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En la mañana del antepenúltimo día antes de volver a Fired desperté temprano en la mañana para desayunar y un poco después de eso al medio día tuve que reunirme con el Rey Reagan y su familia para discutir respecto a la guardia que va a custodiar a la princesa mientras estemos allá hasta el día de la boda, luego nos dejaron sólos al Rey, a Benjamin y a mí porque todos debían atender sus propias ocupaciones. Nos perdimos el almuerzo así que supongo que el Rey los dejó ir por eso principalmente, todos estábamos hambrientos pero Benjamin y yo tuvimos que soportarlo.

No pude charlar con la Princesa durante el desayuno porque ella se mostraba un poco apagada, como si no hubiese dormido bien, y sentí que era mejor dejarla tranquila. Seguramente sufre de insomnio por las noches debido a la ansiedad o no está acostumbrada a lidiar con atender arreglos y preparativos. Lo mejor que se puede hacer cuando una mujer está cansada es no decir nada, ni siquiera respirar (no exagero). Eso lo aprendí una vez cuando tenía 12 años y mi hermana 16, cada vez que lo recuerdo me duele...

— Max volverá Mañana Padre, y él se encargará de escoger a los mejores hombres –dijo Benjamin y yo desperté, por un momento me sentí un poco perdido.

— ¿Quién es Max? –los miré extraño porque no estuve prestando atención.

— Es el centinela personal de Colder y Tribuno de las legiones.

— ¿Cómo es que no hemos tratado con él antes? –quise saber.

— El mi informó que tuvo asuntos personales que atender y volvería mañana a tiempo para alistarlo todo, él partirá con ustedes a Burnham para proteger a mi hija –aclaró el Rey pero de todas formas los miré algo extrañado durante un par de minutos.

— ¿Cómo es posible que un tribuno se tome unas semanas para atender asuntos personales? Él ha hecho un voto y éste exige que debe dedicarle su vida a la princesa, su deber está aquí en el Palacio para proteger a quien necesita más lo necesita en éste lugar. No existe la familia para él –concluí con indignación. ¡Es increíble!. El Rey Reagan y Benjamin se lanzaron miradas incomodas debido a mi reclamación pero es porque saben que tengo razón en molestarme.

— He podría decir que el caso de Max es muy particular Príncipe. No te preocupes por nada, no habrán inconvenientes

— Entonces estamos hablando de un soldado privilegiado. ¿Se podría conocer el "porqué"?.

— Max es casi como de la familia, su familia siempre le han servido fielmente a la familia real de Wintery y él le ha dedicado su alma al puesto que posee. Jamás nos había pedido algo así y es por eso que mi padre accedió, sólo por ésta vez.

Aún así no me agrada nada él que el Rey sea parcial con un solo soldado pero por desgracia no tengo el poder para reclamar eso.

— Ya veo...

— Una vez que ustedes hayan llegado a Burnham, Max estará bajo tus ordenes obligado a obedecerte.

— Por supuesto.

— Muy bien, supongo que ya todo está listo, Padre. ¿Quedó algún asunto pendiente que discutir antes del almuerzo? –Benjamin estaba desesperado por retirarse del salón, y no es el único.

— Estás libre Benjamin, déjame hablar un momento con el Príncipe a solas –él nos observó de reojo y luego al ver el rostro del Rey asintió.

IGNITER. The prince's version (Skaði)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora