Niños Con Poderes (Klaine boyxboy)

CAPÍTULO 3: THE UNHOLLY TRINITY

CAPÍTULO 3: THE UNHOLLY TRINITY

El segundo día de clases para Blaine fue igual que el anterior. Compartía las clases con sus amigos mientras descubría que tenía muchas cosas en común con ellos. Sólo un problema, Kurt. Cuanto más cerca estaba el castaño de él, más nervioso se ponía, haciendo que las luces, los ordenadores, los móviles y en general todo lo eléctrico se descontrolara. Eso desesperaba al moreno, porque se daba cuenta de que no podría tener una relación con él y eso le dolía. No podía enamorarse, para él era algo prohibido y debía tener cuidado o saldrían los dos lastimados.

Durante el almuerzo, llegó la pregunta que más temía:

– ¿Por qué nunca te quitas los guantes? – Preguntó Tina.

– Esto... tengo una enfermedad en la piel... no es contagiosa ni nada pero es muy desagradable... – Respondió Blaine dirigiendo su mirada a su hermano, en busca de una ayuda que no le llegó.

– Vaya mierda de instituto... Últimamente fallan mucho las luces... Seguro que compraron bombillas de oferta y son malas... Todo con tal de ahorrar unos dólares... – Dijo Puck mientras observaba como todas las bombillas del comedor parpadeaban.

La conversación cambió para alivio del ojimiel.

Después del Club Glee, Blaine salía del instituto con su hermano cuando la mano de Santana agarró su brazo.

– Proyecto de actor en paro eterno, piérdete. Nosotros nos encargamos del Hobbit a partir de ahora. – Dijo de manera autoritaria la latina y Cooper se fue, dejando al menor de los Anderson muy preocupado.

Quinn y Brittany los estaban esperando junto al coche de la ojiverde y los cuatro fueron a casa de de los Pierce para hablar. Durante el trayecto ninguno dijo nada...

Una vez se encontraron en la seguridad de la habitación de la ojiazul, ella sacó al gato de allí.

– Será mejor que no escuche... Sigo dudando de si está con ellos o no. – Dijo Britt.

– No importa... Lo que queríamos decirte es que sabemos tu secreto... Chispitas – Dijo la morena.

El chico se asustó... ¿Cómo lo habían descubierto? ¿Había cometido alguna imprudencia?

– Tranquilo, amigo. A mi nadie me puede ocultar nada... Sé lo que piensan todas las personas a mi alrededor. – Dijo orgullosa Santana.

– Un momento... ¿Tu tienes poder? ¿Eres capaz de leer mentes? – Preguntó el joven perplejo.

– Si, yo leo mentes...

– Entonces por eso detuviste a Brittany cuando me quiso abrazar... – Afirmó el moreno.

– Si. Ella quería darte la bienvenida... – Respondió la latina.

– Menos mal que la detuviste...

– Yo también tengo un poder. – Dijo la ojiazul y en ese momento la habitación desapareció de la vista de Blaine y se encontró en un prado lleno de flores. Había un arco iris, un río y una cascada. Había un... ¿unicornio?. De repente todo volvió a la normalidad y volvió a estar frente a las chicas en la habitación.

– Wow. ¿Qué fue eso? – Preguntó confundido.

– Britt es capaz de hacerte ver lo que ella quiera. Es un alma pura, por lo que no te preocupes, nunca hará que veas algo malo... No sé exactamente que es lo que te ha mostrado, pero seguro que era bonito. – Dijo Quinn

– Le ha enseñado nuestro prado. – Se quejo Santana.

– ¿Vuestro prado? – Quiso saber el chico.

– Cuando nos aburrimos en clase, se lo decimos y ella nos lleva al mismo lugar que has visto... Es más interesante que una clase de Literatura con Mr Bates. – Todos rieron ante el comentario de la ojiverde.

– ¿Y tú también tienes poder? – Preguntó temeroso el moreno.

De repente, sin saber como, la chica había desaparecido de la habitación dejando la puerta abierta pero antes de darle tiempo a preguntar volvió con unas bolsas de chucherías que dejó sobre la cama.

– Mi don es la velocidad... – Añadió ante lo obvio de su demostración.

– Vuestros poderes molan... Como el de mi hermano... ¿Sabes cuál es? – Le preguntó la latina.

– Si, la mente de tu hermano no es muy discreta... Pero que quieres que te diga... Me caes mejor tú. – La chica le guiñó un ojo a su nuevo amigo.

– ¿Los habéis controlado siempre? – Quiso saber el ojimiel.

– No del todo. – Dijo Brittany. – Al principio les creaba las visiones a personas que no quería.

– A mí me costó mucho volver a moverme a velocidad humana después de desarrollar el poder. – Informó la otra rubia.

– Yo al principio escuchaba los pensamientos de todos a la vez y me costó un poco dominarlo. Tú también lo conseguirás... Ya no estás solo en esto. – Lo consoló la morena.

– Siempre he tenido a Coop. – Dijo Blaine.

– Para mí eso es estar solo. – Le dijo Quinn.

– ¿Por qué no pruebas a relajarte? – Sugirió la otra rubia. – Confía en mí. Cierra los ojos y respira profundamente.

Blaine obedeció, al principio estaba nervioso pero poco a poco se relajó. No sabía que estaban haciendo las chicas pero se concentró en respirar tranquilo y no alterarse. De repente sintió un beso en la mejilla, rápido pero con contacto. Se sorprendió mucho. Al abrir los ojos vio a Brittany a su lado con una sonrisa de oreja a oreja.

– Sabía que lo lograrías... Poco a poco. – Le guiñó el ojo mientras las otras dos chicas le dedicaban una mirada de apoyo. – Ahora sabes que eres capaz... Por lo que ya no hay escusas...

El resto de la tarde la pasaron charlando y conociéndose. No habían hablado mucho a solas y aprovecharon la oportunidad.