El Stripper-[Aguslina]-[Hot]-[Adaptada].

Capítulo 42.

Agustín bajó las manos hasta la cadera de Carolina y tomó el borde de su camiseta para tirarla hacia arriba y quitársela. Después le desabrochó el sostén y lo tiró al suelo. Lenta y seductoramente, con la punta de la lengua, Agustín se relamió el labio inferior y Carolina lo escuchó gruñir con fuerza, para luego capturar sus senos con ambas manos y masajeárselos. Ella gimió y cerró los ojos por unos segundos.

- Me encantan tus pechos.- murmuró él.- son míos.

Carolina jadeó cuando sintió la boca de Agustín, caliente y húmeda, chupar su pezón derecho. Con la mano izquierda, Agustín tomó su otro seno y retorció y acarició su pezón con los dedos. Y todo esto lo hacia al mismo tiempo. A carolina se le erizó la piel al sentir la lengua de Agustín trazar círculos alrededor de su pezón, una y otra vez, para después plantar un suave beso sobre este y levantar la vista para mirarla. Agustín bajó las manos desde su cintura hasta su cadera, delineando esas deliciosas curvas para luego desabrochar el botón de sus pantalones y bajárselos. Agustín arqueó una ceja.

- ¿Traes puesto mis boxers?

Carolina se sonrojó.

- Es que me quedé sin bragas limpias.

Él se mordió el labio y con el dedo índice, lo metió por el elástico del bóxer y luego tiro de él.

- No te quedan mal.- dijo Agustín.- pero me gusta más cuando no llevas puesto nada.

Agustín terminó por quitarle los jeans a Carolina junto con los boxers para después tirarlos al suelo. Luego la cogió del mentón y la comió en un beso salvaje. ¿Cómo era posible que cada vez que la besaba, lo hacia perder el control?

De repente, Agustín se separó de ella y se levantó, dejando a Carolina tendida boca arriba sobre las sabanas y aturdida por el beso que acaba de darle. Y de pié y al frente de la cama, Agustín la miraba con ojos hambrientos.

- Así Carolina es justo como te quiero.- dijo él, arrodillándose sobre la cama y acercándose peligrosamente hacia ella.- totalmente a mi disposición. Sólo mía.

Agustín la tomó de los muslos y la levantó para hundirse en ella de golpe, lo suficientemente fuerte como para que Carolina gritara al sentirlo tan duro en su interior. Ella arqueó las caderas al instante, sintiéndolo con todo su grosor y Agustín hizo lo mismo al levantar su pelvis.

- No cambias Carolina- gruñó Agustín.- siempre tan estrecha y apretada.

Carolina gimió, y Agustín comenzó a moverse con rapidez. Mucho más rápido. Ella cerró los ojos y disfrutó de la sensación. Las embestidas de Agustín eran violentas. Salvajes. Potentes. Él la miró y sintió que enloquecía al ver sus pechos moverse al mismo ritmo que sus envites. Endureció la mandíbula, con las venas resaltando por todo su cuello y brazos y se quedó quieto dentro de Carolina solo para comenzar a moverse en círculos en su interior.

- Oh, Agustín.- gimió Carolina.- ah, no pares...

- Me vuelves loco.- musitó.

Agustín volvió a retomar el ritmo de antes y siguió moviéndose con mucha más velocidad. El corazón le latía con violencia. Una gota de sudor se deslizó desde su sien hasta su patilla, pero a Agustín no le molestó. En ese momento, todo su cuerpo estaba empapado de sudor.

- Si, si, si.- gimió él, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.- oh, cuánto me pones Carolina... mmh...

Carolina lo miró y trató de relajar su expresión de placer. Se aguantó las ganas de soltar una carcajada. Tan solo ver a Agustín, todo sudado, con el cuerpo tenso y con una erección que apenas cabía dentro de ella, le provocaba querer echarse a reír. El poder que tenía sobre él era increíble.

- Agustín ....- lo llamó Carolina.

- ¿Qué?

- Trata de no estar tan duro la próxima vez.

- Me temo que eso es imposible.- sonrió.- siempre me pones así de duro cuando te veo. Es tu culpa.

Carolina sonrió, luego sintió como los músculos que habian debajo de su vientre se contraían y luego era sacudida con violencia por el orgasmo que la consumió. Después cerró los ojos y apoyó la cabeza en la almohada, jadeando en busca de aire. Lo último que escuchó fue a Agustín gritar su nombre teñido en un fuerte gruñido y sentir todo su orgasmo al llenarla completamente en su interior. Él colapsó encima de ella, con la nariz hundida en sus senos y respirando pesadamente. Carolina lo abrazó de inmediato, meciéndolo en sus brazos como un bebé y besándolo con cariño en la cabeza.

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*Besandolo en la cabeza ☻☻

¿Cómo se puede no malpensar eso?

Aiudaaa Wattpad me tiene así

Pervertida.

Adiós, Pequeñas Pervertidas☻