridad sus abdominales, su hermoso rostro, su espalda amplía y sus hombros anchos. Era un perfecto triangulo invertido. 

De pronto, Agustín se volteó. Cruzaron miradas. La sonrisa en el rostro de Agustín se borró, sus ojos mirándola llenos de preocupación.

Maratón

6/20

No sé si ustedes ya han superado esto:

Yo no puedo,ni quiero y no debo

Ahke

Patatas..🍟

¿Lo han superado?