¡Al fin es viernes! Podré disfrutar de este fin de semana completo para mí porque no tengo muchos trabajos y así haré lo que quiera. Diviso mi automóvil y acelero el paso para emprender el camino a casa. Al menos levantarme hasta tarde que es lo que más ansío porque me toca madrugar todos los días para llegar a clases.
Cuando me voy acercando puedo divisar a Nicolás que está recostado en el auto. Su cabello castaño da unos brillos debido a la luz del sol que está en todo el centro. No puedo ver sus ojos a través de las gafas pero me imagino que me está observando. No le doy importancia y desactivo la alarma para entrar pero se interpone al ver que no me detengo.
—Emilia necesitamos hablar. Ha pasado mucho tiempo y no me das oportunidad de explicarte lo que pasó. —dice sacándose las gafas.
—Ahórrate tus explicaciones que no las necesito y déjame entrar.
—Eres injusta conmigo. —reprocha.
Lo observo anonadada y también me saco las gafas para mirarlo de frente para que vea todo mi malestar. Le parece que traicionarme con mi mejor amiga es algo tan insignificante.
—¿Te parece que soy injusta cuando decido no escuchar explicación de mi ex novio infiel?
—Aún seguimos siendo novios porque no hemos terminado.
—Pues hemos terminado ¿satisfecho? ¿Ahora si me puedo ir?
—Solo quiero que me escuches para arreglar las cosas —intenta tocar mi mano pero no lo dejo —, no me gusta que estemos peleados.
—Entre nosotros no hay nada ni habrá y espero que eso te quede claro. No quiero escucharte y no quiero siquiera que me mires o hables.
—¿Y cómo a Nataly la perdonaste?¿Por qué yo no?
—Simplemente decidí hablarle porque estamos en la misma aula y tenemos que hacer un proyecto este mes. Pero si por mí dependiera hubiese preferido no hacerlo y mantener las distancias al igual que contigo.
Lamentablemente el maestro hizo parejas para hacer un proyecto que es importante para la nota final y nos tocó a las dos y para poder hacer como corresponde el trabajo decidí darle una tregua. Aprovechó para decirme lo que tenía que decir así que la escuché y en parte la perdoné porque tampoco quiero guardar rencor pero las cosas ya no son como antes por mucho que ella haya mencionado que está arrepentida. Simplemente nos saludamos hacemos lo que nos toca del proyecto y seguimos con nuestras vidas.
—Pero yo quiero que no estemos peleados, vamos Lía tú sabes que yo te amo y que a pesar que cometí un error hemos vivido tantas cosas buenas y al menos por eso creo que merezco una oportunidad. Solo quiero que me escuches nena.
—No, para mí todo quedó claro ese día. No vales la pena.
—¿Al menos Nataly te dijo que fue ella a buscarme y que me sedujo hasta el punto que cedí? Eso te lo dijo o se hizo la víctima. Nunca me había acostado con ella y justo en esa ocasión apareces ¡Maldita sea!
Eso fue lo que no me agradó de Nataly porque dijo que se habían quedado de ver porque él lo había planeado todo. Pero no sé por qué no le creí del todo, será porque ella estaba en su departamento cuando debería estar en clases. Porque si así hubiese sido quizás lo más fácil debía de haber sido dejarlo para la tarde que yo no estaba y los pudiera descubrir. Pero él también es culpable porque fingió que estaba enfermo.
—Si no los hubiese descubierto estoy segura que lo estuvieran haciendo a mis espaldas. Doy gracias de que los revelé a tiempo.
—Mira Lía si yo estuviera con ella o con otra no te hubiese dado las llaves del departamento o hasta te las hubiese quitado con cualquier excusa, eso es una muestra que lo mío es sincero, no estoy justificándome pero ella atacó mi hombría y no podía permitir eso.
—Debiste de pensar al menos un poco en mí y tal vez luego en tu hombría porque yo te amaba y me saliste con eso.
Me quedo en silencio porque un nudo en mi garganta aparece y tengo ganas de llorar porque mi enojo es que aún lo sigo queriendo y verlo todos los días no ayuda en nada. Con él de verdad he pasado mis mejores momentos y pensé que todo marcharía bien.
—Por favor —acerca sus manos a mi rostro y aproxima su cabeza adhiriendo mi nariz con la suya —no llores por favor —suplica. Mis lágrimas han salido y un sollozo repentino me traiciona. —Perdóname.
Me lleva a su pecho y me abraza con fuerza mientras me aferro a él y eso me da más sentimiento que no paro de llorar. No quiero ni imaginarme el espectáculo que estoy dando.
Levanta mi rostro y con sus pulgares intenta secar las lágrimas que han quedado en mi mejilla. Su rostro afligido me hace pensar que de verdad está arrepentido. Lentamente acerca sus labios y empieza a besarme. El beso se mezcla con nuestra esencia y en el menos momento me veo siguiendo su ritmo. No debería pero es que con él tengo tantos recuerdos hermosos que duele este momento.
Después de un tiempo nos separamos y lentamente abro mis ojos para mirarlo de frente.
—Quiero seguir siendo el único hombre. —enfatiza.
Sus palabras me llevan hasta Ronald, me estremezco un poco incomoda porque si él supiera que ya no es el único hombre sino que estuve con alguien más y que algunas noches desde que estuve con ese hombre he anhelado volver a tenerlo dentro de mí se quedaría sorprendido. En parte comprendo al decir que a veces uno se deja llevar presa de la situación como ocurrió en mi caso pero también es cierto que él debía darme mi lugar y con más razón delante de mi amiga.
—No creo que podamos volver Nicolás no volvería a confiar en ti por eso creo que mejor dejar las cosas como están. Tal vez podríamos quedar como amigos pero nada más.
—No digas eso, yo te amo. Solo te estoy pidiendo una oportunidad, no pierdes nada con eso juro que no te arrepentirás. Al menos me gustaría invitarte a comer algo y así hablamos con más tranquilidad.
Debería decir que no acepto su invitación pero quiero que comprenda que ya mi decisión está tomada a pesar que he dejado que me bese. Lo que en realidad quiero es acabar con esto de una vez por todas.
—Está bien.
Gracias por leer, votar y comentar.
Les recuerdo que tal como les dije al terminar el Libro 2 esta historia será muy corta porque surgió de repente. Apenas tendrá 11 capítulos que por cierto ya están escritos por lo que no tendrán que esperar.
Con cariño Gisselle
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Quiero vivirlo... no importa si me arrepiento
Genç KurguLIBRO 3 Trilogía "Querer" Emilia más que nadie sabe que para ser feliz no basta estar enamorado; el amor es tan jodido que puede convertirte en víctima de su juego. Pero lo que ella no sabe es que podría convertirse en lo que más ha llegado a odiar...