El Stripper-[Aguslina]-[Hot]-[Adaptada].

Capítulo 49.

- Ya quiero romperle la cara también.

- ¡Agustín! Más te vale que no vayas a hacer ninguna tontería, o te juro por Dios que voy a ser yo quien te rompa todas las pelotas.

Agustín la ignoró.

- ¿Y cómo mierda rastreó tu celular?

- No lo sé. Creía que los de la FBI solamente podían hacer eso pero al parecer no.- dijo ella encogiéndose de hombros.

- Debe de tener algún tipo de contacto el muy hijo de puta.- gruñó.- pero ya me las verá cuando lo vea...

- Agustín, por favor, solo larguémonos de aquí. No quiero armar ningún escándalo.- le pidió.

- No puedo, tengo que quedarme a trabajar.

- Entonces en ese caso me iré yo.

- No. Tú te quedas aquí conmigo.

- Oblígame.

Agustín la fulminó con la mirada. A su vez, Carolina lo fulminó con la suya.

- ¡Agustín!- Martín apareció por entremedio de toda la gente. Tenía el ceño fruncido y hasta parecía enojado.- tío, no te pago para que te quedes parado allí hablando con tu novia. Necesito que ayudes a Alan a repartir las bebidas, ¡Muévete!

Agustín aún mantenía la mirada fija en Carolina. Estiró una mano y acarició su mejilla en un gesto cariñoso, luego se inclinó y quedó tan cerca de su cara que ella juró que la iba a besar, pero en vez de eso, dirigió sus labios hacia su oído y le susurró con la voz baja y áspera:

- Ahora iré a trabar. Cuando vuelva quiero verte aquí, o si no...

- ¿O si no qué?- lo desafió.

- Te buscaré y apenas te encuentre te follaré hasta que me implores que pare. Luego iré donde tu esposo y te volveré a follar al frente de él.

Carolina jadeó. El pulso se le aceleró.

- No te atreverías.- dijo con un hilo de voz.

- Los dos sabemos que sí.

Sonriendo, Agustín le echó una última mirada y luego se volteó. Carolina se quedó boquiabierta, mientras se quedaba allí parada y lo miraba desaparecer junto con Martín .

- Joder, Agustín.- dijo Martín , cogiéndolo del brazo y apresurándolo.- no te despido nada más porque eres uno de los mejores strippers que tengo...

Carolina suspiró y se giró para ir al baño. Cuando entró, tuvo que esperar para que uno de los baños se desocupara y lograra entrar. Después salió y mientras se lavaba las manos, su celular sonó. Luchó con su pantalón para sacar su celular del bolsillo, y cuando lo sacó se dio cuenta que era un número desconocido. Frunciendo el ceño, Carolina se llevó el celular al oído y contestó.

- ¿Diga?

- Hola.

Carolina dio un respingo al escuchar su voz. Reconocería esa voz en cualquier sitio. Se relamió los labios nerviosamente y mientras sostenía el celular en su hombro derecho, se las arregló para secarse las manos en la secadora de manos y escucharlo con claridad.

- Hola Gabriel.- dijo ella tratando de mantener la calma.- ¿Por qué no llamaste desde tu celular?

- Sabía que si te llamaba desde mi celular me colgarías. Estoy desde un teléfono público.

A pesar de la situación, Carolina no pudo evitar reír. Tomó el celular con la mano y se lo cambió al otro oído.

- Es verdad, me conoces bien.

- Por supuesto que si.- dijo y Carolina pudo sentir sonreír desde el otro lado.- estoy afuera del club pero no me dejan pasar. Me gustaría hablar contigo personalmente.

Silencio. Carolina se demoró en contestar. Pero en el fondo, ella sabía que le gustase o no tenía que hablar con él. Después de todo, aún seguía siendo su esposo.

- Está bien. Espérame en la cafetería que hay al frente del club, en unos minutos más estoy allá.

- Vale, estupendo. Nos vemos entonces.- dijo Gabriel y colgó.

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"Iré dónde tú esposo y te follaré frente a él"

Se me paró todo lo que no tengo ahre