Santiago no podía creer que esto estuviese sucediendo, no después de tanto tiempo, no ahora que su relación con el pequeño era inmejorable, porque no siempre había sido así, en un principio cuando ella se fue, el empezó a alejarse del poblado donde estaba su casa junto con las de sus familiares y algunas familias más, para refugiarse en su rancho donde pasaba grandes periodos de tiempo tratando de olvidar.
Al principio estaba renuente a pasar tiempo con su hijo pues le recordaba demasiado a su madre y él estaba muy dolido, así que lo más fácil fue desentenderse de él y dejarlo al cuidado de su familia.***
Los recuerdos se agolparon en su mente. Santiago estaba seguro de que esto era un castigo divino por todo el tiempo que desatendió a su hijo.
Aunque no había sido cien por ciento consciente de lo que había estado haciendo pues el dolor lo tenía atontado, no tenía excusa alguna.
Ahí estaba el erigiéndose como un juez delante de ella con el dedo acusador, cuando él había hecho lo mismo.
Prácticamente los cuatro primeros meses no supo del niño, simplemente lo dejó a su suerte, aunque sabía que estaba bien atendido pues estaba con su familia, sin embargo no había actuado bien, él era inocente, ajeno a las miserias que enfrentaban sus padres, una nueva punzada de dolor penetró su corazón cuando los recuerdos se agolparon.
Después de que volvió a los cuatro meses y lo vió y se dio cuenta de cuanto su pequeño necesitaba de él decidió que no pasaría una semana sin ir a verlo y así fue durante algún tiempo, sin embargo las cosas se empezaron a poner insoportables para él pues cada vez que llegaba feliz ansioso de abrazar a su hijo y de convivir con él era recibido generalmente por su madre o cualquier miembro dela familia con una larga y eterna lista de faltas que el pequeño había cometido en su ausencia, por lo que en lugar de convertirse en un tiempo agradable de compañerismo, tenía que dedicarse a reprenderlo y aplicarle algún castigo según el caso, lo que hacía que el estar con él perdiera todo el encanto. Esto había seguido así hasta hacía nueve meses, cuando algo llamó su atención e hizo que todo cambiara.***
Esa tarde al llegar unos días antes de lo previsto y para sorpresa suya se encontró con Nicolás su sobrino ahora de diecisiete años y Andrés en medio del bosque. Siempre que él llegaba encontraba a Andrés en la casa de su madre arreglado, recién bañado y muy bien presentado, sin embargo ahora su aspecto era totalmente desaliñado, como si tuviera días sin bañarse, sin peinarse y un poco demacrado como si se estuviese mal pasando o estuviera enfermo. En un principio los dos niños se asustaron nada más verlo pero el trató de no mostrarles su desconcierto y logró hacer que se relajaran ya averiguaría que pasaba.
Ante la insistencia de ellos pasaron todo el día juntos en el bosque, cerca había una cabaña abandonada a la que nadie prestaba atención y la que con el tiempo se convirtió en el refugio de los chicos.
Recordó con nostalgia que ese había sido uno de los mejores días de su vida que había pasado conviviendo con su hijo.
Cuando empezó a oscurecer ordenó a los niños adelantarse y pidió a Nicolás avisar de su regreso,
Cuando se presentó una hora más tarde en casa de su madre como era costumbre, pues siempre pasaba por Andrés primero, él lo recibió totalmente cambiado, lo habían bañado, peinado y su aspecto distaba mucho de cómo lo había encontrado a primeras horas de la mañana. Esto lo molestó en gran manera, como era posible que el niño hubiera andado así durante todo el día y lo que era peor, nadie se había tomado la molestia de ir a buscarlo, pues el niño había estado todo el día con él, pero ellos no lo sabían. Un escalofrió recorrió su cuerpo, _ ¿qué más cosas pasaban que él no sabía?...pronto lo supo...
Nada más saludar a su hijo vió como disimuladamente se lo llevaban, era lo que hacían siempre mientras él permanecía un rato con su familia, pero hasta ahora él era consciente de ello, sus sentidos estaban alertas quizás al cien por ciento. Inmediatamente su madre acaparó su atención y empezó con su interminable lista de faltas de Andrés como siempre lo hacía, incluso clasificadas por día, para su sorpresa también estaba incluido ese día. Cuando escuchó sintió que un balde de agua fría caía sobre su cuerpo. ¿Cómo era posible? si prácticamente él había pasado el día completo a su lado, ¿en qué momento había cometido tanta fechoría? -Entonces su entendimiento se abrió y la cólera empezó a dar paso a la sorpresa.
_¡Madre! -exclamó levantándose abruptamente de la silla. Necesito hablar contigo y con mis hermanas, también con Lidia incluyó a la esposa de su hermano, en media hora las espero en mi casa, sin falta ordenó con voz firme.
_Pero Santiago. -protestó ella. _estábamos hablando de Andrés.
_Lo se madre. _dijo con enfado. _ya tomare cartas en el asunto.
Con estas palabras ella salió satisfecha a cumplir las órdenes de su hijo, segura de que ese mocoso recibiría su merecido como siempre. Como se hubiera alegrado de poder contarle a Elizabeth todo lo que su hijo había tenido que pasar por su culpa. Nunca debió atreverse a desafiarla, nadie lo hacía sin pagar las consecuencias. Sonrió con malicia, satisfecha de lo que había logrado, lástima que ya estaba muerta. -pensó.***** ***** ***** ***** ***** ****
Hola, eapero les esté gustando mi historia.
Es la primera que escribo, así que es probable que tenga errores, si se dan cuenta de alguno les pido me lo hagan saber para corregirlo,
Les agradezco por leerla y votar por ella. Gracias.
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FUE MI ERROR. No. 1️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceSantiago no viviria lo suficiente para arrepentirse del grave error que había cometido con la única mujer que había amado en su vida, la pregunta era: ¿Ella lo perdonaría algun dia?. Elizabeth, una mujer sencilla, con un corazon tierno y amoroso se...