-¿Qué parte no entiendes Scarlett? Porque no es muy difícil de entender, además, tu sabias que esto iba a suceder, era algo completamente inevitable, no sé qué es lo que tanto te sorprende –mascullo la madre de la joven mientras la miraba con desprecio, siempre había considerado que su hija era una completa inútil, con más razón ahora que tenían serios problemas y a ella poco le importaba, seguía ahí sentada frente a aquella mesa inmersa en sus estudios.
-Mama, hace unos días te di todo mi sueldo, completo, apenas si puedo transportarme de la universidad al trabajo y del trabajo a casa, no entiendo cómo pudiste gastarlo en tan poco tiempo si las cuentas siguen sin ser canceladas y la nevera sigue vacía – respondió la joven cansada, todos los días era la misma situación, empezaba a cansarse, trabajaba todo el día y estudiaba toda la noche, apenas si comía o dormía y todo el dinero que se ganaba su madre lo malgastaba.
-¡Tu sueldo no alcanza para nada! Pierdes todo el día en esa universidad, deberías trabajar los turnos completos, tal vez así podrías traer algo que de verdad sirva –Scarlett, furiosa, se puso de pie y tomo sus cuadernos, libros y su vieja computadora.
-¡Entonces será mejor no traer ni un solo centavo! –dijo a gritos mientras salía de la cocina e iba directamente a su habitación, se dejó caer en su cama y suspiro, cualquier madre estaría orgullosa de ella, es decir, trabajaba, tenía una beca completa en la universidad y en su tiempo libre se dedicaba a cuidar a su familia, pero su madre lo único que hacía era criticarla, gritarle y pedirle cada vez más, estaba tan cansada, quisiera poder tomar sus cosas e irse lejos.
-¿Estas bien Scar? Escuche que mama te gritaba –susurro su pequeña hermana mientras rascaba uno de sus ojos, Scarlett la miro y sintió que su corazón se derretía, era ella la única razón por la que se quedaba, por su hermana y por su padre, esas dos personitas eran la única razón que tenía para vivir y salir adelante, quería ser alguien, por y para ellos.
-¿Qué haces despierta Celine? Es muy tarde y mañana debes asistir a la escuela –la pequeña de 5 años camino hacia su hermana y permitió que la tomara en brazos.
-La maestra envió una nota diciendo que no puedo asistir hasta que se cancelen los meses que se deben –la joven cerro sus ojos y suplico al cielo un poco de ayuda, le había dado el dinero a su madre para que pagara la colegiatura de su hermana, pero seguro se la había gastado en quien sabe qué.
-Yo te llevare a la escuela mañana y hablare con tu maestra, no te vas a quedar sin estudiar, será mejor que te vayas a dormir –la pequeña hizo un puchero y se abrazó a su hermana.
-¿Puedo dormir contigo? Mama siempre me despierta a gritos, excepto cuando duermo a tu lado, solo será por esta noche, ¿Si? –Scarlett miro su cama y suspiro, era una cama sencilla, el colchón era viejo y duro y las cobijas no era precisamente las más calientes, al nacer la pequeña, su madre había decidido no gastar dinero comprándole una cama, así que ella había tenido que comprar lo que podía para dejarle la suya a Celine, esa, aunque también era sencilla, era mucho más cómoda y caliente.
-Hagamos algo, dormiremos en tu cama y mañana me levanto contigo para llevarte a la escuela, hare todo cuanto sea necesario para que sigas estudiado, no importa lo que diga mama, tú vas a tener un futuro ¿Bien? –la pequeña asintió y la joven rápidamente se puso su pijama y fue hasta la habitación de su hermana, le costó mucho lograr acomodarse, el espacio era una reducido, pero por suerte, la pequeña no tardo en caer dormida, aunque para Scarlett, fue imposible conciliar el sueño, no dejaba de pensar en el dinero que debía conseguir, no solo para su hermana sino también para pagar el hospital de su padre, haría lo que fuera por conseguirlo, solo necesitaba tiempo y un par de ideas.
Mientras tanto en Nueva York, Elliot Johnson escuchaba las palabras de su asesor mientras intentaba aguantar las terribles ganas que lo incitaban a acabarlo a golpes, lo único que hacía era traerle problemas.
-Debes buscar la forma Elliot, es uno de los pedidos del hombre para hacer negocios contigo, sabes que allí, la ley dice que solo pueden crear empresa quienes sean nacionales franceses, es la ley, deberás buscar la forma –el apuesto empresario se masajeo la cien, esto empezaba a hartarlo, quería ampliar su empresa y el mejor lugar era Francia, pero el país tenía unas estúpidas imposiciones para los extranjeros, necesitaba tener la nacionalidad francesa y el tiempo empezaba a agotársele.
-¿Cómo puedo conseguir la nacionalidad francesa en menos de un mes? Según el abogado, se necesita al menos dos años para solicitarla y lo que menos tengo es tiempo, piensa en otra posibilidad –el asesor lo miro fijamente y suspiro, sabía que no le iba a gustar su propuesta, pero era la única opción que les quedaba.
-Busque una francesa y case, conseguirá la nacionalidad con mucha facilidad y en menos de un mes –el joven se quedó sin palabras, ¿Casarse? No era el momento para eso, estaba en la mejor época de su vida– que sea un matrimonio arreglado, puedo hacer que escriban un contrato, se casan y se divorcian dos años después, usted queda con la nacionalidad y a cambio, puede ofrecerle un poco dinero a la mujer que escoja, se firman acuerdos pre-matrimoniales así ella no puede aspirar a más y asunto arreglado –Elliot lo pensó por un momento, entonces no sería un matrimonio, sería más un contrato, no era mala idea, así no se vería obligado a dejar los placeres que le traía su dinero y su posición.
-Es buena idea, un negocio, dinero a cambio de un matrimonio, pero tengo una duda, ¿Por qué tiene que durar dos años?
-Porque, según las leyes francesas, para que conserves la nacionalidad, el matrimonio debe durar al menos dos años, aunque no necesariamente deben vivir juntos y mucho menos compartir cama, solo necesitamos que firme para hacer valido el matrimonio –el aludido suspiro, tenía un problema, cuando su madre se entrara de su inminente boda querrá hacer de las suyas, querrá cumplir sus deseos, esa era una de las consecuencias de ser hijo único, pero estaba dispuesto a arreglar la situación a su beneficio, necesitaba ese matrimonio, se casaría con una francesa a como dé lugar, no debía ser muy difícil encontrar una candidata.
-¿Cuándo es mi próximo vuelo a Francia? Debe ser pronto –dijo desesperado, siempre fue malo recordando las fechas, era su secretaria quien se encargada de eso.
-Tengo entendido que en dos días tiene una invitación a una universidad –¡Claro! "Era la oportunidad perfecta" pensó él, lo habían invitado a inspirar a los jóvenes, pues él era uno de los empresarios más jóvenes del mundo y además de los más exitosos. Esa era su oportunidad, podría escoger a alguna estudiante, hay muchas que viven con lo del día.
-Grandioso, viajaras conmigo a Francia y en cuanto lleguemos, deberás buscar toda la información sobre todas las jóvenes que te diga, debo tener varias opciones, además, necesito el contrato redactado para dentro de tres días como máximo, dile a mi secretaria que te comunique con mi abogado y que el vuelo debe ser para mañana, nos vamos a buscarme una esposa –mentalmente empezó a imaginar la mujer que deseaba, aunque no fuera un matrimonio real era probable que tuviera que presentársela a su madre o incluso a los medios y no iba a mostrar cualquier persona. Por ejemplo, debía ser hermosa, muy hermosa, rubia de preferencia, ojos azules, tal vez, y claro, cuerpo de infarto, eso sería un buen comienzo.
En tres días conocería su futura esposa.
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Manipulando el amor - CAPITULOS DE MUESTRA
RomanceScarlett es una joven que sueña con darle lo mejor a su pequeña hermana y a su padre, pero las necesidades económicas por las que esta pasando ponen a prueba todas sus fuerza, y para completar, su madre no ayuda en nada. Cuando su situación llega a...