Capítulo 8

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Intento removerme entre las sabanas y trato que mis ojos se adapten a la escasa luz que atraviesa por uno de los ventanales de la habitación y al final lo consigo. Miro a mi alrededor para lograr ver algo familiar pero no lo consigo, todo es extraño. Vuelvo a moverme y percibo que un brazo me retiene, como sea logro girarme y lo veo. Está profundamente dormido y se ve completamente atrayente con esa boca a medio cerrar, sus pestañas tupidas se pueden observar con la luz del lugar, poco a poco mi mirada viaja a su dorso desnudo y a su abultado trasero descubierto.

Me invaden los recuerdos de lo que hicimos anoche y con solo recordarlo se estremece mi cuerpo, fue tanta la actividad que al final creo que nos quedamos dormidos sin fijarnos. Tal como lo imaginé Ronald es tan despabilado en la cama porque la primera vez en el baño me hizo vibrar y en esta habitación consiguió que clamara. También salió a la luz lo del gatita y según él porque no me contengo y soy bulliciosa, le encanta que grite y jadee para él. Me avergoncé cuando lo escuché diciéndome eso pero es que no puedo acallar mis gemidos ante sus caricias.

Aunque no he tenido mucha experiencia y solo he estado con dos hombres, con Nicolás fue totalmente diferente, es verdad que estaba temerosa por ser mi primera vez pero no logró que me volviera loca por él, también es cierto que luego disfruté cuando lo hicimos en las siguiente ocasiones pero ahora que he llegado a probar a Ronald no hay punto de comparación, por eso cuando lo hicimos nuevamente la semana pasado con Nicolás me quedé descontenta y no consiguió que llegara como anoche y en la madrugada como lo consiguió Ronald.

Ayer que llamé a mi abuela no sospechó nada ni tampoco hizo preguntas innecesarias porque prometí que hoy iría, me duele mentirle pero por más que me resistí no pude pasar por alto la oferta de Ronald. Al menos ya experimenté lo que se siente tenerlo por completo y creo que ya es suficiente. Espero que de verdad no sean parejas con Mónica pero aun así el que tenga sexo con ella me hace sentir mal. Lo contemplo otra vez para grabar su rostro porque este deberá ser nuestro último encuentro. He pasado mi límite y espero no arrepentirme.

Miro el reloj de pared y veo que aun puedo dormir un poco más porque estoy agotada. Más tarde tendré tiempo para decirle que lo de nosotros aquí murió, no puedo seguir atormentándome con lo de Mónica mientras estoy aquí desnuda después de haber hecho el amor varias veces. Se remueve y consigue moverse y me atrae a su cuerpo, dejo sentir su calidez por última vez y consigo envolverme en el sueño.

Gatita, gatita —llama y me remuevo mientras siento sus besos en mi cuello y oreja —. Despierta dormilona, te están llamando por teléfono.

Me incorporo inmediatamente entre dormida y despierta y recibo el teléfono que me extiende, leo el nombre en la pantalla y me aterrorizo.

Anny

Lo miro asustada y su expresión divertida cambia al verme así.

—Esta llamada no es nada bueno —susurro lamentándome

—Contéstale.

Niego pero tiene razón, el colmo sería que empiece a llamar a mi abue.

—Hola —contesto.

—¡Al fin que contestas! —dice con un tono que no puedo descifrar.

—Estaba dormida y el teléfono estaba en vibrador, ya sabes que siempre hago eso cuando me voy a dormir. —digo tratando de sopesar la situación.

Miro a Ronald que me observa con atención y acaricia los dedos de mis pies.

—¿Cómo está tu abuela? —pregunta.

—Bien.

—¿Por qué me miente? —pregunta y cierro mis ojos esperando lo que viene —. Llamé a tu abuela y no llegaste a donde ella.

Quiero vivirlo... no importa si me arrepientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora