Eras Tú

Capítulo 14: Volver a empezar

*Después de bastante tiempo, vuelvo a escribir. Quizás un poco corto, pero demasiado sustancioso, espero les encante como siempre me pasa a mí*.

-Reiver

"El dolor, el frío, el temor. Sentimientos encontrados, pero no son los que deseas. No son los típicos tristes pero dichosos. No, son los que te ahogan, te confunden y no logras contener el resultado de las tristes lágrimas de una persona tan buena.

Y duele, como a un balón, sabiendo que regalas felicidad a los demás, pero tú solo recibes golpes, y sí, muy dolorosos.

Es raro como empieza todo tan bien, construyendo un vínculo mutuo, encuentras felicidad, abrigo, y baúl donde puedes guardar recuerdos y por supuesto secretos compartidos.

Pero no siempre es así, todo se puede desplomar de un momento a otro, y vuelves a caer al vacío de donde vienes.

Todo se convierte en algo tan diferente, y le da un giro a tu panorama de ver las cosas totalmente reales.

Y pensar: No es fácil, porque ver a tu mejor amigo con una actitud inmadura, impaciente, e irreverente a tus sentimientos.

Pero no es hora, momento, y lugar para derrumbarte. Es la lección y enseñanza para que salgas adelante y te concentres en las personas que verdaderamente valen la pena.

Duele pasar de página, pero duele más seguir en la tormenta y nunca llegar a la calma.

Hoy con fortaleza tomo la capa y sigo caminando, así el mundo se me esté cayendo en un montón de personas hipócritas.

Así que sonríe que la vida sigue, y recuerda que los que en realidad te aman siguen existiendo. Porque tienes que vivir la vida con personas que te den vida."

—Estoy cansada de esperar. Nathan, ¿qué escribes? —terminó de leer con una mirada misteriosa.
—Nahara, es algo solo que sentía en el momento.
—Mira, Nathan, te amo y lo sabes. Pero, creo que no es el momento para que estés pensando en este tipo de cosas. Llevamos 23 horas esperando qué pasa con Ethan y Lara en un silencioso hospital, y tú pensando en todo el daño que te han hecho. —Subió el tono.
—Siéntate, ellos saldrán bien y tendrán curación, pero una herida en el interior de una persona es muy difícil de curar. Yo también te amo, pero necesito desahogarme.
—Lo siento, es que tengo muchas cosas en la cabeza.
—Solo tratemos de esperar, ¿vale?
—Nathan...
—¿Sí? —Nahara se acostó en mi hombro
—¿Te puedo aconsejar una cosa?
—Dime
—A veces es duro, lo sé. Sabes que retomar una amistad donde hubieron errores, es difícil y sabes qué ya conocía a Lara hace mucho
—¿Y qué con eso?
—Que esa amistad no siempre fue buena, tuvimos muchos errores en el pasado. Pero, ¿sabes? Siempre se puede volver a empezar.
—¿A qué te refieres?
—Que, aunque pasen muchas cosas, la amistad es un tesoro que se debe cuidar como a tu vida. Lara y yo nos dijimos cosas horribles, pero volvimos a empezar. ¿Por qué lo hicimos?Porque decidimos que no podíamos vivir una de la otra, y por eso empezamos de nuevo.
—Ahora entiendo, por eso exactamente hacen como si se acabaran de conocer
—Así es Nathan, pero todos los momentos buenos nunca se nos ha olvidado. Quiere, sufre, llora, grita, haz mucho-
—No continúes, Nahara.
—Es necesario. Haz mucho, porque aunque sé qué no solo sufres por falencias físicas, interiormente, y aunque nunca tuviste el padre fundamental que quisiste tener de apoyo en tu vida, te repito que te amo como a mi vida, pero no me gustaría estar con alguien que no tiene amor por los demás.
—Pero, Nahara, me siento lejos y muy lejos, porque solo me encargo de dar y no recibir.
—Lejos, desde ese espacio, te empecé a amar, para que entendieras que esta vida no es perfecta y que dañarla por caprichos no es necesario.
Vuela, sé libre, pero ya sabes de qué manera. "Porque si no te encargas de amar, el tiempo se encarga de olvidar"
—Pero, Nahara, no es fácil —dije con lágrimas cayendo sobre mi rostro. Entró Lara con la cara ansiosa y despreocupada.
—¿Qué pasó? ¿Cómo siguen? ¿Ethan? —Dijo Nahara preocupada.
—Estén tranquilos, Ethan está en observación y luego pasa a descanso, pero fueron heridas muy leves. Al parecer está más preocupado por ti, Nathan, que por lo que pasó.
—Me alegra mucho —Nahara abrazó a Lara.

Busqué una silla para sentarme y organizar todos mis pensamientos

—Nathan —susurró Nahara mientras lo acompañaba de un beso.

Comprendí lo que trataba de decirme

—Nahara, te repito que no es fácil, fue mucho.
—Mírame —cogió sus manos y subió mi cabeza.
—No todo lo malo es realmente malo. De las malas cosas se aprende, se aprende a ser más fuerte, decidido y a luchar. Tenemos que tener en cuenta que de las cosas malas se aprende y de las buenas también, así es la vida. Pero recuerda algo, siempre se puede volver a empezar.
—Escúchame, ¿alguna vez han mirado a una persona a los ojos, con un nudo en la garganta y querer decirle tantas cosas, pero terminas diciéndole nada? Me cansé de arreglar muchas cosas a los demás, pero nunca arreglarme yo mismo.
—Pero no me hagan esto, me duele a mí también. Siempre se puede volver a empezar.

Rompí a llorar como un niño

—A veces no se puede, es inevitable. Y yo nunca haría daño intencionalmente, y él lo hizo como si al no hacerlo el dolor no fuese tan duro. A veces las cosas te duelen mientras te abrazan, otras veces duelen cuando te miran. En definitiva, qué horrible que te duela alguien a quién quieres, alguien que te quiere; a veces, eso también es inevitable.

—No sé qué decir, de verdad lo siento por no ver quizás como te sentías.

Hubo un silencio constante, mientras íbamos limpiando nuestras lágrimas

—Pero después se dará cuenta. ¿Qué hará cuando me extrañe, nadie esté con él y no pueda con tanta soledad? Ya no se en qué pensar, por eso tienes que escucharme, Nahara.

—Pero, Nathan, me duele y muchísimo de ver como un edificio construído por mucho tiempo y que tal vez solo tú te esforzaste por construirlo, se derrumbe y se venga al piso tan rápido.

—Pero también me canso, ¿sabes qué es querer dormir y no poder, porque tienes dolor adentro, y lágrimas en tus ojos? Es una de las peores sensaciones. Y soy una persona muy fría, no voy por la vida diciendo te quiero y derrochando cariño con todo el mundo, pero cuando alguien encuentra y se gana un pequeño lugar en mi corazón, soy la persona más noble que podrías conocer. Así que no es pretexto decir que eres alguien frío. El que te quiere, lo demostrará, así sea de todas las maneras posibles.

—Nathan, te mereces el amor que siempre intentas darle a los demás.

—Lo sé, todos lo merecemos. Pero a veces alejan más actitudes que la distancia.
—¿Pero, cómo pudiste ser fuerte con tan poco apoyo todo este tiempo?

—Aprendí a ser fuerte cuando entendí que debía levantarme solo.

—¿Nathan? —dijo el doctor mencionando mi nombre...