CAPITULO 4

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A llegar a casa todo estaba tal cual lo había dejado un par de horas atrás, su madre aun no aparecía, Celine dormía tranquilamente y su habitación estaba igual de fría a como la recordaba, parecía que nada hubiera cambiado en aquellos minutos, solo ella, se sentía como una extraña en su propia casa, había vendido su alma al diablo por un poco de dinero y ahora se sentía la peor basura del mundo, ni siquiera él pensar en las oportunidades que podía daré a su hermana a su padre la reconfortaban, se sentía realmente mal y no entendía como había llegado a sucederle todo esto.

Rápidamente se quitó su ropa y se puso su pijama, con gusto se daría una ducha pero seguro que no había agua caliente congelarse no era una de sus opciones, así que simplemente se metió bajo sus cobijas, y abrazado la almohada las lágrimas empezaron a caer.

Solo imaginarse vestida de blanco caminando hacia altar, hacia un hombre que apenas si conocía y que resultaba él causante de su tristeza la hacía sentir aún más desgraciada; de verdad intentaba animarse, convencerse a sí misma de que todo estaría bien, que en dos años su corazón estaría intacto y ella estaría lista para conocer al hombre de su vida, su compañero de vida, pero si aún ni se casaba y ya sentía el corazón hecho jirones, ¿Que le esperaba e estos siguientes años? Vivir junto a un hombre que solo le genera repulsión seguro que marchitaría sus esperanzas de algún encontrar su felices para siempre.

Pero se había propuesto no ser la única que sufriría.

En cierto momento de la noche levantó su mirada y observó el viejo despertador de su mesa de noche, eran más de las 2 am pero increíblemente, sus esperanzas había crecido y su fuerza volvía a acompañarla, era el momento de empezar a enfrentar su realidad, pero no con lágrimas, esas no le servían de nada, sino con inteligencia. Rápidamente se puso de pie, tomo su libreta y empezó a escribir, mañana seria él principio de su nueva guerra, una de la que estas dispuesta a salir victoriosa.

Unas horas después, ya había dado el desayuno a Celine y ella tenía puesta su mejor ropa, debía cerrar un negocio y debía mostrarse como toda una profesional.

-Anda Celi, debería salir ya o llegaremos tarde a tu escuela – dijo al ver que su hermana se tardaba demasiado arreglando su cabello, así que tomado su moña le hizo una cola alta y tomo su mochila.

-Scar, mañana se vence el plano para pagar lo que se debe en la escuela, ¿Cómo conseguirás él dinero? – por primera vez en mucho tiempo, Scarlett no tuvo que preocuparse por ello, pudo darse la satisfacción de sonreír a su hermana.

-No debes preocuparte por ello, ya tengo él dinero, tu solo debes centrarte en estudiar y ser la mejor, por suerte nunca más tendremos que preocuparnos por ese tipo de faltas – la pequeña fruncido él ceño extrañada, ayer ese tipo de cosas eran para preocuparse, algo extraño sucedió aquí.

-¿Te estas volviendo loca Scarlett? Estas actuando muy extraño – la joven sonrió y acaricio el rostro de su hermana, dejo un beso en su mejilla y tomando su mano la saco de casa.

-No pienses en ello – tomaron el autobús y dejo a su pequeña en la escuela, era el momento de negociar.

Tomando un taxi le dio la dirección del hotel en el que se alojaba su ahora prometido, lleva su libreta en su bolso y mucha decisión en su cuerpo, estaba más que preparada para enfrentarse al mismísimo presidente, pero esta, la primera batalla de una guerra que durara dos años, era ella quien la ganaría.

Al llegar, pago al conductor y subió directamente a la habitación, sabía perfectamente donde quedaba; toco la puerta y a los pocos instantes apareció Elliot Johnson frente a ella.

-No pensé verte tan pronto la verdad – admitió él realmente sorprendido de verla allí, la había visto tan afectada él día anterior que llego a pensar que sería él quien tendría que buscarla para la firma del contrato, pero aunque llevaba muy poco conociéndola ya debería empezar a entender que esa mujer estaba llena de sorpresas, seguro que no llegaría a aburrirse en los siguientes dos años, algo positivo después de la última amenaza con la que lo dejo la noche anterior.

Manipulando el amor - CAPITULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora