La hija de mi sirvienta

Botella

Iba entrando nuevamente al instituto hasta que tropecé con un nerd.

---¡Fíjate por donde andas, cuatro ojos!
Lo empuje haciéndolo caer.

---Lo..lo siento, Sofía.
Me incliné hacia él.

---¿Cómo es que sabes mi nombre?

Nervioso trató de ponerse de pie pero enseguida noté que no podía ver muy bien, debido a que sus lentes habían caído a un lado en el suelo.

---Todos lo sabemos, eres la chica más hermosa de toda la escuela.

Trató de coger sus lentes, pero enseguida me puse de pie y se los patie evitando que los tomará.

---Eres tan débil..
Sonreí.

Alguien tomó los lentes del suelo y se los entregó.

---Vete.
Le dijo al nerd.

Bufé por lo bajo.

---¿Qué quieres Ethan?

Pregunté fastidiada.

---Alguien se levantó de muy mal humor hoy...al parecer.

Dijo con sorna.

---Dejame en paz.

Me dispuse a irme pero él se interpuso en mi camino.

---Mira lo que tengo aquí...
Sacó de su mochila una botella de Tequila.

Sonreí, intenté quitarle la botella de entre sus manos pero enseguida la alejó de mi.

---Eh..no te me adelantes.

Lo miré mal.

---Bueno entonces, me voy.
Me moví rápidamente pero él volvió a detenerme.

---!Hey! espera, la he traído para tomarla juntos..bueno y con Lucía también.

En la casa había un minibar, pero las botellas de tequila se habían acabado, y las que estaban ahí estaban llenas de agua, nadie debía saber que el original contenido de aquellas botellas, ya no existía.

---¡No sabes hace cuanto tiempo no tomó una de esas!

Mis ojos brillaron.

Despecho..

---Lucía me contó que es tu bebida alcohólica favorita, pensaba en que podríamos tomarla en un par de días.

Frunci el ceño.

---¿Un par de días?

Asintió con la cabeza.

---Sí, recién saliste del hospital ayer y no puedes.

Rodé los ojos.

---La tomaremos hoy, yo ya estoy bien, además hoy no tomé ningún medicamento.

Me miró indeciso.

---Vamos a clases, luego veremos.

Sonreí como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

Las clases de la mañana transcurrieron normalmente, en la hora de almuerzo nos juntamos con Lucía.

---¿Y bien, que dices?
Le había comentado a Lucía aquello de tomar esa deliciosa botella.

---Mmm..Pero recién saliste del hospital, tu no puedes.

Maldije por lo bajo.

---Es exactamente lo mismo que le dije yo, pero tu amiga es muy testaruda.