IGNITER. The prince's version (Skaði)

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Mis noches usualmente son una tortura, debido a que son el momento en el cual mi mente se encarga de recordarme todo lo que podría hacer mal. Sí, soy inseguro. Pero anoche, anoche me fui a la cama sintiéndome más ligero que nunca, como si me hubiese librado de una gran carga que presionaba mis hombros y me tiraba hacia abajo constantemente. Me siento... Bien, talvez feliz; son tantas emociones las que me faltan por conocer que no sé cómo identificarlas, excepto por una cosa segura: Ella es la razón de mi confusa combinación de sentimientos y emociones. Conozco la profecía a la perfección y sé que no debo hacer esto, no debo perder la cabeza, pero me resulta inevitable cuando estoy parado frente a ella.

Me agradó mucho ver la reacción de la Princesa al descubrir cual era mi gran sorpresa, tanto que al levantarme por la mañana estuve pensando constantemente en qué más podría hacer por ella. Desgraciadamente carezco de imaginación para este tipo de cosas pero... Conozco a alguien impresionantemente hábil para esto y sé que me ayudará sin dudar ni un segundo: mi madre.

Salí de mis aposentos con el gran Salón del Trono en mente, también debo disculparme con mi padre por no haber asistido a la cena ayer por la noche antes de comunicarles la enhorabuena. Al llegar allí los vi de muy buen humor oyendo como de costumbre las noticias de Titanos sobre los últimos sucesos en todo nuestro Reino (casi lo mismo se siempre en realidad).

- Buena mañana, mis señores -saludé interrumpiendo a Titanos ya que mi madre se estaba durmiendo sobre su trono.

- ¡Harold! -exclamó ella con entusiasmo. Seguramente me estuvo esperando.

- Lord Titanos -dije inclinando mi cabeza levemente -lamento haberlo interrumpido.

- Mi señor -correspondió a mi saludo- No se preocupe, Señor. Ya estaba terminando...

- Titanos, puedes retirarte. Luego continuaremos -se apresuró a decir mi padre para que este nos permitiera hablar tranquilamente a solas.

- Por supuesto, mi gran Rey. Con vuestro permiso -anunció su retiro. Ni siquiera pude esperar a que se retirara del gran salón y me hinque de rodillas ante mi madre, tomé su mano y la besé con cariño debido a la enorme felicidad que me ha concedido mediante su sorprendente habilidad para convencer a las personas. Es gracias a ella principalmente que Colder me haya aceptado y no puedo evitar adorarla aún más de lo que ya la adoro por el simple hecho se ser mi madre...

- Oh, Harold. Sorprendentemente te encuentras de un excelente humor esta mañana. ¿Acaso se debe a alguna Buena noticia que desees comunicarnos?.

- Tu madre me ha comunicado respecto a la razón por la cual osaste faltar a la cena de anoche -me dijo mi padre con su rostro un tanto disgustado y molesto. Al principio no comprendí porqué hasta que este se transformó en una amplia sonrisa orgullosa- Espero que tu felicidad se deba a los buenos resultados que obtuviste por ello, y si es así, no tengo palabras para expresarte el gran orgullo que siento por ti, hijo mío.

- Comparto el sentimiento de tu padre, Harold. Lo que tú has logrado no es algo que cualquiera pudiese llegar a hacer en tan solo una noche -mi madre (mi mayor cómplice) me guiñó un ojo como señal de que mi padre no era consciente de que gran parte de mi éxito era debido a ella. Me ha otorgado todo el crédito del logro para que yo pudiese destacar ante él.

- Ella...

- ¡Buena mañana mis señores! -llegó diciendo Legan Flanke, interrumpiéndome- El sol no podría estar más cálido y brillante esta hermosa mañana en el mejor Reino de todo nuestro hermoso mundo.

- Legan Flanke -dijo mi madre con voz seria y hasta cierto grado "desagradable" por haberme interrumpido. Yo también me molesté por ello pero aprendí hace mucho tiempo que no vale la pena permitirle a alguien como él arruinar un excelente día como este.