CAPÍTULO 24: LA DESPEDIDA
Después del beso entre Elliot y Sebastian, Blaine rompió la bola eléctrica y los cuatro comenzaron a correr hacia donde estaban todos sus amigos. Brittany utilizó su poder para cegar la visión de Santana y Quinn, haciendo que no vieran nada. Ese hecho fue aprovechado por Anderson para rescatar a su novio de las manos de la rubia y llevarlo junto a los demás. Cuando se reunieron, aparecieron unos veinte niños más, guiados por tres adultos que acogieron a las infiltradas. La cheerio ojiazul volvió a permitir la visión de las otras. Dos bandos se enfrentaban. Por un lado, los secuestradores, por otro, los estudiantes del McKinley. Sin previo aviso, Lauren, Karofsky y Becky aparecieron y se reunieron con los miembros de New Directions. El jugador de fútbol provocó un terremoto, abriendo un agujero en la tierra entre los miembros de “la organización” y los jóvenes con poderes, aunque no era muy profundo. Si alguien quería cruzar, tendría que hacer un gran esfuerzo, permitiendo que el otro grupo se preparara.
– ¿Por qué no dejamos a los chicos al margen de esto y lo discutimos entre los adultos? – Propuso Holly.
– ¿Cuatro contra tres? Ni lo sueñes, vamos a luchar todos. – Dijo uno de los hombres.
– Puedes perder a alguno de los niños. – Advirtió Emma.
– He traído a los prescindibles para conseguir mis planes. – Comentó el jefe de “la organización”
– Y los que están a nuestro lado... ¿También son prescindibles? – Quiso saber la pelirroja.
– Obviamente no... Quiero a unos pocos... Si me los entregáis, prometo dejar a los otros libres... – Sugirió el hombre.
– Eso nunca. – Contestó Sue.
– Vamos... Sólo quiero a los que se escaparon de nuestras instalaciones, al niño fuego, al niño agua, al invisible y al molecular... Los demás pueden quedarse aquí... – Propuso el líder de los secuestradores.
Blaine instintivamente se puso delante de Kurt, Sebastian hizo el mismo gesto con Elliot, Ryder protegió a Marley y Puck agarró a su hermano. Todos eran conscientes de quienes estaban en peligro.
– Una petición más. Quiero a Brittany. – Dijo Santana.
– Eso... Me olvidaba a la novia de Lopez... – Añadió el hombre.
– Ni lo sueñes. – Desafió Mr Schue dando un paso hacia adelante para ponerse juntos a sus compañeras de profesión.
Los secuestradores adelantaron y cruzaron el agujero abierto. Blaine protegió a todos nuevamente con la burbuja eléctrica.
– No aguantarás mucho tiempo. No hace mucho que lo controlas. – Dijo la latina. – Sólo tenemos que esperar a que te debilites.
– Tú puedes Blaine. – Lo animó Kurt. – Yo sé que puedes aguantar.
Sin embargo, por mucho que quería, sus fuerzas empezaron a flaquear. Una grieta se abrió en su coraza.
– Hay una zona sin protección. – Advirtió la animadora morena. El jefe de la organización miró a una de las niñas y ésta lanzó una flecha con la mano a gran velocidad. Sin embargo, Puck cubrió de fuego la grieta justo antes de que ésta entrara dentro y se convirtió en cenizas.
– No puedo más. – Advirtió el ojimiel justo antes de hacer desaparecer la cúpula que los protegía. El hombre le dijo algo al oído a la niña y ésta volvió a prepararse para atacar. Quería apuntar a Sam y Brittany lo notó, decidió interponerse entre la flecha y su amigo. Santana percibió los pensamientos de la chica y corrió para protegerla. Finalmente la flecha impactó en el cuerpo de la morena, haciendo que esta gritara de dolor justo antes de caer al suelo. Todos los New Directions se acercaron. A pesar de que ella era una infiltrada, era su amiga y ellos no querían que le pasara nada malo. La latina cogió la mano de su amiga y la apretó con fuerza. La herida sangraba mucho y la joven comenzaba a sudar.
– Brittany. Lo siento... Te he puesto en peligro y eso es algo que no me perdonaré. – Susurró.
– Sh, no digas nada. Vas a curarte, ya lo verás. – La tranquilizó la rubia.
– Britt, debí decirte hace mucho tiempo que te quiero. – Le dijo Santana.
– Lo sé, yo también te quiero. – Confesó la ojiazul.
– Me refiero a que te amo, eres la chica más especial que he conocido nunca. – Comenzó a hablar, pero fue interrumpida.
– Ya me lo dirás cuando te recuperes, ahora tienes que conservar tus fuerzas. – Sugirió Pierce mientras dejaba caer una lágrima por su mejilla.
– Me gustaría estar en otro lugar... ¿Podrías cumplir mi último deseo? – Suplicó Lopez.
Brittany y Santana se encontraban tumbadas en un prado. Estaba lleno de flores y las mariposas volaban alrededor de ellas. Los pájaros emitían un melodioso canto que relajaba a las dos chicas. La morena estaba tumbada boca arriba mientras la rubia estaba de lado acariciando su vientre. Las dos se miraban completamente enamoradas. La latina extendió su brazo y agarró la cara de la chica para conducirla hacia ella. La ojiazul se dejó guiar hasta los labios de la otra y juntó sus labios. Era su primer beso, lleno de amor y de complicidad.
En ese momento Pierce dejó de notar movimiento en los labios de Santana. Se separó y se dio cuenta de que la chica ya no respiraba y rompió a llorar. Todos dejaron salir su llanto. Kurt se abrazó a Blaine. Entendía el sufrimiento de Brittany, no se podía imaginar el dolor que le produciría la muerte de su novio. No quería pensar siquiera en el sufrimiento que le produciría que saliera herido.
– ¡Noo! – El grito de Quinn congeló a todos mientras la capitana de las Cheerios corría hacia allí para intentar ayudar a su amiga. Estaba desesperada e intentaba reanimarla sin éxito. Blaine dijo algo al oído de Kurt, se acercó a la animadora y la rodeó con sus brazos.
– No podemos hacer nada por ella. Sólo déjala ir. – Susurró al oído de la rubia.
– ¿Cómo habéis podido hacer eso? – Gritó la ojiverde mirando al líder de “la organización”. Holly se acercó a ella.
– Nunca se han preocupado por vosotros, sólo se preocupan por su objetivo. – Susurró la adulta secándole las lágrimas a la joven en un intento de consolarla.
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Niños Con Poderes (Klaine boyxboy)
FanfictionBlaine es un adolescente solitario que tiene un poder que le impide tocar a las personas. Cuando llega al McKinley no espera encontrar amigos y a una persona muy especial que le ayudarán a creer que puede llegar a ser "normal" algun día. Adaptación...