Dudas

12 1 0
                                    

Todo era muy extraño.

Estábamos en el colegio, como siempre. Pero no había nadie en él. Era de día, llevábamos puesto el uniforme. Ella me da la mano entrecruzándo sus dedos con los míos.

Siempre me había tomado la mano, pero esta vez fue distinto. Recuerdo cuando mi mamá me contó que los novios se tomaban así la mano, y yo, por supuesto, nunca había sentido algo así porque jamás había estado ni cerca de tener uno. No había llegado aún a la etapa de comenzar a enamorarme.

Me miró, le sonreí enrojecida.

- ¿Qué pasa, Emi? - pregunté.

- Nada, mi Pitu, le quiero mostrar algo.

- ¿S-sí? ¿Qué es? - dije nerviosa.

- Una sorpresa, ya verá.

Seguimos caminando por el largo pasillo del tercer piso del colegio, hasta llegar a los baños. Me guió hasta adentro del baño. Estábamos solas. 

- Cierre los ojos- me dijo. Y tomó mi cintura frente a ella, hasta acomodar mi espalda delicadamente apoyada en la pared del fondo del baño. - ¿Está lista?, ahora puede abrir los ojos.

La miré, la tenía muy de cerca, sus ojos verdes se veían muy grandes, su palidez parecía iluminar el oscuro baño, y su aroma embriagaba mi nariz, luego contuve el aliento debido al repentino acercamiento de su rostro, con su pulgar acarició mi cara, me miró detenidamente, sin pestañear, bajó la mirada hasta mi boca y cerró sus ojos. Unió sus labios a los míos con una suavidad extrema, que ni la piel de sus mejillas, que yo tantas veces había acariciado, tenían. Movía lentamente sus labios, hasta provocar que los míos reaccionaran, volví a respirar al momento que cerraba mis ojos otra vez, y comencé de a poco a adherirme casi herméticamente a su boca. Lento, suave, dulce... tibio. Había sentido su aroma mil veces, pero su sabor, eso era algo que nunca había pensando que podría llegar a sentir. La besé como nunca había besado a alguien, literalmente, porque nunca había besado ni había estado a punto de besar a nadie.

De pronto la sensación tan agradable comenzó a desaparecer, dejé de sentir su mano izquierda apoyada en mi cintura, y su pulgar derecho ya no estaba paseando entre mi mentón y mi mejilla, dejé de sentir el calor de su boca sobre la mía. Traté de abrazarla, pero había dejado de estar cerca. La busqué con mis brazos... ella ya no estaba.

Desperté abrazando un montón de frazadas y el cubrecama. ¿Qué fue eso?.

Soñé que besaba a mi mejor amiga. 

¿Es eso posible? Es mi amiga, la amo, la adoro, admiro su belleza, sus palabras, su voz, su ternura, la forma en que me mira, como mueve sus caderas al caminar, como suena "mi Pitu" cuando lo dice sonriendo y mirándome fijamente a los ojos. Me gusta su aroma, y que su abrazo sea eterno. Me gusta sentarme junto a ella en los recreos y solo estar acariciándonos, tomando nuestras manos, hablar de nada y todo. Me gusta cuando se acerca a mi cara y me besa, o cuando muerde con ternura mi mejilla rosada. La extraño si no está conmigo, la quiero conmigo, para cuidarla, protegerla de cualquier maldad, o de su oscuridad... 

¿La amo como amiga? ¿Qué siento por ella?

Si cuando la Danna dice que le gustan los hombres y las mujeres se hace llamar bisexual ¿Cómo se llama cuando te gustan las mujeres y eres mujer? ¿Gay? ¿Homosexual?. ¿Eso existe? O sea, se de los hombres, se que existen los travestis y algunos hombres que le gustan los hombres, pero ¿y las mujeres? ¿También pueden sentir algo así por las mujeres?.

En general no converso con mucha más gente. Mi relación con las amigas del antiguo colegio se había acabado por la distancia, porque perdimos el contacto. Mi relación con las amigas de mi curso no era tan íntima. Jamás les he hablado de mi amistad con la Emi y la Danna, es como un secreto. Con ellas hago las tareas, compartimos algunos momentos, nos reímos, pero no es una gran amistad, creo. Quizás las he dejado mucho de lado por mis otras amigas.

¿Qué tan confuso puede ser esto? No me puede gustar la Emi, eso es raro. O como dirían en mi familia, que son evangélicos, "esas no son cosas de Dios". Y yo que he sido creyente siempre, creo que puede que tengan razón. Quizá estoy entrando a la adolescencia y todo comienza a ser confuso. A Emi la quiero mucho, pero solo como amiga, lo otro no puede ser. Yo no puedo ser así, ¿Qué diría mi familia?. Ni siquiera debe existir esto que siento... No, no debe.

Volví a dormirme pensando mil cosas.

Entre nubes de colores (Incompleto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora