~Una propuesta inesperada~

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AMOLAD no me pertenece, es propiedad de THE SNIPTER.


Leo volvió a casa en silencio, pensando en las palabras de su amigo. Es verdad que él no quería tener una relación con nadie, algo así lo obligaría a quedarse en un solo lugar y si se preguntaba, ¿por qué lo había besado? No tenía una respuesta razonable, pero algo tenía claro, le encantó que aquello ocurriera.
Leo siempre fue un mujeriego, la mayoría las conocía en el bar donde trabajaba, pero realmente ninguna le gustaba para algo más que un acostón.
Leo se sonrojó al recordar las palabras de su amigo, si Des estaba enamorado de él ¿qué debía hacer? No quería hacerle daño.

Leo pasó toda la noche pensando en qué hacer. Por su falta de experiencias amorosas todo este asunto se le complicaba. La única pareja que él conocía era la de su amigo Sebastián y ellos empezaron como amigos con derechos, teniendo sexo casual, ya con el tiempo se enamoraron y formalizaron su relación.
Entonces Leo pensó: si tengo sexo con Des tal vez pueda averiguar lo que siento por él, si a Sebastián le resultó, tal vez a mi también.

Y así, a penas Leo encontró a Des, le preguntó lo que había decidido, según el esa era la opción más lógico.

Pero Des estaba perplejo ante tal proposición, no podía entender qué estaba pensando Leo, quien parecía seguro de lo que decía.

—L-leo, ¿qué estás diciéndome? —preguntó Des esperando haber mal entendido lo que el moreno decía.

—Yo no me entiendo, no sé lo que siento por ti, nunca he estado con un hombre, entonces quiero saber si... —Leo no pudo terminar su explicación, un ruido lo sorprendió. Eban acababa de llegar y en el peor momento.

—Y-Yo sólo vengo a cambiarme de ropa —explicó nervioso, no podía mirar a ninguno de los dos a la cara, ya que aún era doloroso.

Leo quedó sin habla ante la presencia de Eban, sintió miedo de que hubiera escuchado la propuesta que le hizo a Aeva, pero Eban pasó en silencio junto a ellos y fue directo a su casillero para cambiarse.

—Yo iré a hablar con León —dijo de pronto Des, ya no soportaba el silencio incómodo del ambiente y no podía hablar frente a Eban.

Aeva tomó su chaqueta y rápidamente bajó, dejando a Leo y Eban a solas.
Splinder miró de reojo a su compañero, esperando que no hubiera escuchado nada, pero Eban no parecía afectado, su expresión era seria y se veía algo cansado. Lo que llamó la atención del moreno fueron ciertas marcas en el cuello de Eban, pero no quiso comentar nada al respecto; después de todo ellos no eran amigos.

El silencio fue interrumpido por la llegada de Aron.

— ¡Buenas mis amigos! ¿Qué ocurre con este abrumador silencio? —a pesar de su comentario ninguno dijo nada —pero que serios —murmuró.

Aron fue directo a su casillero, pero el ambiente tenso le molestaba y al percatarse de las marcas de Eban decidió burlarse un rato.

—Oh Eban, al parecer alguien se divirtió anoche —miró con una sonrisa pícara a su amigo.

— ¡¿Eh?! —exclamó con el rostro totalmente rojo —E-esto no es nada —balbuceó. Tomó su chaqueta y bajó lo más rápido que pudo.

— ¿Qué le pasó? Sólo quería saber si había tenido sexo salvaje anoche, ¿eso es malo? —preguntó Aron mirando a Leo, quien al instante recordó su propuesta y también se sonrojo.

—Voy a bajar —comentó Leo con una risa nerviosa y también fue al primer piso.

— ¡Qué mierda les pasa a todos hoy! —bufó sin entender lo sucedido.

Mi Acompañante ~AMOLAD~ EN PAUSA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora