POV Daniela ((por fin se ha decidido a viajar hasta tierras italianas. Pero shh. Es un secreto))
Principios de septiembre 2017
Me pegué un poco más a ella y cerré los ojos para dejar que el agradable aroma que desprendía su piel me embriagara de paz y serenidad. Siempre olía de maravilla, pero esa vez... Esa vez no sé con qué acondicionador se duchó pero estaba exquisitamente bonita. Por eso me dejé llevar, y no me pensé dos veces el hecho de cobijarme un poco más en su hombro y aovillarme como si fuera un bebé. Esos eran los momentos en los que los roles cambiaban y entonces yo parecía la pequeñita y ella la mayor, y eso me encantaba.
Quizá lo reconocía muy pocas veces, pero a ella también le gustaba mucho cuidarme y hacerme sentir como una princesita de palacio. Y más cuando ve que mis ánimos no están muy arriba, que digamos.
Ese día me desperté muy temprano porque me llamaron de la agencia para decirme que el proyecto jamaicano se iba a retrasar un poco más de lo previsto por problemas burocráticos.
Burocracia, arg.
Le intenté explicar un poco a ella en qué consistía todo eso pero tampoco quería aburrirla con mis follones profesionales ni sonar como si estuviera quejándome.
Esa misma mañana, fue ella misma quien me preguntó, porque había leído mi careto y sabía perfectamente que estaba ofuscada con algo. Coño. Tres meses "conviviendo" juntas dan para mucho.
No estoy segura de si llegué a dormirme, pero al abrir los ojos, levanté la vista para confirmar mis sospechas: Elettra estaba profundamente dormida con la cabeza apoyada sobre la mía, con los brazos enroscados en torno a mi cuerpo y las piernas flexionadas sobre mi regazo.
Me incorporé ligeramente con cuidado para no despertarla y observé con una sonrisa inconsciente lo adorable que estaba. Volvieron a cambiarse los papeles. Ahora ella era la bebé.
Y yo, su cuidadora, protectora, como quiera considerarme. Yo podía serlo todo si ella quisiera, o mejor dicho, si ella finalmente se atreviera a dar ese "paso más".
Me concentré en su respiración, relajándome en cada suspiro que daba porque me noté un poco nerviosa después de mi reposo mental. Si ella no estuviera ahí conmigo, quizá estaría teniendo en esos momentos un pequeño ataque de ansiedad. He dicho pequeño, no os alarméis.
Al incorporarme no pude evitar que su cabeza cayera un poco y reposara sobre mi hombro, muy cerca de mi mejilla. Con el sueño tan ligero que tenía ella, raro me pareció que no se hubiera despertado con el traqueteo. Pero a mi parecer, se acomodó incluso más y se removió un poco pero sin llegar a despertar. ¿Estaría haciéndose la dormida? No, no lo creo.
No lo creía porque sinceramente me parecía algo inusual que se... ¿Cómo decirlo? que se acurrucara tanto a mí de manera consciente. Seguro que si en ese momento se despertaba, pondría alguna mueca extraña de las suyas y no tardaría en tomar otra postura más "decente" para ella.
Yo no podía dejar de mirarla. Su rostro angelical, relajado y dulce, parecía estar descansando en la mismísima gloria, y me tuve que contener bastante para no agachar un poco más la cabeza y que mis labios rozaran su piel.
Quizá hace unos cuantos meses, en la casa me habría atrevido. Pero ahora... aún nos encontrábamos un poco desubicadas.
Sin embargo, me sorprendió muchísimo lo que pasó a continuación, porque no estaba tan dormida como yo pensaba...
Al principio creí que estaba hablando en sueños, como otras muchas veces en la casa. A veces decía cosas en italiano y yo no conseguía entenderla bien, pero esta vez habló en español y un poco entre dientes, con una sonrisa encantadora que me hizo sonreír a mí también.
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Soñar es gratis {blumettra}
FanfictionNo sé en qué deparará esto, y ni siquiera podría considerarlo exactamente como una historia con sus tramas etc. Simplemente recogeré lo que querríamos ver, porque soñar es gratis y la imaginación es libre, ¿no? Disfrutadlo