CAPITULO 9

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¿Qué es el primer beso? ¿Qué es la primera vez? Que es sino un deseo carnal desperdiciado cuando se usa sin una verdadera razón, ¿Por qué entregarlo todo si no es por amor? Un verdadero amor; entregarse a una persona es algo tan puro y hermoso que debería ser sagrado, libre, aunque claro, hay muchos tipos de amor, y estos confunden, por ejemplo, amor por la familia, amor por sí mismo, amor al deseo, amor a la pasión, amor al placer, amor a otra persona, son diferentes tipos de amor, pero amor al fin al cabo, entonces, ¿Cuál de ellos es la razón perfecta para entregarse a un hombre o a una mujer?

Muchas personas lo han dado todo por su familia, incluso sus propios cuerpos; otros son tan egocéntricos que necesitan sentir, ver, conocer, lo que son capaces de crear, incluso el placer corporal a veces es una necesidad para alguna de las dos personas, por razones distintas, pero sigue siendo necesidad; entonces, ¿Cómo saber cuándo es el momento, la persona y la razón correcta? ¿Placer corporal tal vez? Son muchas las opciones, pero la diferencia es que muchas de ellas te llenan solo por un momento, mientras que otras te hacen feliz por toda una vida.

Scarlett no podía dejar de pensar en ello desde que Elliot la había tomado entre sus brazos y la besaba con tanta pasión y entrega, ¿De verdad quería entregarse a ese hombre? Era apuesto sin duda alguna, y en teoría, era su esposo, pero no había amor, no uno verdadero, no uno de esos que cuentan en las historias románticas que las mujeres tanto suelen leer, y lastimosa o afortunadamente, ella había leído demasiadas, claro que soñó con un apuesto príncipe con armadura blanca que la enamoraría con pequeños detalles todos los días por el resto de sus vidas, pero en cambio había terminado casada por dinero, con un hombre que apenas si conocía y que probablemente nunca será realmente suyo.

Muchas veces había querido conocer lo que sentía estar con otro hombre pero nunca se sintió lista para ello así que aun a sus 21 años, seguía siendo virgen, y quería seguir siéndolo.

-Detente – susurro ella poniendo sus manos sobre su peso y empujando ligeramente, intentando alejarlo, pero fracaso, sus manos se aferraban con demasiada fuerza a su cintura y sus caricias eran cada vez más fuertes y exigentes, dejando poco espacio al rechazo.

Nerviosa, empezó a mover su cabeza intentando detener sus besos y hacerlo volver a la realidad, a ver si así la escuchaba, pero la mente de Elliot parecía estar completamente nublada por la pasión y el deseo, así que no prestaba atención al rechazo y resistencia de su ahora esposa.

-No sabes cómo te deseo desde el mismo momento en que te vi en la universidad, me encandilaste con tu belleza, con esos maravillosos ojos tuyos, tienes un cuerpo de infarto, eres como una diosa para mí – harta de no ser escuchada y de sentir las manos de Elliot por todo su cuerpo, Scarlett dio un fuerte grito y lo empujo con toda la fuerza que sus delgados brazos podían tener, logrando que se aleje un par de pasos.

-¡Te estaba diciendo que basta! Si te casaste conmigo para llevarme a la cama elegiste a la mujer equivocada, ni en tus más profundos sueños llegaras a tenerme, te dije cuando aún estábamos comprometidos, no me acostare contigo – tomo la cobija que había en uno de los sofás de la sala y la envolvió en su cuerpo, cubriendo su cuerpo casi que desnudo, nunca debió permitir que la besara, solo había logrado mostrare debilidad, lo mejor sería alejarse de él tanto como fuera posible.

-Ya te lo dije Scarlett – hablo él recuperándose rápidamente de la sorpresa, estaba como en el cielo cuando la tenía entre sus brazos así que no había escuchado el momento en que intento detenerlo, de lo contrario, se habría alejado, pero en su defensa, aquella mujer lo volvía estúpido con una sola mirada – un día serás mía, puede que no hoy ni mañana, pero será algún día, ahora eres mi esposa, mi mujer, seguro que eso me da algún tipo ayuda, además, después de esto creo que después de todo si causo algo en ti, y me gustaría conocerlo más a fondo– su esposa se cruzó de brazos y lo fulmino con la mirada, estaba furiosa, se estaba comportando como una completa idiota, una niñita en plena juventud con las hormonas alborotados, y pensar que supuestamente eso solo le sucedía a los hombres.

Manipulando el amor - CAPITULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora