Capítulo 9.- Celos y un adios

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Marco y yo no alejamos y evitamos vernos, me sentía extraño pero no podía evitar sentir esta inseguridad.-

¿Crees que debo cambiar?- pregunte.

Creo que deberías dejar de leer tantas novelas donde la protagonista es engañada por su novio.- respondió Marco, camino hasta el auto y se recargo de él, saco un cigarrillo y lo encendió.- La fantasía no te hace bien.

¡No es fantasía!- dije molesto.

Lo es cuando una de las partes repite mucho lo que siente y la otra solo escucha o ve lo que más le conviene.- respondió Marco

Dijiste que siempre me lo dirías.- dije molesto.- Dijiste que siempre me dirías lo mucho que me quieres.

¿Quiere que haga eso?- pregunto Marco.- ¿Quieres que te diga todos los días cuanto te quiero? También puedo decir que te amo.

No.- respondí.- No creo que sea necesario.

Sabo ¿Has estado celoso alguna vez?- pregunto Marco.

No.- dije mientras caminada hacia el.- ¿Por qué?

Marco no dijo nada y solo se concentró en su cigarro, deje de acercarme y al verlo mi corazón parecía que saldría de mi pecho, Marco volteo a verme y solo sonrió.-

¿Qué ocurre? ¿Quieres uno?- dijo Marco sonriendo.

Sabes que no fumo.- respondí molesto.

Lo sé, aun eres un niño.- dijo Marco.

No lo soy... ¿Algo que quieras decirme?- pregunte apenado.

Sabo, te pusiste celoso de Ace.- dijo Marco.

¿Celoso?- pregunte.- ¿Estaba... Celoso?

Marco tiro su cigarrillo, y extendió su mano hacia a mí, dude por un segundo pero sabía que él siempre me recibiría aun cuando lo desesperé mi manera infantil de ser.-

Perdoname.- dije mientras sujetaba su mano.

No dijo nada y solo me jalo hacia él, me rodio con sus brazos impidiéndome escapar.-

Sabo, el estar celoso me hace darme cuenta que eres mío.- dijo Marco.- Y eso me gusta.

No soy celoso.- dije apenado.

Eso te hace más lindo.. dijo Marco.

Hice un puchero pero ver sonreír a ese hombre me hacía feliz, me quede acurrucado entre sus brazos y cuando por fin ambos estuvimos tranquilos y yo podía pensar con claridad entramos al auto, estuvimos un rato en silencio hasta que me canso el estar así.-

Marco, ¿No quieres entrar a tu casa?- pregunte mientras revisaba mi celular.

No, quiero estar aquí hasta que me digan que ya iremos a enterrar a mi padre.- respondió Marco, recargado del volante mirándome.- Que lindo eres.

¿Qué?- pregunte confundido.

Eres lindo, te verás mejor vestido para una boda.- dijo Marco.

Siempre diciendo cosas tontas.- dije molesto.

Bajamos del auto pero solo para cambiarnos a los asientos de atrás, nos acurrucamos y nos quedamos dormidos, aún tenía en mente que quizás Marco quería algo con Ace pero el que este a mi lado me hacía sentir diferente. Al llegar la mañana abrí los ojos y vi a Luffy pegado al vidrio de enfrente.-

¡Luffy! - grite sorprendido.

¿Qué pasa?- dijo Marco asustado.

Es, mi hermanito.- dije mientras veía al pelinegro con el rostro pegado al vidrio.

Caminar de tu manoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora