IGNITER. The prince's version (Skaði)

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Pasé toda esa tarde hasta la noche a su lado esperando a que su temperatura se normalizara, estaba muy preocupado. La única razón por la que decidí volver a mi habitación a dormir es porque mi madre lo exigió, le ordenó a Hannah y Lara que se encargaran de ella o de lo contrario yo no me habría movido. Estuve a punto de quedar dormido a los pies de su cama junto a Rohan.

En la mañana decidí levantarme temprano, pero ella aún no había despertado. Su piel aún se encontraba tibia y por un momento pensé que debería quedarme a su lado un día más. Desayuné junto a ella en su habitación sólo porque mi madre ordenó a Hannah y Lara que me acercaran una bandeja con mi comida.

Me encontraba sentado a su lado con la mirada en mis manos frente a ella intentando reorganizar mis palabras con el fin de disculparme con ella, pero inesperadamente alguien entró a la habitación. Mi madre.

- Oh Harold, creí que ya no estabas aquí...

- Aún no despierta -respondí un poco frustrado al verla dormir tan profundamente. Me preocupa.

- Siento mucho decirte esto Cariño, pero no puedes estar aquí todo el tiempo y sin comer ni beber -dijo con ternura. Ella es mi madre y se preocupa por mí pero debería entender que Colder es mi prometida, que es muy importante tanto para mí como para nuestro Reino y debo asegurarme de que esté bien.

- Sí he comido Madre, pero no puedo apartarme de su lado sabiendo que aún no ha despertado...

- Lo sé hijo mío, pero debes ir a supervisar a los soldados y sabes que no puedes incumplir con tus obligaciones. Yo me encargaré de ella. Sus doncellas me mantendrán al tanto de todo.

- Pero Madre... -quise reprochar pero al ver su mirada seria supe que tenía razón y pasé una mano cansada por mi cabello- Se lo agradezco mucho, Madre.

Me puse de pie pero antes de alejarme de la princesa me incliné para tocar su frente una vez más. Creo que ahora sí está mejorando, así que podré irme tranquilo...

- Quiero enterarme de que hayas almorzado, Harold -me advirtió mi madre.

- Aún con mis 20 años de edad ya cumplidos, continúas cuidándome con el mismo cariño maternal que tanto aprecio -dije tomando el rostro de mi madre entre mis manos para darle un beso en su frente.

- Y dejaré de cuidarte el día en que muera, ahora ve -dijo seriamente. Yo asentí y salí de allí para dirigirme al campo de entrenamiento a las afueras de la ciudad.
Al llegar allí todo estaba perfectamente en orden. Al parecer mi amenaza hacia Joseph funcionó bastante bien, no sólo en él sino también en el resto de los oficiales, incluyendo a su padre y su hermana.

Luego de supervisar a todos los grupos, el oficial a cargo de los nuevos reclutados me informó que habían voluntarios menores de edad que habían falsificado sus cartas para poder entrar. Me encargué de atender eso de inmediato ordené que los trajeran ante mí a todos los que habían cometido tal falta, pero en ese momento que estuve a punto de acabar, ese tal Max irrumpió sin permiso al salón de reuniones de la base. De por sí siento repudio ante su presencia, me esfuerzo por no enviarlo lejos de mi Reino, y el muy imbécil se atreve a provocarme. Esto no se lo voy a permitir...

- Príncipe Harold necesito hablar con usted -exigió. Todos lo presentes lo observaron de reojo sorprendidos y aterrados debido al tono de voz que utilizó conmigo, incluyendo Kyra que estaba
presente. Saben que yo no le permito a NADIE que me dirija la palabra sin permiso, y mucho menos de esa forma...

- Desconozco cómo serán los modales en Wintery, pero aquí yo no tolero que alguien me interrumpa sin mi permiso. Si existe algo que usted desee discutir tendrá que ser en otro momento porque ahora mismo tengo asuntos muy importantes que atender...