Capítulo 4.- Desayuno

216 12 13
                                    


Cuando descanse de lo realizado la noche anterior desperté primero que Marco para darle una sorpresa, me sentía culpable por pensar que su secreto era algo malo y solo se trataba de mi cumpleaños, cerré bien las puertas y ventanas deje mensajes para que nadie llegara a casa temprano.-

Muy bien, hora de la fase dos.- dije mientras llegaba a la cocina.- Debo estar loco, aunque ya no es necesaria.

Aun diciendo eso, comencé a desvestirme y saque de una bolsa un delantal de cocina, con un dibujo simple al frente o más bien unas palabras sencillas.-

¿Por qué Koala eligió este?- dije al verme en el espejo.

Prepare el desayuno, puse la mesa y serví todo para un desayuno para dos, al terminar oí la alarma de Marco y respire hondo, al irse un poco los nervios por lo que pasaría espere a Marco en la cocina. Oía los pasos de mi novio bajando las escaleras, mi corazón aceleraba su ritmo, sentía que podría darme un paro cardiaco –algo exagerado- pensé al recordar que era imposible algo así.-

Sabo.- oí desde la sala.- Amor ¿Dónde es...

Buenos días ¿Quieres desayunar?- pregunte al ver a Marco en la entrada de la cocina boquiabierto.- ¿Qué? ¿No te gusta?

Por favor, dime que solo traes el delantal.- dijo Marco mientras se acercaba.- Por favor, que solo el delantal.- volvió a repetir.

Por qué no revisas.- dije recargándome del refrigerador.- No me digas que eres de esos señores que prefieren todo a la mano.

¿Devora al cocinero?- dijo Marco.- ¿Koala?

Quien más.- respondí apenado.

Debo premiar a esa mujer.- dijo Marco.- Quizás unas vacaciones pagadas a donde ella pida.

Sin decir más Marco me abrazo y comenzó a recorrer con ambas manos mi espalda hasta llegar a mi trasero, comenzó a juguetear mientras me besaba, sentía como mi cuerpo se estremecía por los movimientos de esas manos.-

M-Marco... El desayuno.- dije al separarme un poco de él.

Déjalo, por ahora solo quiero comer esto.- dijo mientras bajaba se agachaba hasta llegar a la altura de mi entre pierna.- ¿Qué hay aquí?

No lo veas, es vergonzoso.- dije colocando mis manos al frente.

Me dices eso cuando ayer me hiciste sufrir.- dijo Marco alejando mis manos.- Déjame ver lo duro que se puso con solo jugar con tu trasero.

Sin más protesta, levante el delantal exponiendo mi miembro erecto, mi cara se sentía caliente pero o importo si eso hacía feliz a Marco.-

¿Quieres... Probar?- pregunte apenado.

Sabes la respuesta.- respondió Marco.

Beso la punta de mi entrepierna para luego introducirla por completo en su boca, la lengua de Marco jugueteaba y mis gemidos comenzaron a hacerse presente.-

M-Marco...- dije mientras sujetaba la cabeza de Marco.- N-Necesito sentarme.

Marco al oírme decir eso, me sujeto de las caderas impidiendo que me sentara en el suelo, era claro que su venganza ya había comenzado.-

S-Sabia que harías eso.- dije antes de perderme por completo debido a los movimientos de Marco, conforme más pasaba Marco moviendo su cabeza más me costaba estar de pie pero pude mantenerme un poco más firme al sujetarme de los hombros de mi novio.-

Creo que voy...

Sin poder terminar la oración deje salir todo en la boca de Marco, mire a mi novio y vi como bebía todo lo que podía.-

Caminar de tu manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora