CAPÍTULO 15: SÓLO SIETE

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CAPÍTULO 15: SÓLO SIETE

Los siete chicos lo tenían todo planeado. En el momento en el que el hombre que les daba de comer se acercó a la hora del desayuno, les tendió unas pastillas para dejarlos sin poderes. Blaine, cuando fue a cogerla toco al secuestrador a través de un agujero en los guantes y éste cayó desplomado al suelo. Jake se acercó, tocó el cuerpo y se transformó en él. Todos estaban alucinados, ahora había dos hombres exactamente iguales en la sala.

– Un poder muy útil. – Dijo el ojimiel al otro chico.

Le quitaron las llaves al hombre y abrieron la puerta. Se pusieron ropa de abrigo porque era diciembre y hacía frío. Eso permitió que Blaine se pusiera guantes nuevos y gorro para evitar electrocutar a sus amigos. Recogieron las pastillas que les iban a dar y las que llevaba para los otros tres de la otra jaula.

– Solo hay siete... – Susurró el moreno apenado.

Salieron de allí con Marley, Wes y Anderson atados y con Puckerman transformado en uno de los secuestradores fingiendo que los movía de allí contra su voluntad. Fueron a buscar a los otros tres y los sacaron.

– Saldremos de aquí, ya lo veréis. Sólo tenéis que tener paciencia. – Dijo la castaña.

Jake los dirigía transformado en secuestrador, por eso no tuvieron problemas con las personas que se cruzaban. Hasta que se toparon con un hombre que no conocían.

– ¿Dónde vas?

– Los saco a dar el paseo semanal. Se acaban de tomar las pastillas y por fin eléctrico puede andar.

– Estamos en alerta... Será mejor que te lleves el coche, por si acaso... – El hombre le dio las llaves de un coche de siete plazas. – Disfrutad del paseo.

Eso era mejor que su plan. Pensaban que tendrían que correr una vez fuera, pero habían conseguido un vehículo... La cosa se les ponía muy bien. Se montaron en el monovolumen y arrancaron. La puerta que limitaba los terrenos de la organización se abrió para dejarlos salir... Cuando atravesaban el umbral, escucharon unos gritos y vieron como los siguieron.

– ¡Jake, acelera! – Gritó Unique, una chica que estaba en la otra sala. Escucharon un disparo.

– Será mejor que todos nos agachemos. – Propuso Ryder.

El único que seguía sentado era Puckerman, porque era él quien conducía.

– Más te vale no estrellar el coche. – Protestó Kitty.

– Menos mal que mi hermano me enseñó a conducir cuando tenía diez años.

Siguieron hasta que llegaron a la ciudad. Allí un policía les dio el alto por exceso de velocidad. Cuando pararon el coche, los chicos le explicaron al guardia lo ocurrido. El oficial les dijo que subieran a su coche.

Llegaron a la comisaría y declararon. La primera en llegar fue la madre de Marley. Abrazó a su hija con lágrimas en los ojos. Luego fueron llegando los padres de los demás. Los últimos fueron los padres de Blaine. Un policía les dijo que lo mejor sería que intentaran llevar una vida normal. No podían dejarse llevar por el miedo. Preguntó que podían hacer en ese momento. La señora Puckerman fue la que tuvo la mejor idea.

– Vamos al McKinley... Tu hermano tiene una presentación de villancicos.

Todos llegaron al instituto y Blaine, Wes y Jake corrieron hacia los camerinos.

Los New Directions habían ensayado mucho, pero nada les habría preparado para lo que vieron minutos antes de la función. Tres personas abrieron la puerta y entraron. Apenas se dieron cuenta se abalanzaron sobre ellos. Los primeros en abrazarlos fueron sus hermanos. Como el menor de los Anderson llevaba gorro, Cooper pudo apoyar su barbilla en la cabeza de su hermano.

– No me puedo creer que estás aquí.

Tina se aferraba a Wes sin parar de llorar de felicidad. Noah y Jake se abrazaban. Conforme sus hermanos los soltaban, sus amigos se acercaban. El asiático y el ojimiel recibían abrazos de sus amigos y el menor de los Puckerman era presentado a los amigos de su hermano. El primero en abrazar al ojimiel cuando lo soltó el mayor fue Kurt. Los padres y los otros liberados entraron para ver la escena.

– ¿Os han rescatado a todos? – Preguntó Rachel.

– No, nos hemos escapado. Sólo siete. – dijo el rubio.

Blaine y Wes presentaron a los otros cautivos. En ese momento entraron Sue y Will. La entrenadora miraba curiosa a los siete chicos que escaparon.

– Me alegra mucho que estéis aquí pero el show debe continuar. – Dijo Mr Schue.

– Tina va a ser incapaz de hacerlo. – Dijo el asiático al ver como su hermana seguía llorando en sus brazos.

– Esa es la parte de Blaine. – Susurró Hummel.

– ¿Qué? – Preguntó el aludido.

– Hace días Sam tuvo una visión de que tú cantarías con nosotros, pero nos costaba creerlo. Dijo que tu parte era la de Tina. Cantarás con Mercedes y conmigo Silent Night.

Todos salieron al escenario y ocuparon sus lugares. Después de cuatro villancicos cantados por los demás, llegó el turno de los tres amigos. El resto les hicieron coros.

Kurt: Silent night, holy night
All is calm, all is bright
Round yon Virgin Mother and Child
Holy Infant so tender and mild
Los tres: Sleep in heavenly peace
Todos: Sleep in heavenly peace

Blaine: Silent night, holy night!
Shepherds quake at the sight
Glories stream from heaven afar
Heavenly hosts sing Alleluia!
Los tres: Christ, the Saviour is born
Todos: Christ, the Saviour is born

Mercedes: Silent night, holy night
Son of God, love's pure light
Radiant beams from Thy holy face
With the dawn of redeeming grace
Los tres: Jesus, Lord, at Thy birth
Todos: Jesus, Lord, at Thy birth

Niños Con Poderes (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora