Capítulo 11

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ME DERRITO EN SUS MANOS Y     ¡DOS HOMBRES CELOSOS!


Lessa POV

El beso empezó suave, aunque respiraba muy agitado, de a poco fue tomando más fuerza, había como más desesperación y su lengua en mi boca cada vez más profundo. Me tomo de la cintura y me acerco hasta él pegándome a su cuerpo, mis manos fueron a su pelo. Comenzó a empujarme con su cuerpo hasta que finalmente quedamos acostados, abrí mis piernas y él se instaló entre ellas, sentí su mano comenzar a subir por mi pierna desde la mitad del muslo, fue lento e iba subiendo el vestido, baje una de mis manos y comencé a acariciar su pecho. Su mano seguía el recorrido por mi pierna y llego a mi nalga, la cual comenzó a acariciar.

-Thomas… - fue apenas un susurro y volvió a besarme. Metió su mano por debajo de mis pantis y comenzó a dirigirse a mi entrepierna. Seguía besándome con fuerza. El calor subió y mucho e inconscientemente enrolle mis piernas en su cintura, el deseo era fuerte, comenzó a besar mi cuello mientras subió la mano que había bajado y la llevo a mis pechos, no le fue difícil llegar ahí ya que el vestido era escotado y no tenia corpiño, por lo que sentí su roce en mi pezón.

-Eres tan suave… - su voz estaba ronca y respiraba muy agitado, y yo estaba en el mismo estado.

Volvió a mi boca, primero delineando con la punta de su lengua mis labios y luego sin pedir permiso, y no es mi precisamente que lo necesitara, metió nuevamente su lengua en mi boca. "¡Oh Dios! Como hace que me derrita en sus manos", pensé y enrolle mis brazos en su cuello y lo apreté fuerte contra mí. Y lo siguiente fue lo mejor, apretó su sexo contra el mío y pude sentir lo duro que estaba.

Y la alarma sonó en mi cabeza - ¡Thomas no! – exclame y me miró. Sus ojos puedo jurar estaban negros ahora.

-¿Qué-e… pasa? – tomando una respiración profunda para calmarse y quiso volver a besarme, su mano aún estaba en mi pecho y seguía acariciando mi pezón y se sentía magníficamente bien.

-Aguarda… Thomas… espera… - solté su cuello y empujé su pecho con mis manos - No acá, está tu familia, es la casa de tus padres – y si no hubieran estado, si hubiéramos estado solos, no me hubiera importado que fuera la casa de sus padres.

Desenrollé mis piernas de su cintura cuando comenzó a moverse para levantarse, lo hizo con dificultad, y se sentó en el borde de la cama. Quede acostada con mis piernas abiertas, el vestido estaba enrollado en mi cintura. Él había quedado sentado y había tomado su cabeza entre sus manos por la nuca, estaba respirando profundo al igual que yo para calmarse. Me miró solo un poco.

-Lessa es mejor que te cubras – dijo - Acomódate la ropa – fue una orden. Baje mi vestido y me cubrí el pecho que había quedado al aire.

-Lo siento – dije y no me miro -  pero… - me quedé en silencio unos minutos y no dijo nada - No es que no quiera – dije él estaba tan serio, tenía miedo de que se enojara, pero lo deseaba y mucho - pero puede venir alguien nos pueden escuchar – seguí y sé que noto mi voz afligida - En verdad, lo lamento.

-No tienes porque Lessa – me miró y sonrió - No es acá donde tiene que pasar, me deje llevar, el que lo debe lamentar soy yo – sonreí y me senté en la cama. Me acerque a él y bese su hombro a la vez que acaricié su nuca y luego lo bese ahí.

Es tan atractivo y estas ganas de tener mis manos todo el tiempo sobre él no se iban, más allá de que está prácticamente desnudo - No hay posibilidad de que solo nos acostemos para dormir juntos – aseguro y sonreí.

-Thomas…

-Lo sé, lo sé… - dijo sonriendo - Te llevo a otra habitación así duermes – lo mire con duda.

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