Capítulo 12: Aventura

80 9 0
                                    

Y así era como mi vida se iba convirtiendo en una aventura, sí, no sabes ni te das cuenta cómo tan rápidamente pasan los momentos, malos, buenos, pero igual siguen pasando. Eso era lo que me daba impulso de seguir luchando por lo que quería, que no todo es para siempre y que lo que te está ahogando lo tienes que sacar y rápido.

Sabía que mi vida era un enlace con una historia dolorosa, pero nunca me dejaba llevar por sentimientos negativos. Así es, la vida es muy corta como para tirarnos al abismo sin haber al menos saber cómo se desarrolla un impulso.

LLAMADA ENTRANTE:

—Hola.
—Te estuve llamando una semana entera, ¿y te parece normal un 'hola'?
—Discúlpame la vida, no sabía que podías suicidarte.
—Tienes que perfeccionar más tu sarcasmo, porque por ahora no da sentido. Y sí, me habías preocupado. ¿En dónde carajos andabas?
—Tenía lo de siempre, y no quería que te enteraras.
—Pero, Nathan, prometiste que si tenías una recaída me avisarías. Ahora lo entiendo, por eso tu madre se oía angustiada por teléfono.
—¿La llamaste?
—Estuve a punto de ir al hospital si estabas, pero confiaba en que si volvía a pasarte contarías conmigo. Soy tu hermano, Nathan, no sé si lo recuerdes y me duele que no me hayas avisado.
—Estabas concentrado con tu futura universidad y no quería distraerte.
—Nathan, esta amistad no la cambio por un simple estudio temporal, porque no tengo necesidad de afanidad, pero créeme, sí de lealtad.
—De veras discúlpame, hablamos mañana. Mi madre continuará con algunas curaciones.
—Cualquier dilema me avisas, o te aseguro que no te lo perdono ¿eh?
—Ve a dormir, desocupado.

Sentía lástima de mi mismo al saber que no estaba confíando en la persona que me ha brindado su amistad sincera en todos los sentidos. Me estaba dando cuenta que no podía seguir siendo presa en un mar lleno de depredadores. Decidí a vivir, pero esta vez con un toque especial, y era la felicidad.

4:00 AM: Desperté lo suficientemente mejor y ansioso para saber si Ethan pudo haber escuchado la conversación o a lo que yo llamo momento.

8:00 AM: La clase que continuaba siendo brutalmente aburrida y mi impotencia de no ver a Nahara.

—Disculpe, señor, pero aquí estoy.
—Señorita, la próxima vez ya sabrás lo que sucederá. Espero estés esforzándote por llegar a la hora exacta.
Observé a la chica, ah, no a cualquier chica, sí, ella era mi chica.
—Un día más y te aseguro que iba hasta el cementerio a ver si estaba tu tumba. ¿No sabes el mal momento que pasamos tus amigos? Ah, bueno, no sé si se te olvida que ahora soy tu novia y me preocupa que no hayas aparecido una semana y luego estés sentado en una silla completamente normal.

Me encantaba ese espíritu de independencia al defender lo suyo, o sea yo. Pertenecía a mi novia, y vaya que pensé que nunca volvería a tener ese sentimiento satisfactorio, pero ahora no sabía qué decirle. La amo con toda mi alma, pero no deseo preocuparla.

—Mi mamá estuvo muy enferma, tuvimos que viajar.
—Ajá, entiendo. Ahora explícame las marcas en tus venas, ¿ah?
Agaché mi cabeza sin saber qué respuesta emitir.
—Ethan me lo contó todo... Mírame, me duele saber que no me lo hayas contado. Soy tu novia, Nathan. Entiende que esto no sería un peso para mí, yo también te amo y me duele lo que te pase.
—No quería presionarte o preocuparte.
—Después de la escuela, iremos a un restaurante con Ethan y Lara. Vienes, supongo.
—Claro.
—Señor Nathan, ¿se puede saber si ya ha terminado su conversación con su amiguita? Necesito continuar la clase...

Esperaba ver a Ethan para que él me contara todo desde su perspectiva junto a Lara. Ellos también merecían méritos de su gran ayuda.

—Lara, quería decirte gracias, eh, de veras.
—No hay de qué, aunque tu pequeño amigo Ethan tendrá algo que decirte.
—Ethan, ¿sabes algo que yo no sepa todavía? —miré a Ethan curiosamente.

Llegamos al restaurante, y mientras Lara y Nahara estaban hablando, nosotros hacíamos el pedido y aprovechaba para que Ethan me diera su opinión.
—Ethan, ahora que recuerdo, ustedes no me dijeron nada por la llamada. No me digas que me habían colgado o dejado sin señal.
—No, no es eso, es que...
—¿Qué pasó?

Ethan empezó a contármelo todo, y no paraba de estar sorprendido.

—Todo ha surgido muy rápido, ¿verdad?
—Bastante rápido, pero ahora, cuéntame... ¿tú y Nahara qué?
—Te enviaré la llamada guardada, ¿ok?
—Mejoras en el sarcasmo, vas esfórzandote por hacerlo mejor, ¿bueno?
—Deja tu envidia. Ethan, una pregunta... ¿recuerdas el que era novio o amigo de Nahara?
—Claro, cómo olvidar al tipo del Ferrari. Ah, y lo vi en una moto cerca a la escuela.
—Pues mira hacia atrás.


*Agradezco a todos los que me han escrito por interno, por los comentarios, y los que constantemente votan. De veras, mil gracias, porque en tan poco tiempo he recibido muchas visitas en el libro, que al principio no pensé llegar hasta este punto.
Solo me queda seguir agradeciendo a los que se envuelven en la historia y la viven. ¡Vendrán muchas sorpresas, así que muy pendientes!

"Si llegamos a crecer votos en este capítulo o veo algunos procesos de los demás, será publicado el siguiente. Así que ve y anima a tus amigos a leerlo".

Y, ya saben, deleítense con el libro porque "vivirlo, es mejor que observarlo"

-Reiver

Eras TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora