CAPÍTULO 8: CITA CON ELLIOT
Siguiendo el consejo de sus amigas, Blaine entró en Lima Bean acompañado de Elliot. Habían quedado directamente allí, pero se encontraron en el aparcamiento. El más alto se dio cuenta de que en una mesa están sentadas Brittany, Santana y Quinn, en otra están Mercedes, Tina, Kurt y Rachel y en otra Finn, Puck y Cooper. Poco después de ellos entraron Sam, Artie y Mike.
– Veo que has traído a todos tus amigos. – Comentó Starchild.
– Después de lo que me pasó no me fío ni de mi sombra... – Le informó el ojimiel.
– Te entiendo.
Pidieron sus cafés y el ojiazul guió al otro chico hasta una mesa lo suficientemente lejos de sus amigos para que no los escucharan y lo suficientemente cerca para que pudieran intervenir en caso de cualquier complicación.
– Yo no podría haber elegido un sitio mejor. – Confesó el más bajo.
– No quiero que te sientas incómodo. Entiendo tus miedos, pero me siento mal al tener que ocultar este gran secreto...
– Lo sé, yo lo pasé fatal hasta que llegué al McKinley.
– ¿Qué ha cambiado?
En ese momento recordó que Santana le había dicho que no le mintiera sobre ellas, ya que los secuestradores lo sabían y necesitaba que, fuera bueno o malo, confiara en él, para que pensara que los demás no tienen poderes y así proteger a Cooper, Finn y Kurt en caso de que fuera de los malos.
– Santana, Britt y Quinn... El otro día te mentí, no quería delatarlas, pero confío en ti, por lo que te lo contaré. Ellas tienen poder también... De hecho, me da pena que te hayas esforzado en encontrar una mesa donde no nos escuchen cuando yo sé perfectamente que San no pierde detalle de lo que estamos hablando...
– ¿Tiene un oído capaz de percibir sonidos a mucha distancia o algo así?
– Lee mentes, apuesto lo que quieras a que en estos momentos está intentando leer la tuya... O la mía, que para el caso es lo mismo...
– TE HE OÍDO HOBBIT – Gritó la latina.
– ¿Qué te dije? – Le guiñó un ojo a Elliot. Los dos se rieron y siguieron charlando. – ¿Cuál es tu poder?
– Es raro y difícil de explicar, yo realmente no lo entiendo... Será mejor que te lo muestre... Vamos al baño, llama a alguno de tus amigos, uno en el que confíes...
Blaine avisó a Sam y los tres fueron al baño y cerraron la puerta. Lo primero que hizo Starchild fue traspasar la puerta de uno de los cubículos donde se encontraban los retretes. Los otros dos se quedaron alucinados. Después pidió a Sam que le pegase con algo de fuerza, pero no mucha para que no se lastimase. El rubio obedeció y cuando golpeó sintió un dolor fuerte, como si hubiera golpeado una pared maciza.
– ¿Pero qué...? – Preguntó desconcertado mientras movía su mano dolorida.
– Lo siento... ¿Te has hecho mucho daño? – Preguntó el ojiazul.
– No... Estoy bien. No entiendo tu poder... – Dijo Evans
– Yo tampoco... – Explicó Gilbert.
– Supongo que no sabes si tienes otras habilidades... – Preguntó Anderson.
– No, pero tengo una pequeña teoría sobre como funciona... Tal vez me puedas ayudar a comprobar si estoy en lo correcto o si tengo otras habilidades. – Dijo el más alto.
– Volvamos a la mesa... Gracias por tu ayuda Sam. – Añadió el ojimiel.
– Cuando queráis chicos. – Respondió el rubio dejándolos solos.
Una vez volvieron a la mesa, Elliot le contó lo que ya le había explicado Santana.
– Si te soy sincero, ya lo sabía...
– Claro, tienes conexión directa a la mente de todo el McKinley.
– Eso no es del todo cierto, ella me oculta cosas... No me dijo que tenías poder hasta que me lo confesaste tú... Si yo supiera toda la verdad, solo cinco estudiantes del instituto tendrían poder y sabes que estadísticamente hablando es imposible.
– Si, desde que empezaron a surgir, se calcula que hay más de un 50% de personas entre 10 y 18 años con poderes, lo que significa que la mitad del McKinley debería tener poder... ¿Por qué te oculta cosas? ¿No se supone que es de las buenas y es tu amiga?
– Miralo de esta manera... Ella sabe que los malos pueden tener a alguien con un poder similar al que ella tiene, de manera que, si me cogen a mí, la persona que tenga ese poder podría descubrir a todos los niños con poderes del instituto... ¿No querrás que les pongamos el trabajo más fácil?
– ¿Por qué confías en ella? Quiero entender por qué crees que es de las buenas...
– Esa es fácil. Ellas, las tres, me ayudaron cuando estaba perdido y me han dado su cariño y estoy aprendiendo a controlar mi poder con ellas...
– ¿Cuántas personas podrían haberte delatado en cuanto a tu poder a parte de ellas?
– Los médicos que me trataron, algún miembro de mi familia...
– ¿Cuántas personas intentan que domines tu poder?
– Ellas quieren ayudarme, saben que es un tormento para mí el no poder tocar a nadie sin correr el riesgo de hacerle demasiado daño.
– No te cuentan las habilidades de otros por miedo a que los delates involuntariamente, pero sí te cuentan las suyas... ¿No ves la incoherencia?
– A Britt y Quinn no las persiguen porque no les interesan sus dones y en cuanto a Santana, las otras dos las protegen.
– ¿Y cómo saben eso?
Blaine se sentía confuso, en ningún momento se había parado a cuestionarse la situación de sus tres amigas, pero algo de sentido tenía Elliot... Sin embargo, él confiaba en ellas, eran sus amigas.
– No lo sé, pero no voy a dudar de ellas... No te pido que las creas, confíes y te hagas su amigo, pero sí te pediré que las respetes...
El resto de la charla fue más tranquila y el ojimiel se sintió muy identificado con Starchild. Los dos tenían los mismos temores y se sentían igual de aislados... Quería ayudarlo.
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Niños Con Poderes (Klaine boyxboy)
FanfictionBlaine es un adolescente solitario que tiene un poder que le impide tocar a las personas. Cuando llega al McKinley no espera encontrar amigos y a una persona muy especial que le ayudarán a creer que puede llegar a ser "normal" algun día. Adaptación...