IGNITER. The prince's version (Skaði)

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Finalmente ha llegado el día en el que debemos partir. Supuestamente yo debería sentirme entusiasmado, feliz por volver a mi hogar y ya no tener que soportar el constante frío infernal que me agota, pero en realidad es todo lo contrario. Colder luce cansada, triste y melancólica, como si hubiese muerto alguien muy importante para ella, y su familia también se encuentra igual, con la simple excepción de que ellos no lo demuestran.

En la mañana ya todos estábamos listos para partir o, para ser más específicos, yo era el único que estaba listo para partir y los demás me acompañaban. Creo que Colder no durmió en toda la noche porque apenas subió al carruaje quedó totalmente dormida. Es la primera vez que la veo tan tranquila y delicada junto a mí. Casi ni presté atención al viaje por tomarme el tiempo de gozar el momento, y me resultó más rápido que aquel día cuando llegué por primera vez a Wintery. Estaba tentado a tocarla pero sólo me limité a correr un pequeño mechón de cabello pálido que cubría su suave y delicado rostro, no podía dejarme de preguntarme "¿Porqué fui tan tonto?". Lo arruiné todo desde un principio y desperdicie un mes entero por dejarme llevar por mis propios pensamientos en lugar de obedecer a mi madre, oír a los demás, y comprenderla de verdad.

Preciosa y salvaje, una combinación peligrosa, pero ella lo hace ver tan bien que nadie se podría imaginar que pudiera ser capaz de empuñar una espada y dominarla con habilidad.

Cuando logramos pasar las fronteras de Earthworm llegamos a Waterfall y la Princesa recién comenzó a dar señales de querer despertar. El gran crucero de mi familia nos está esperando en el puerto de Oceanus y seguramente los carruajes que salieron antes que nosotros ya están allí para que los guardias comiencen a cargar todo nuestro equipaje. Pide apreciar la paz y el silencio de parte de la princesa una vez más hasta que finalmente despertó dando un pequeño bostezo, aún se encontraba medio adormilada y atontada por el agotamiento de haber dormido tan incómodamente. No decía ni una palabra, sólo abría y cerraba sus ojos delicadamente admirando el paisaje de fuera. Por un momento se me cruzó por la cabeza tomar su mano y consolarla con palabras de ánimo como: "Ésta no es la última ves que verás a tu familia o a tu hogar, es normal sentirse triste al principio pero luego todo va a cambiar para bien", hasta que recordé que el culpable de que su tristeza sea aún mayor soy yo. Me limité a quedarme callado hasta que finalmente llegamos y comencé a dar instrucciones tanto a mis soldados como a ese tal "Max" para que transfiriera mis órdenes a sus soldados de plata. En pocos minutos ya todos estaremos listos para partir...

- Que clima tan agradable les ha tocado para partir, Príncipe.

El Rey se acercó a mí sonriendo, y yo me obligué a responderle de igual manera. No debo demostrar que no estoy de buen humor ni decaído.

- Perfecto Señor...

- Me encargué de conseguir "eso" que afirme que conseguiría. En tan sólo unos cuantos días vas a ver que germinarán como por arte de magia -me giño un ojo levemente y yo asentí de manera elegante.

- Se lo agradezco mucho Señor, al igual que he recibido desde el día que llegué a su hogar.

- Fue un honor. Cuida muy bien a mi hija, confío en ti más que en cualquier otro, tengo la total seguridad de que eres el único que lo hará de corazón. Todos nosotros ciframos nuestra total y profunda confianza en que mi hija y tú serán algo mucho más que la siguiente generación de Reyes de Fired -concluyó estrechando mis manos de manera afectuosa, luego se acercó la Reina Mariette y me despidió de forma breve pero agradable antes hacer lo mismo con su hija, mientras tanto yo le agradecí a los Reyes Tristán y Elizabeth LeGume por habernos permitido utilizar su puerto tan amablemente debido a la ocasión, sé que les molesta porque no les agrada ver tanto hierro sobre sus aguas, y es por eso principalmente por lo que tengo que agradecerles aún más. Cuando me dirigí hacia la princesa, luego de haberle dado su tiempo para despedirse de su familia, la vi inclinada frente al pequeño Príncipe intentando evitar que llorase por su partida. Esa imagen me conmovió completamente.