Santiago se sentía extremadamente cansado, estaba al borde del colapso, no entendía porque permanecía aún con vida, deseaba irse, cerrar los ojos y no despertar mas, deseaba paz, desde pequeño la anhelaba y aún ahora en estas circunstancias no lograba conseguirla.
Escuchó cuando la puerta se abrió, solo había tres personas a quienes les estaba permitida la visita al menos hasta su habitación, Su hermano Damián, Bruno y la mujer que le había hecho perder los sentidos, su amada Lissy, ¡Dios!, como la extrañaba, la había sacado de su casa, de su vida pero jamás de su corazón. Deseaba con toda su alma poder regresar el tiempo, pero era imposible.
Comenzó a sentir un extraño cosquilleo en su mano derecha. Se dió cuenta que era otra mano sobre la suya, sentía la presión. Dios mío sentía ese toque, la ansiedad comenzó hacer presa de el, por fín sentía algo, trató de mover sus extremidades pero no pudo, quiso hablar y lo único que consiguió fue emitir un ronco sonido, volvió a intentar aferrarse de esa mano que lo tocaba, sentía las suyas entumecidas y torpes, sus musculos se resistían a obedecerle pero él tenía una voluntad ferrea, volvió a intentarlo, esta vez logró sentir como sus dedos comenzaban a despertar y se movían casi imperceptiblemente, lo lograría -pensó con esperanza, estaba seguro de que lo lograría.***
Elizabeth estaba parada junto a el, viendo su atractivo rostro tan pálido, tan ajeno a lo que sucedía a su alrededor, con anhelo tomó su mano, si tan solo pudiera sentirlo, esos guantes no se lo permitían pero el solo hecho de tocarlo le daba esperanza, estaba ahi... estaba vivo y eso le bastaba, no sabía que le deparaba el destino ni si cuando el despertara tendrían alguna oportunidad, ella lo dudaba, las cosas que habían pasado los habían dañado demasiado a ambos pero aún así no quería que nada malo le pasara, sobre todo ahora que conocía la verdad y que conocía tantas cosas de el que antes le estaban veladas, ahora lo entendia y no se atrevía a juzgarlo al contrario deseaba hablarle y ofrecerle su apoyo, aún cuando el tomara la decisión de alejarse de ella y empezar una vida nueva lejos de lo que conocía, ella se sentía capaz de apoyar su decisión, el merecía ser feliz por sobre todas las cosas.
Ella volvió a ejercer presión en su mano, entonces lo escuchó, había emitido un sonido, no eran palabras pero era un sonido ronco como si quisiera decir algo, estaba segura, se acercó a su rostro en busca de una señal, entonces sintió un leve movimiento en su mano, no estaba imaginando cosas, Santiago estaba tratando de moverse, volvió a concentrar su mirada en su rostro, lo vió hacer un leve movimiento con sus labios, pero ningúna palabra, ningún sonido salió de éstos miró sus ojos, éstos se movían como si estuviera soñando. De momento se quedó paralizada, pero cuando salió de su estupor rápido apretó el botón de las enfermeras. El caos no se hizo esperar, de inmediato la sacaron a la salita de espera, médicos y enfermeras se movían frenéticamente adentro, afuera reinaba la espectativa entre las tres personas que esperaban ansiosas. Luego lo vieron salir en su camilla. Tan quieto como siempre. Un médico se cacercó a ellos.
_¿Está bien Dr.? -preguntó Damián.
_Parece ser que empieza a reaccionar, -dijo el médico aunque el pronóstico es muy reservado. -aclaró antes de que se ilusionaran en vano. Hay que recordar que estuvo en coma y sufrió varios paros como puede ser que sus funciones estén normales, puede ser que haya sufrido daño cerebral y no podemos determinar aún la gravedad de su situación, por el momento se le haran una serie de análisis y estudios para poder valorarlo adecuadamente.***
Por enésima vez Santiago emitió un quejido, a pesar de lo que ellos esperaban aún no despertaba, solo movía ocacinalmente sus brazos, piernas y su cabeza, aún no podía hablar ni había abierto los ojos.
Bruno que estaba a su lado se sentía impotente y ansioso, _¿hasta cuándo permanecería en esa condición?. El daría su vida por el si pudiera.
No podía olvidar la forma en que lo conoció ni como Santiago había arriesgado su vida por el... un completo desconocido. Su mente se transportó al pasado.***
Bruno sintió un fuerte golpe en la cabeza y luego alguien lo arrojó con brusquedad al piso.
Cayó de rodillas junto a su esposa que tambien estaba de rodillas al igual que tres de sus hijos de 12, 14 y 15 años. Bruno había estado al servicio de Aureliano por más de 8 años, y aunque desde el primer momento fue reclutado a la fuerza, durante todo ese tiempo siempre se mostró fiel a el, sabía que cualquier error o desobediencia a ese hombre podía costarle la vida o lo que era peor a alguien de su familia. El siempre trató de mantenerlos al margen de esos negocios, pero inevitablemente llegó la hora que el tanto temía, su hijo mayor cumplió la mayoría de edad, Bruno siempre procuró que sus hijos estudiaran, quería otro tipo de vida para ellos y todo iba bien hasta que Aureliano puso sus ojos en Felipe el mayor de ellos, nada mas verlo decidió que le servía para sus intereses y lo mandó a llamar.
Bruno recordó con lágrimas en los ojos la angustia que sintió cuando esto sucedió. Conocía a su hijo y lo que el pensaba de Aureliano y sus negocios sucios, sabía que no iba a aceptar su propuesta por voluntad propia y así fué, nisiquiera quiso acudir a su llamado. Bruno sabía que esto iba a traer graves repercuciones para su querido hijo, por lo que después de hablar con el decidió apoyarlo.
Felipe había expresado sus sentimientos a su padre confesándole que prefería morir antes de esclavizarse a ese tipo de vida... No lo soportaría.No se pierdan el próximo capítulo: "EN LAS GARRAS DE AURELIANO"
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FUE MI ERROR. No. 1️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceSantiago no viviria lo suficiente para arrepentirse del grave error que había cometido con la única mujer que había amado en su vida, la pregunta era: ¿Ella lo perdonaría algun dia?. Elizabeth, una mujer sencilla, con un corazon tierno y amoroso se...