16.

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Empecé a correr en dirección a la casa de Dakota y vi que estaba cerrando la puerta. Comencé a gritar su nombre siendo El Centro de atención de la gente y coches que pasaban hasta que conseguí llegar a su puerta la cual empece a dar golpes pidiendo que abriera.
Después de unos minutos escuche como las llaves de introducían en la cerradura y alguien abrió la puerta, alguien que no era Dakota. Una mujer bajita de unos 45 años, con el pelo corto y una cara que expresaba furia, supuse que sería la tia de Dakota. La cuál no quería verme después de todo lo sucedido.

-¿No tuviste suficiente con abusar de ella que ahora también le rompes el corazón?-vi como Dakota estaba detrás de ella con un lado de la cara hinchado y sus ojos a rebosar de lágrimas.

-¿que le a hecho? Espero que no se le haya ocurrido pegarle.-digo en un tono amenazante a lo que Dakota asiente con la cabeza mientras su tia no le ve. Eso me lleno aún más de rabia y sentí el impulso de sacar a Dakota de allí como pude. Corremos, corremos lo más rápido posible para que no logre vernos.

Llegamos al mirador de la montaña, o como le llamamos nosotros 'nuestro sitio'. Sin decir ninguno nada nos sentamos en el borde como solíamos hacer y nos quedamos observando el paisaje.

-Debería haberte dicho antes que había vuelto a tomar contacto con Elena...

-No importa Daniel, no tendría que haberme puesto así. Confió en ti, pero he visto como me ha mirado antes, como queriendo amenazarme de que no estuviera contigo. Daniel, te quiero muchísimo de verdad, me has devuelto las ganas de vivir en estos tres meses y la idea de perderte...

-Shhh.-pose mi dedo en sus labios interrumpiendo, nuestras miradas se juntaron al igual que mis labios hicieron con los suyos. Nos fundimos en un apasionante beso que los dos deseábamos desde hace unas semanas, nuestras lenguas jugaban y ella... era tan dulce, es que hasta su forma de besar. Por un momento me olvide de todo, sentía que en el mundo solo éramos Dakota y yo. Seguiría besándola todo lo que queda de día, pero el ruido de su móvil hace que nos separemos.
Hay un silencio entre nosotros y ella coge su móvil para ver quién es. Descuelga el teléfono y se aleja un poco para hablar mientras yo la observo.
Minutos después regresa a mi lado sería.

-¿Q-que pasa?

-Mi tia me va a matar, no puedo volver allí. Me acaba de llamar Shawn que mi tia está muy furiosa conmigo, que no sabe cómo he podido ocultarle tanto tiempo que estaba quedando contigo...

-No sé qué decir Dakota...

-Yo si...-se puso en pie al borde de la montaña, mi instinto me ordenó a levantarme rápidamente y cogerla. Para intentar evitar que se tirase.-No Daniel, no voy a tirarme, aún que me gustaría. Pero voy a volver allí. Voy a enfrentarme a ella y ya está.

-No Dakota, no.-pero mis palabras ya no servían de nada, cuando me quiero dar cuenta ella está corriendo hacia su casa.

*Narra Dakota*

Llego a mi casa y en la puerta veo mi Mateo con toda mi ropa.

-¡Tia!¡Tia ábreme!-gritó mientras doy golpes en la puerta hasta que de la impotencia comienzo a llorar haciendo que Shawn salga por la puerta de su casa y en dos zancadas este a mi lado consolándome.

-Tranquila.-decía rozando mi mejilla suavemente haciéndome estremecer.-Nos iremos de aquí,¿vale?.-yo asiento entre sollozos y me lleva hacia el piso vacío de su abuela la cual perdió hace unos años atrás. Allí solamente había un sofá de cuero junto una tela que llevamos nosotros hace unos meses y electrodomésticos necesarios como la nevera y demás cosas. En cuanto estamos allí le mando un mensaje a Daniel para que no se preocupe y comiendo a hablar con Shawn sobre lo que ha pasado, se que el últimamente está muy raro y no me cuenta el por qué, pero hoy necesito que me lo diga. No puedo ir con esta doble carga.

El huracán Seavey.(Why Don't We) #DestinyAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora