IGNITER. The prince's version (Skaði)

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Desperté de golpe y me di con que había pasado la noche en la biblioteca. El diario se encontraba caído a mis pies y yo por poco también caí al suelo con él. Me siento atontado, después de haber leído anoche no puedo dejar de pensar... Si ésta historia no se equivoca y Skadi de encontraba en exactamente el mismo lago en el que Benjamin y Colder patinaban de niños tal como ella dijo... Estoy pensando que... Ella es la nueva Skadi, Colder fue escogida por ella y es por eso que su cabello es blanco, es ágil , inteligente, valiente y terriblemente obstinada... Necesito hablar con Benjamin urgentemente, si hay alguien que sabe lo que sucedió esa noche, es él. Fue testigo del momento y no voy a aceptar ningún NO por respuesta de su parte.

Salí de la biblioteca con mi libro en mano y me di cuenta de que afortunadamente era temprano en la mañana y seguramente ya todos deben de estar despiertos. No recuerdo muy bien exactamente donde está su habitación así que tengo la esperanza de cruzármelo...

— ¡Hey Príncipe! ¿Porqué tanta prisa? –oí una voz detrás de mí y al girar me encontré con el general Matthew, primo de la princesa, quien estaba extrañamente vestido con su uniforme formal por alguna razón que ignoro.

— Buenos días. Estoy buscando a Benjamin...

— ¡Oh! Bengi se encuentra en el salón del trono con mis Reyes. Si quieres puedo guiarte –se ofreció.

— Gracias –respondí ante su generosidad. Él asintió y comenzó a caminar para que yo lo siguiera.

— No se si lo recuerde pero... Mi hermano mencionó algo acerca de mi prima Colder cuando hizo su apuesta. El dijo que te revelaría "El gran secreto". ¿Aún no te ha dicho nada?.

— Perdí la apuesta, es justo que no me lo dijera...

— Y... ¿Acaso no sientes una leve curiosidad de saber a qué se refería?.

— ¿Tú me lo dirás? –lo observé un tanto dudoso.

— No soy chismoso, mi hermano sí, y me sorprende que no te lo haya dicho porque sin importar que ganaras o perdieras, lo iba a hacer de todas formas. Además, sabíamos que perderías, pero Bengi nos advirtió que no te dijéramos nada al respecto y yo no pienso romper mi palabra.

— ¿Entonces porqué me está diciendo esto, general? –lo observé dudoso por sus intenciones y él simplemente sonrió luciendo muy similar a sus primos, no lo digo como un dato curioso sino más bien como una mala señal...

— Solamente es una advertencia, evite cruzarse con mi hermano.

Esa advertencia me pareció trasmitir más de un mensaje y creo que no es sólo por ese "secreto". En fin, Matthew logró acompañarme hasta la sala del trono donde estaban los Reyes charlando un tema importante con Benjamin porque hablaban demasiado bajo para estar en un lugar tan grande y abierto...

— ¿Ésta misma tarde? –preguntó el Rey Reagan.

— Así es –respondió Benjamin.

— Entonces tendremos todo listo a tiempo, supongo...

— Pero cariño, que hay con... ¡Oh, Príncipe Harold! –exclamó la Reina Mariette  poniéndose de pie al instante cuando me vio. Yo me apresuré en acercarme e inclinarme ante ellos y luego saludé a Benjamin con una leve inclinación de mi cabeza solamente.

— Disculpas la intromisión mis señores, pero estaba buscando al Príncipe Benjamín para charlar de suma importancia –dije y mostré el libro que tenía en mis manos. Al hacer eso, los 3 se miraron de reojo, luego el Rey y la Reina miraron a su hijo y éste asintió antes de volver su atención hacia mí.

— Ven conmigo –me dijo seriamente e hizo un leve movimiento con su cabeza indicándome que lo siguiera.

Fuimos por unos pasillos hasta que llegamos al gran salón donde se reúnen los miembros de la corte y cerró la puerta porque ésta conversación es privada. Aquí nadie puede interrumpir ni oírnos.