The year of horsey |

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Capítulo III: Sentimentalismo.

"Baby, I want you to cave me in •So maybe 

I won't have to admit it"

Caminó y vaya que lo hizo a prisa. Había olvidado su estuche de pinturas, eso seguro que lo haría perder el tren. Odiaba estar tan justo con el tiempo, los semáforos parecían llevarle la contraria. Por suerte era poseedor de unas largas piernas, con las que acortaría, al menos un poco, de lo que le quedaba de camino.

Algo agitado y un poco despeinado, abordó el tren que parecía aguardar por él. Consiguió un asiento y se dedicó a esperar a que el momento mágico sucediera, por muy cursi que sonara, esos minutos que pasaba con ella eran casi de sus favoritos del día.

El tren siguió su curso, por lo que miró su reloj, no faltaba mucho para que el transporte se detuviera en Shibakoen. Se sentía algo inquieto, las vacaciones ya habían acabado y hoy era el día en el que asistiría a la escuela. Amaba al invierno y también, un poco la nieve, así como el uniforme de Tooru, el cual siempre estaba tan alineado.

Se desajusto la gruesa bufanda que tenía amarrada al cuello y exhaló una bocanada de aire. El tren se detuvo y abrió los ojos para, casi con disimulo, ubicar a las dos chicas que siempre le hacían compañía. En lugar de dos, solo hubo una. La encaró rápidamente, en lo que ella tomaba asiento a su lado, ésta sonrió ampliamente.

— Buenos días Uri—saludó animadamente. A lo que Urie respondió con un movimiento de cabeza. (Y... ¿Dónde está ella?)—Seguramente te preguntaras por Tooru ¿Verdad?—la pequeña otaku hablaba mientras sacaba un anotador de su bolso.

— Bueno... ya es raro que solo tú vayas a la escuela—dijo queriendo salvar a su cerebro el cual ya extrañaba la esencia de cacao que emanaba Tooru a donde fuera que vaya. — ¿Ella está bien?—Ahí estaba, de nuevo,hablando lo que su mente formulaba. (...!!)

— Sí, solamente tiene un resfriado. —Saiko comenzó a dibujar algunos bocetos de Usagi Tsukino, al tiempo de que comía un pan relleno. Urie enarcó una ceja, esa niña podía comer mucho pan cuando se lo proponía. —Por cierto... Tooru no se ha estado sintiendo bien, desde hace un tiempo—los trazos que hacia sobre el papel colorido eran certeros. —Sensei, se trasladará a Estados Unidos—su voz estaba un poco apagada, a diferencia de lo animada que pueda sonar otras veces. Urie observó como el rostro de Saiko se ocultaba por ese gran flequillo azul, desde luego estaba preocupada por su amiga.

— Ya veo— (Ella se ve algo deprimida.)

— Ella sabía que Sensei tenía un trabajo temporal siendo su entrenador, después de todo va a casarse en primavera—su mano dejó de moverse—Ella estaba esperanzada ...creo—

— ¿Esperanzada?— (¿Creía que él rompería su relación?)

— Sí...creo que aunque conociera a la prometida de Sasaki-sensei, ella guardaba un poco de esperanza.—Sonrió tristemente.—Ella se ilusionó simplemente—

Urie no pudo decir nada. No podía gesticular palabra alguna, sabia de que Tooru guardaba ciertos sentimientos para su entrenador. Sabía que su sueño de ser deportista había sido infundado por su sensei, sin embargo, él no podía cambiar su vida a costa de los sueños de una adolescente.

Los sentimientos de su sensei, le pertenecían a alguien más y eso seguramente dolía. No era extraño que aquello sucediera, una ilusión la puede tener cualquiera. Pero la pregunta que redunda a su mente es si eso en verdad se trataba de amor. El semblante de Saiko era uno bastante decaído, la preocupación por Tooru era lo suficiente, como para sospechar del estado en el que ella estaba.

The year of Horsey [Mutsurie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora