X. blumetattoo (2ª parte)

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29-11-17

((Continuación del capítulo anterior))

POV DANIELA

La luz tenue de los primeros rayos de sol era la única iluminación que teníamos en la habitación. Ella aún seguía durmiendo a pierna suelta y no quise despertarla todavía, pues tenía que estar lo más descansada posible para el viaje (en tres horas, la pobre tenía que partir hacia Miami y acostumbrarse al jet lag).

Estiré el brazo para alcanzar mi móvil y ver qué se cocía por redes. Como era de esperar, la gente estaba impacientada por mi ausencia durante todo el día de ayer. Leí un artículo muy interesante sobre la simbología de los orbes, y me guardé la captura de un parrafito para subirlo a mis stories.

Y seguidamente, me apareció la story que subió anoche Elettra y que no quería que yo viera hasta que se publicara.

Morí de amor...

Enseñó una foto del tatuaje y colocó un corazón justo al lado. Después encontré otra versión de la foto en mi bandeja de entrada de mensajes privados, escribiendo "for u" al lado del corazón. Me tragué la carcajada al imaginarme que por un momento podría haberse equivocado y publicar en las stories esa versión, con mi @ incluido.

Las redes explotarían y ella se cambiaría de nombre, de cara y de todo.

Mi niña...

Ahí seguía, durmiendo plácidamente con expresión dulce y su adorable venita de la frente haciendo acto de presencia. Quería inclinarme para darle un besito, pero temía despertarla. De repente, cambió de postura, emitió un suave sonido ininteligible producto de la oniria y se pegó más a mí, casi apoyando la cabeza sobre mi antebrazo.

La dejé agotada esa noche, y no me extraña, porque teníamos muchas ganas de probarnos después de tanto tiempo de sequía. Su manager Pilar seguía creyendo que había pasado la noche en casa de Aless Gibaja (que menos mal que se encontraba de promoción por Barna), así que me sentía como la típica chica malota de las pelis de acción que esconde a un fugitivo en busca y captura.

En realidad esto me llenaba de adrenalina y emoción, y a ella también, aunque a veces me decía que estaba cagada de miedo por si nos descubrían.

Dejé pasar el tiempo, la vida, y agradecí a la fuerte calefacción de mi habitación que nos permitiera habernos quedado en cueros sin sentir una miqueta de frío (aunque con el roce de nuestros cuerpos éramos una especie de estufa humana...). Podría haberme pasado allí el día entero sintiendo el peso de Elettra sobre mi costado. Cada vez se iba abrazando más a mí inconscientemente, y solo tenía que agacharme un poquito que mis labios rozaran su frente. Ya me daba igual despertarla porque no faltaba mucho tiempo para que Aless viniera a recogerla y llevarla al aeropuerto.

Me pareció ver que sonreía ante el contacto con mis labios, y me rodeó con sus brazos aún más fuerte.

- Buongiorno -dijo en voz bajita, sonriendo y con los ojos aún cerrados.

- Buenos días, amor. En dos horas viene Aless a llevarte al aeropuerto -le recordé con todo mi pesar, y ella cambió de expresión. Torció la boca y abrió los ojos para sollozar en un tono bastante cómico.

- Che palle.

- Va, que va a ser brutal, tía -le animé, abrazándola también y estrechándola contra mí. El roce de los piercing de los pezones contra mi piel me pareció la sensación más bonita y placentera que había experimentado en mi vida-. Por fin vas a poder sacar tu música, y vas a tener un montón de oportunidades importantes.

- Sí, pero voy a extrañar un chingo todo -levantó un poco la cabeza para mirarme, y comprendí que en ese "todo" también me incluía a mí. Me la quería comer.

- Ya, mi amor, pero... piensa que también estás cumpliendo un sueño.

Conseguí que volviera a sonreír.

- Lo sé -dijo mientras se incorporaba ligeramente para buscarme. Nos dimos un beso cortito pero tierno, y enseguida volvió a reposar sobre mi pecho, cerrando de nuevo los ojos.

- Oye, no te vuelvas a dormir, que tenemos que aprovechar el tiempo -le dije en un tono algo sugerente. Mi cuerpo seguía on fire y yo no podía calmarlo.

Esbozó una sonrisa picarona.

- No dejes que me duerma baby.

Sí, sabía exactamente lo que tenía que hacer...

Soñar es gratis {blumettra}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora