cansada de ellas

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Después de darles una tremenda lección a las clones, que se podría decir que sólo quedaron pedazos de ellas y una muy sucia cocina ya que había sangre, miembros apenas reconocibles, intestinos, y demás órganos esparcidos por todo el lugar, Larisa veía eso un tanto pasmada ya que por lo general Juria no era tan violenta en frente de ella, en el sentido de que ella no causaba tanto daño a las clones frente a ella, ya que sabía que lo mucho que incomodaba a la ex mercenaria ver como un su capitana lastimaba a las demás nakamas, sin importar que ella las odiara

Juria le dijo a Larisa que saliera con ella, mientras que abandonaban el comedor Juria le decía a las clones que cuando se regenerarán otra vez limpiarán todo el desastre, ya afuera, le solicitó a Umi que la llevara a una isla lo más rápido posible porque se sentía muy estresada y necesitaba hacer compras, como fiel sirviente el océano obedeció la orden de su deidad

Algo que le gustaba ser mucho Juria y a las clones, pero sobre todo a la peliblanca, cosa que sorprendía un poco Larisa por lo fuera del personaje que se veía, sobre todo por la reputación de las hell pirates, aunque un poco entendible por parte de la hecatombe, es que a las demonios les encantaba ir de compras, sobre todo de ropa, accesorios, maquillaje y zapatos, era bastante sorprendente todo lo que se gastaban en ropa, era más de lo que se gastaban en libros y comida juntos

Ese era el método de relajación de las chicas, porque a Larisa le toco participar en la "costumbre de ir a la moda" para no contrastar con el estilo implementado por las otras, aunque al menos ella no tenía que ir a comprar su ropa, la capitana lo hacía por ella, se aseguraba de que vistiera tan bien como sus clones y a la pelinegra le sorprendía mucho de cómo la demoniza sabia sus tallas, aunque era mejor no saberlo, no vaya a ser que le respondiera con cualquier comentario pervertido como ella siempre lo solía hacer con casi todo, al parecer cuando Juria no usaba su lenguaje educado y de alta clase, usaba albures, haciendo que todo lo que digiera siempre tuviera una segunda connotación, una pervertida y con claro índole sexual

Sobre todo, respecto a las compras, era la hora feliz de Juria, ya que cuando no compraba libros extraños o de medicina, que la verdad eran muy pocos ya que casi nada captaba su interés y con todo el tiempo que ella había vivido ya había leído bastantes de esos libros, se encargaba de estar siempre a la moda, a su propia moda, la demoniza a veces era toda una diva para escoger ropa y siempre pedía enormes y exorbitantes descuentos que siempre conseguía porque la gente siempre hacia lo que sea por una mujer tan atractiva como lo era la fémina del infierno, nunca nadie le decía que no, jamás

- ya casi llegamos a la isla Mall, una muy popular por sus grandes tiendas de ropa -decía Umi

- que bien, necesito remodelar mi armario, ya todo es de la temporada pasada -disgustada Juria miraba su abrigo

- ¿Qué no remodelaste tu armario hace tres meses? -comento Larisa

- Hace mucho tiempo, no planeo volverme a poner esa ropa

- ¿En serio?

- Larisa, yo jamás repito ropa -dijo Juria como si fuera algo razonable mientras se miraba las uñas- repetir conjuntos es algo demasiado genérico y poco original, además que soy demasiado poderosa y fabulosa para eso

- No me digas... -"genial, su lado diva ya salió" pensó la ex mercenaria- entonces si es así, ¿Por qué nunca te cambias de abrigo señorita 'nunca repito ropa porque soy demasiado importante para eso'?

- Eso ya es otra cosa -Juria la miro con cansancio en sus ojos- debo usar el abrigo para que mi efecto afrodisiaco no haga efecto

- ¿efecto afrodisiaco? -Larisa mino confundida a su capitana- ¿qué es eso?

Demoness's PainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora