supernova y mercenaria

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Después de la explosión causada por la mercenaria, esta sube al barco de Oscar, el mercader al que ya lo tenía fichado como un tremendo imbécil, se dirigen con rumbo a la isla Ami, pero a mitad de camino el bote es detenido por un montón de tentáculos de color fucsia, los dos pasajeros se miran claramente extrañados, Oscar intenta quitarlos de su barco pero al tocarlos siente una descarga eléctrica de puro placer indescriptible que nunca había sentido antes, se siente paralizado a la vez que sus sentidos se inundan de puro goce

Toxic no piensa meterse después de todo, se siente asqueada de la expresión lasciva del hombre, mira hacia al frente y ve a una mujer muy, pero muy alta, como de unos 2'30 cm de altura, de un largo, sedoso cabello blanco casi resplandeciente, vestida con un ajustado abrigo de piel de leopardo blanco, este tenía dos bolsillos delanteros en donde ella tenía metidas las manos y unas elegantes botas de tacón medio, amarillas

Por lo oscuro que se había hecho, no le podía distinguir la cara, además, tampoco le ayudaba la altura de semejante mujer exageradamente curvilínea de cuerpo, además, sentía que esa mujer estaba rodeada por algo extraño, Toxic era una joven de muchas habilidades, una de ella era sentir las auras de los demás y el aura de esa mujer era supremamente destructiva, llena de maldad, como si la que estuviera ahí no fuera una persona, sino un demonio

Pero eso no era nada, lo sorprendente era ¡que esa maldita estaba parada sobre el agua como si fuera la mierda más normal del mundo!, ¡¿Quién mierda era esa mujer y que clase de truco estaba usando para hacer eso?!, la fémina siguió caminando de una manera un tanto seductora por el agua y subió al bote

Al hacerlo saco la mano enguantada que dejaba al descubierto sus dedos, en ella tenía un arma, una pistola de chispa, con la cual apunto a Oscar que aún seguía inundado en el placer que le brindaban los tentáculos, ella le disparo en la cabeza, acabando con su vida en un instante

- Bien, con el estorbo muerto, podremos hablar -Toxic al fin pudo distinguir la cara de la peliblanca, debía admitirlo, ella era hermosa, todas sus facciones faciales lucían delicadas y perfectas y con esos extraños ojos penetrantes, era muy difícil no perderse en ellos, aunque algo no se sentía bien con la presencia de esa mujer - miss Toxic, estoy muy segura que usted fue la que causo todo ese estrago en ferus y me urge tener una charla con usted

- ¿Quién diablos eres? -pregunto la pelinegra con un poco de desconfianza

- Oh, que descortesía la mía al no presentarme -decía ella con suma elegancia, como si ella fuera una especie de noble o algo parecido- pero este no es buen lugar para tener una charla, así que me temo que tendrá que venir conmigo

- ¿Y si no quiero que?

- Entonces será a la fuerza miss Toxic.... Tengo entendido que usted es una usuaria ¿no?

- No te atrevas perra

- Usted no me da órdenes miss Toxic -sonrió de manera perversa, aunque Toxic jamás lo admitiría, ella sintió un frio correr por su espalda, la maldita le producía un inconsciente miedo- es un buen momento para echarse un chapuzón ¿no?

Al decir eso las dos mujeres empezaron un combate cuerpo a cuerpo en el bote y a pesar de que iban muy a la par, Toxic se agotaba, más no su contrincante, que a medida que pasaban los minutos aumentaba su fuerza, la mercenaria debía admitir que la otra era muy buena en el combate, mientras la demonio le intrigaba las habilidades de la enmascarada, hace mucho tiempo nadie la emocionaba en combate, esa chica era como un nuevo respiro después de tanto tiempo sin pelear medianamente en serio

Demoness's PainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora